domingo, 29 de diciembre de 2013

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Concluye 2013 y algunos recuerdos de personajes que han sido relevantes en mi vida se hacen presentes tanto en mis ratos de ocio como en los trayectos... y no creo que se deba precisamente al estar fuera del dédalo.
No sé qué ha sido de cada uno de ellos pues, justamente por eso, es que están anidando mi recuerdo y remembranza.

Aquellos días eran otros por naturaleza. Mi edad, mi andar por la vida, mi manera de "acechar" cercano a cada uno de esos personajes con el fin de determinar su proceder, su estar o su porvenir me acercaban a ellos.

El mundo sabe hoy día que, no por eso, terminé mi vida al lado de uno de los implicados pues, mi actual esposa, llegó en su momento para sencillamente 'quedarse', mientras que, los otros, seguían su camino por su respectivo laberinto donde, quizá, piensen que "se toparon conmigo" en ese andar.

Conocidos de antaño, de mi niñez, músicos o compañeros del plantel escolar tanto de secundaria como de la preparatoria incluído uno de mis profesores que más respeté, estimé y que llegó a obsesionarme un tanto el saber su paradero y desenlace profesional.
Algunos de ellos se volvieron búsquedas infructuosas por Internet y tuve qué recurrir sólo a los recuerdos mismos para retenerlos un tiempo más en mi sonrisa, en mis ojos o en mis palabras.

Concluye 2013 y, seguramente algunos de ellos, ya han emigrado a otras latitudes, se han desaparecido del medio, han muerto o han cambiado de "aires" con el único fin de mejorar su vida y la de quienes dependen de... y, ahora que lo recapacito un tanto más. concluyo que se trata de un porcentaje más elevado de hombres que de mujeres.

Supongo que es debido a mi temor e inseguridad juvenil frente al sexo opuesto lo que me resumió así (más apegado a amistades masculinas) y, sin embargo, las pocas mujeres que anidan mis recuerdos en este fin de año, han sido realmente importantes en mi haber y merecen seguramente ese espacio en mis horas de cordura.


Será el dos mil catorce y cada uno de sus días el que me entere del paradero y desenlace (al menos momentáneo) de cada uno de ellos.
Mientras tanto les deseo un buen año venidero. Que sus planes se realicen y la salud y el amor siga siendo su "tarjeta de presentación".

miércoles, 25 de diciembre de 2013

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No se requiere precisamente el estar fuera o dentro del dédalo para poder apreciar u observar la navidad (esa fecha que la hemos vuelto tan consumista como pocas, plagada de ventas nocturnas en centros comerciales y que, muy en el fondo, deja casi en el olvido el motivo principal de lo que en sí representa: El nacimiento de Cristo).

En la calle ya pululan (como suele suceder año con año) niños con bicicleta, patin, muñecas o luciendo sus prendas que le fueron obsequiadas por aquel quien, siendo niño como tal, llegó a la tierra para recibir trato cual menor y, aunque ciertamente los tiempos son otros, suponemos que le fueron entregados obsequios cual niños que fue.

Por otro lado, me ha llamado la atención en sobremanera, el que "se hayan destapado" tanto por radio como cercanos a mí, entes plagados de soledad, de tristeza y de pocas esperanzas a obtener de este día la alegría espiritual que ella conlleva.
Personas solitarias que han sido olvidadas, que no pudieron tener un mendrugo de pan extra en su mesa para acoger a alguien más desamparado que ellos y la escasez ha sido su tenor por estos tiempos de difícil augurio.

Escuché decir a un reportero y cronista deportivo que, en otros tiempos, sus tiempos, la familia numerosa que poseé siempre fue de su gusto al mirarse rodeado en navidad de hermanos, tíos y demás integrantes que hacían que en esta fecha reinara un calor excepcional debido a la simple compañía y convivio familiar y, remarcó, que los tiempos SIEMPRE han sido difíciles para todos y desde todo ese tiempo que a él le ha tocado observar.

Y es justo así como, tanto a aquellos padres como a nosotros que hoy lo somos, nos toca la ardua labor de "sacar adelante" esta fecha, de intentar "tapar un hoyo" aunque se destape otro mayor e intentar que nuestros hijos no vean nuestra escasez y/o tristeza a la hora de la cena...
Quisiera ser énfasis aquí al decir que, a pesar de todo, TODO ha resultado y "se ha podido" con todo... y no sé si es gracias a la fe, a los ruegos ajenos, al tesón cotidiano o al simple destino que termina por "acomodar" lo que suponemos "desacomodado" para todos los días.


Así pues, feliz navidad para todos ustedes que leen, que el amor reine en sus corazones y la salud sea el simple motivo para celebrar el estar en este viaje acompañado del todo que, dicho todo, deberá traer consigo más satisfacciones que dolor y desdicha...
Supongo que sólo es cuestión de mirar un poco más a fondo y, sin que parezca hipócrita, irónico o repetitivo, mientras exista salud (y ese amor que refiero) todo será posible en la medida que el entorno nos abra esa puerta a la felicidad que parece tan estrecha en ocasiones para dejarnos mirar a ese más allá de trasfondo al que deseo observen.

...que, aún en extremo, se puede atisbar un poco a dicha puerta desde ojos ajenos.

Feliz navidad para cada uno de ustedes!

martes, 17 de diciembre de 2013

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Ciertamente, tanto fuera como dentro del dédalo, existe el motor, el rencor, la ira, la ilusión, el dolor, la marcha tanto atrás como adelante, la manifestación y el recuerdo... que se traduce simplemente a la "falta de olvido".

Los acontecimientos suelen ser por lo general diferentes con cada estación, con cada día que transcurre, con cada charla y momento y, de una manera quizá un tanto "lamentable", el asomar al calendario hace remembrar fechas, situaciones y confrontaciones pasadas que literalmente me orillan a dicha "falta de olvido".

Y me permito colocarlo entrecomillado debido a la sátira, a la ironía que encierra todo ese menester al creerlo parte de un sufrir que se presenta siempre por estas fechas y que fueron motor al que siga aquí o haya, en definitiva, dejado todo en orden (como en aquel año) y largarme.

Resulta por demás estúpido saber hoy día el que se llegue a tanto cuando en aquel ayer se creía todo perdido y, tras el recuento de los daños, se observe que "no era para tanto", que "debió ser así" o que "el que a hierro mata a hierro muere"... y podría seguir citando frases alusivas a todo aquello sin llegar a nada en concreto pues, luego de un par de años, el estar fuera del dédalo hoy me hace mirar las cosas con más certeza, con más frialdad y con mejor perspectiva humana y sentimental que en aquel entonces.

Y no, no pretendo recordarlo literal al plasmarlo aquí y volver a dejar vestigio... sencillamente "ya no merece la pena", ya no poseé "la misma fuerza" y observo que, dicho pasar de los años, logran hacer que el cambio resulte aún con dicha "falta de olvido"...


Y sí, hoy te lo recordé... y ya qué más da? Qué respuesta debía tener desde tus labios? Qué debía esperar para vida de no escribir o sí hacerlo a aquel respecto? Qué papel jugaríamos de nueva cuenta entre las sábanas luego de comentarlo una vez más?

Después de todo, considero, que dicha "falta de olvido" lo que sigue encerrando es "otra serie de preguntas" que no dejan (ni dejarán) de hacerse presentes por estas fechas decembrinas... y ya no sé si reír, callar o sólo dejar que dichos recuerdos acudan y me otorguen mayor fortaleza o quizá la "pizca de olvido" que requiero.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

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Las cosas se suceden independientemente de saber que, casi para todos, diciembre no resulta ser un mes favorable en este año: las cuentas no resultan, las deudas crecen, los regalos aminoran, el trabajo no fructifica como en diciembres anteriores.

Ya se ha comsumido en totalidad en tres ocasiones la enorme veladora que se coloca al pie de Santa Cecilia y sólo atina a hacerme creer que vendrán días de mayor abundancia laboral... y sólo se me ha plantado una afección en mi garganta que no termina por dejarme cantar cuan plácido acostumbro.

Por otro lado (por lo inmerso del dédalo) descubro tristeza en ti, desazón, aburrimiento y, en verdad no quisiera decirlo, pero creo que te lo has ganado a pulso, a base de toda tu "ardua" labor de pareja... en pocas palabras: lo que siembras, cosechas.
Y es que termina uno por "infectarse" de toda la gana que se mueve en casa por estos días... súmale!

Más allá de la frontera los problemas que se acercan un tanto a nosotros y dan pie a más preocupación... en verdad que espero no terminar mal tú y yo gracias a terceros aún a sabiendas que, de no corregirse, sí mermarán en nuestro desempeño marital.


Y es que una cosa no deja que mire otra... y es que otra no deja que se acerque una... y así sucesivamente, así paulatina, sorpresiva, insistente e inacabablemente.

El clima mejora un poco y empeora al día siguiente, la vida parece que se "compone" y al rato está "descompuesta"; nuestro idilio se enriquece poco y empobrece mucho y las cosas que nos sorprendían hoy parecen más que triviales...

A veces me pregunto quién de los dos está más fuera del dédalo...?

martes, 3 de diciembre de 2013

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Diciembre llega con su peculiar acento a consumismo, con parte de los días cargados de trabajo y con un extraño deseo de que concluya el año... sí, a pesar de todo ese comentario que se hace al respecto del que dos mil catorce llegará más que difícil para todos.

Mas, quiero asegurar aquí, que existen ocasiones muy especiales donde termino por olvidar que la crisis me puede agobiar; no suelo pensar en ello mientras trabajo, mientras deseo colocar ese resquicio de amor donde pueda desde mi guitarra e interpretación... y resulta una lástima que, en muchas ocasiones, siempre existe el "grinch" de la música viva que deteriora la noche o la troca para mal infectando a algunos otros.

El trabajo me ha enseñado que la nobleza de ser músico requiere mucho más que sólo eso, que debe llevar impregnado un tanto o mucho de amor (y perdonen que lo reitere), brío, alegría, reminiscencia, esmero, disciplina, paciencia y disfrute... y bajo ese tenor espero que realmente aquellos quienes comulgan semana a semana conmigo en el mismo lugar lo hagan por ello, porque lo perciben desde mí o porque realmente les agrada la propuesta.
Me daría suma tristeza que lo hicieran sólo por el simple hecho de considerarnos amigos.

Observo semblantes y me indago, escucho melodías ajenas no comerciales y sigo cuestionándome, sostengo ese mismo tarro con cerveza que aquel y dejo de sentir el paso de las horas... He agradecido enormemente al alba el que su arribo nos brinde la nueva pauta a seguir o el término de la actividad musical amena y plagada de romanticismo, bohemia y alcohol y he llegado a amar a las sábanas su función posterior a la tertulia sin menospreciar jamás a la tibia compañía de esa fémina que acompaña mis días luego de semejante desvelo.

Y será a pesar del frío (y de aquellos entes destructores de la noche) que terminaré por disfrutar a lo grande mi diciembre acompañado de esta majestuosidad llamada música, de esas noches por venir plagadas de bohemia y guitarra y terminaré el año agradeciendo al creador esa gracia que posee para hacerme entender que los tiempos difíciles también suelen disfrutarse a pesar de padecer de desvelo y un tanto de hambre.


Sólo espero no tener que tragar mis palabras debido a la sarta de babosadas que nuestro presidente hace en estos días y que termina por chingar económicamente al grado de ahorcarnos tanto a quienes trabajamos en la música como a nuestras familias y a miles y miles de personas más que tienen menos de lo indispensable.

sábado, 23 de noviembre de 2013

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Tanto dentro como fuera del dédalo, existen momentos donde nuestro día entero es requerido para actividades diversas tanto humanas como sociales y laborales... y resulta realmente patético el que "nuestro día termine bien" cuando lo llevamos todo a cabo y nos vemos exhaustos frente al espejo justo antes de ir a la cama.

...y sé que también existen personas que una sola actividad les consume todo el día y que no cabrían en esta lista de actividad:
- Despertar
- Ducharse
- Desayunar
- Correr a la escuela
- Salir de ahí con el tiempo medido para sólo comer donde sea y continuar con...
- Visitar a aquel compañero con el cual se hará la tarea para el día siguiente o acudir personalmente a la biblioteca y concluirla solo.
- Acudir al centro de la ciudad para adquirir aquello que precisamos...

En fin... puedo seguir detallando el día, colocando otra actividad que bien pudiera ser laboral y no estudiantil, que sea de un músico plagado de compromisos (donde el reloj -el tiempo- es esencial para el buen y mejor desempeño de cada compromiso) o, por qué no comentarlo, que sea en estos días que se miran más cortos por ser temporada otoño-invierno y creemos que "el día no nos alcanza"...

Y es justo bajo esta premisa que quiero hacer hincapié pues hubo un instante en que pude detener mi actividad y recapacitar en ello (aunque, no propiamente en un horario laboral o propiamente social).

Por lo general no tengo una actividad colmada de ocupaciones; seguido se bromea en ese aspecto al sugerirle "una cita" al amigo o al compañero de profesión para poder vernos... mas no es mi caso.
Y sin embargo, a pesar de que se me dio parte desde las diez u once horas del día, no fue que me presenté con él sino a eso de las tres de la madrugada del día siguiente (todo por razones sociales, familiares y laborales) cosa, que me molestó realmente y, aunado a otros factores, debido a ello no pude permanecer más tiempo de haberlo pensado pues, para esa hora, ya el cansancio era mayúsculo y el día siguiente lo social y familiar me demandaba... y, tal como lo dije desde el inicio de este texto, me parece patético!

Y es que ese volver a recapacitar en "mi gran actividad cotidiana" me tiene así... consternado, observando hacia el parque que tengo frente a casa e imaginando cómo son ahora los días allá en casa de Memo, hoy día, sin su madre, la señora María Guadalupe Aceves Flores quien decidió ir al más allá a ser recibida por su esposo que hace algún lustro (poco más o menos) también dejó de existir... allá, donde podrán gastar "su tiempo" en cualquier otra actividad que dejará de ser mundana.


Y, mientras nosotros aquí, seguiremos llorando las ausencias, colmando de prisa la tarde, peleando con el tráfico citadino y reorganizando una y otra vez nuestro poco momento para el alimento formal... esperando (de alguna forma) que otra noticia del deceso de un amigo o pariente cercano nos haga detenernos en el arduo día para recapacitar en todo lo que estamos haciendo y/o en todo lo que vamos a dejar de hacer llegado nuestro momento.

Maestro Pacheco: en verdad deseo que anide en ti mi más sincero y profundo pésame por la ausencia hoy tan sensible de quien fuera tu madre. Dios nos de fuerza y resignación.

lunes, 18 de noviembre de 2013

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...Y llegó!

Quizá cargada de ilusión, de "entretanto", de cierto rescate a la relación o a un simple erro en las fechas.
De la tierra de los cristianos su significado y colmada de augurios positivos y esperanza.

Llega con dolor, con sus propios sueños, con su demanda de cuidado y afecto, con un llanto que sólo podrá ser escuchado y reconocido a decenas de metros por sus padres... De voz inconfundible y de pasión en su interior (como sólo lo sabe tener una mujer).

Llega para sembrar duda, paciencia, regocijo, gozo y un sin fin más de cracterísticas que sólo ella puede otorgar a quien la sostiene en brazos, a quien le acerca a su boca el alimento y a quien trabajará por décadas hasta lograr dotarla de la fuerza necesaria para que ella se valga sola.

Tal vez funcione correcta y exacta, quizá medite sus actos a más temprana edad que nosotros y redistribuya el amor de una mejor manera... quizá cante, escriba o lea más que nadie.
Sólo ella tendrá bajo su manga aquel secreto que será descubierto por quien alce su falda o derribe su pantalón llegado el momento.

Llega con luz propia entre tanto caos u oscuridad, con fe entre la duda, con destino aún sin poder andar, con delicadeza entre lo burdo y abstracto, con definición entre lo inentendible o poco legible... con más que dar, con menos por hacer, con más qué demandar al mundo y con cada característica que cada gen le ha otorgado para ser única e irrepetible en esta maravilla que es la creación y de lo cual Dios mismo nos ha enseñado a su forma y manera depositada en nuestro actuar y crear.


Bienvenida al mundo, Romina, hija de Gabriel y Adriana, de Adriana y Gabriel, nacida del precio del amor, del desenfado, de la guerra, de lo absurdo, de lo menos probable, del propio deseo, de un llanto que terminó hace tiempo y de otro más plagado de sueños e ilusiones.

Sea la vida en ti y bendición con tus padres.

martes, 12 de noviembre de 2013

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Fuera o dentro del dédalo me he topado con personas que, muy por encima de los valores morales o del "buen vecino", suponen que el mundo los merece y no existe nada más que su postura, su razón o su propuesta social ante el mundo.

Estos seres (si es que se les puede llamar así) obligan en cierta medida al resto a permanecer más recatados o más ajenos al ambiente que pueda suscitarse dentro de instalaciones en un bar o en una simple reunión.
Ellos, habitan entre nosotros y en ocasiones se sienten cual piedra en el zapato aún mientras manejamos un auto, observamos una película en el cine o nos encontramos en un restaurante con nuestra tranquilidad puesta en vilo al tenerlos presentes ahí.

Lo peor de todo es cuando se llega el extremo y, dada su pendeja postura y raciocinio, provocan sucesos que sencillamente desbordan nuestro entender y trocan la vida de quienes tuvieron al derredor en su momento.

Hablo aquí de las víctimas del bar "Aloha" en Zapopan del pasado sábado 9 de este mes y que se vieron envueltos en esa situación que sencillamente raya en lo absurdo, supera mi entender y no me da sino para sólo despotricar y mentar su madre a quien propició tal hecho.
Todo ello, independientemente, de otros tantos valores civicos y humanos que llanamente se tiraron a la basura o se hicieron a un lado gracias al abuso del alcohol y a la poca educación que seguramente este tipo (y los otros participantes) tienen en su cabeza... (si es que se le puede llamar cabeza a esa parte de su cuerpo que lleva en lo alto al permanecer erguido).

Mis condolencias a las familias pueden resultar ser poca cosa y jamás servirán de consuelo pues, los cuatro fallecidos a la fecha, seguro es que sólo intentaban divertirse aquella noche cuando, un pendejo (o varios) de estos que hablo desde el inicio, de manera lamentable coincidieron en el lugar y propiciaron tal hecatombe de impotencia, rabia, ira y dolor... Todo por una idiosincrasia que no deja de predominar en este enorme rancho que llamamos erróneamente y en muchas ocasiones metrópoli o ciudad.


Sabemos todos que los pueblos y las ciudades se forman gracias a las personas, a la gente y a sus costumbres... y entonces: ¿¡cómo debo llamar a este grupo de personas que propician tales hechos!?

lunes, 4 de noviembre de 2013

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Hoy me acerco a mi espacio, a este espacio que me ha conocido un poco más que algunas personas, con la intención del querer desgranar un tanto el significado de un simple "hola"... ese que he recibido sin más y que me da a entender en cierta medida que aún estás ahí, con vida, con tantos proyectos quizá que, para mi desgracia o fortuna, sigo sin conocer o terminaré por intuír.

Palabra que no va más allá frente a otras, que no solía ser nuestro vínculo habitual y que ha terminado por manifestarse en algún par de ocasiones y que sigue dejando decenas de huecos en mi entender al quedar sólo en eso; palabra, que no puede ir más allá del simple saludo vecinal y que forma parte del "tomar en cuenta" a quien está al lado de cierta amistad y que apenas conocemos mas no terminamos por entablar conversación profunda con él.

Palabra que, no propiamente excluye del entorno, sino que está ahí también a manera de inicio tentativo sin serlo forzoso pero que no termina por definirse de entre algunas otras que pueden ir un poco, tan sólo un poco más allá... Palabra que ha terminado por rebotar en mi mente, que sigue plasmada ante mis ojos cuando los cierro y que desea el "seguimiento" que siempre tuvo años atrás.

Palabra que preferiría mil veces hubiese sido omitida y que llegara el mensaje de texto totalmente en blanco a manera de centenares de palabras (y mucho más) reflejadas en dicho contenido, que podían dictarme ante mis ojos desde una sonrisa, una mirada, un grato recuerdo o cada forma que pudimos dar en su momento a cada encuentro... Palabra de cuatro grafías que llegó acompañada sin punto final y que sigue sin decirme más que sólo eso: hola.


Me acerco hoy pues a este espacio con el deseo de quizá quitarme de la cabeza ese y otro momento que se sigue tornando habitual entre tú y yo y que, aseguro, no terminará por gustarme jamás al quedar sólo en eso, en una palabra que, reitero, me hace sentir el vecino que recibe el cordial cotidiano o el desconocido apenas conocido...

¡Qué distinto sería el recibir la palabra "gracias"!

domingo, 27 de octubre de 2013

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Observo el título aún de mi blog y me vuelvo a recordar fuera del dédalo...

Yo sé que existen algunos que piensan que estoy dentro del mismo, que quizá exagero un tanto cuando me digo fuera de él, pero es que ha sucedido ya más de una ocasión en que estoy al punto de sentirme dentro (y cambiar así el nombre a mi espacio) y una situación u otra me orilla a decidir dejarlo así por más tiempo.

Probablemente sólos sea un tanto de decisión, de dejar atrás esos prejuicios y hacer de mi vida el propio papalote que cobre vuelo independiente, que mi vida se torne vida, que mi entorno no me haga trastabillar una vez más y dejar que las situaciones rueden cuan lejos quieran sin que me "afecte".

Y en verdad lo he conseguido por momentos aunque, sin previo aviso, retorne a detener mi andar y redescubrirme con dolor, con prejuicios, con situaciones que me frenan y que no dejan opción a sólo recapitular más cada día, cada asunto, cada frase proferida por este, ese o aquel y que me deja con la reticencia desmedida, con el entrecejo decaído o con los brazos alzados en señal de "luz, un poco de luz y paciencia por favor"!

El abuso de confianza ha jugado un papel determinante en todo este menester y me indago si este es el resultado de tantas noches... si este es el resultado irrefrenable del acaecer de una relación, si todo rumbo tomado indiscutiblemente llegará a topar con lo mismo...
Luego me recuerdo que este tema ya lo había tocado con ella y sencillamente ya no está ahí para volver a refrescarlo o seguir desgranándolo.

Aunado a esto, me vuelvo a recordar que muchos de estos tópicos provocan hastío en ella y ya no pueden repetirse... Esto es una lástima pues, quiero creer, mi estupidez es tan amplia que suele necesitar del mismo recordatorio una y otra vez a lo largo de mi vida... (Algo así como ese decir "te amo" constantemente para que no se "olvide" o para seguir "refrescando" la relación...)


En fin... Seguiré fuera del laberinto por tiempo indefinido.
Mientras tanto, ojalá que el tuyo te sea leve.

lunes, 14 de octubre de 2013

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...tendría en todo caso qué existir un "medidor de cordura" para revisar los niveles personales, para juntar en un grupo a quienes posean un mayor porcentaje de e iniciar con ellos una mejor generación más capaz y tolerante, más atrevida en lo que a muchos más nos cuesta trabajo decidir social e intelectualmente o al menos que decidan por otros tantos.

...tendría qué conocer a una mujer igual o al menos muy similar a ti para poder seguir desempeñándome como hasta hoy, para seguir recibiendo esa serie de mieles que sólo tú puedes otorgar, ese poseer asequible de unos labios o el poder regodear mi vista con sólo tu imagen y silueta a cualquier hora del día y bajo cualquier circunstancia.

...tendría qué volver a replantear el mundo quién está apto para ejercer el cargo más importante, el puesto más demandado o el hacerse llamar líder y no sólo otorgarlo a quienes, abusando de estúpidas estrategias, pueda convencer a aquellos con menos "recurso cerebril" y así conseguir un mundo más equitativo y justo.

...tendría qué haber contenedores de basura "voladores, inteligentes y automáticos" para que por si solos recogieran esas bolsas y desperdicios que el viento lleva de un lado a otro, que los chicles tuvieran más plástico para que el sol no les derrita tan aprisa y terminen en la suela de mi zapato o que se pudiera consumir cada envoltorio de los productos que mi inteligente industria actual crea.

...tendría qué arrebatar los oídos de aquellos que no "desean escuchar" para, al menos, poder utilizarlos en mi propio beneficio y que no sean un verdadero desperdicio de la creación.
Haría lo aplicable para manos, pies, boca y ojos...


Tendría qué hacer mil cosas más quizá, desenterrar uno que otro mito, convertir en espejo mi ventana, mirar de soslayo a todo aquel que desee participar y no pedir recibo alguno por quienes gocen aún de cabal salud y se unan a este extraño movimiento proveniente de un sueño... uno, en el cual, tú estás inmersa y del que sólo puedo rescatar tu plenitud y veracidad... el resto, el resto, podría permanecer como fútil y dar cabida a otros sueños donde, deseo fervientemente, volver a estar contigo y disfrutarte como hasta hoy.

...entonces no "tendría qué hacer más nada"... sólo ser feliz.

miércoles, 9 de octubre de 2013

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En ocasiones, el simple hecho de dejar pasar los días pareciera resultar contraproducente mas, supongo que el estar inmerso en el laberinto, este actuar tiende a hacernos reflexionar hacia dónde es que deberemos tomar el viro próximo.

En ocasiones, el simple hecho de callar pareciera resultar contraproducente mas, supongo que al estar aún dotados del pleno entendimiento, este callar obliga a hacernos discernir mejor cada frase que podemos referir el uno del otro y, mejor aún, escuchar nuestro exterior.

En ocasiones, el simple hecho de observar pareciera resultar contraproducente mas, supongo que el poseer aún de este recurso, este privilegio tiende a hacernos mucho más responsables de cada uno de nuestros actos que pudieran lastimar al otro pues, los demás, también poseen su percepción.

En ocasiones, el simple hecho de carecer de la ocasión pudiera resultar contraproducente mas, estando fuera del dédalo, este carecer obliga más a entender que no se tiene lo necesario para continuar, para forjar una nueva intención, para quizá gestar el intento que pudiera desarrollar la oportunidad de probablemente poseer la propia.


En ocasiones, el simple hecho de carecer de entendimiento pudiera resultar contraproducente mas, aún sin dédalo, este carecer pudiera hacernos creer mucho más de lo que realmente significa y obligarnos a bifurcar cada viro, cada intento, cada sueño, cada imagen, cada sonido o cada intento...

Habrá quizá ocasiones en que la misma ocasión nos vuelva a colocar en el intento...

sábado, 5 de octubre de 2013

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"...dejemos las palomitas para otra ocasión, el postre para el momento adecuado y vivamos nuestra vida como mejor podamos... En verdad que no deseo el tener qué reprochar después el que hayamos perdido nuestro tiempo y nos gane el olvido, la desesperanza, la tristeza o el hastío."

Qué culpa tengo al saberme práctico y sencillo por ser hombre, al saberme partidario del sentimiento, al tener qué aferrarme a imágenes una y otra vez para vida de adentrarme en tu deseo que, sencillamente, no termina por cotejar con el mío...?

Qué culpa tienes al saberte errada en cierto camino, con huecos distintos que los míos, con esa falta de experiencia que sólo la vida misma, el amor y el sentir te pueden dar y que no lograste rescatar desde nadie antes que yo?

Qué culpa tienen todos aquellos que han intentado colocar parte de la gama experimental en nosotros, cada película que nos sirve de reflejo, cada momento que termina por tornarse vacío o cada encuentro errado o a destiempo bajo las sábanas?

Qué culpa tengo al desearte tanto, al buscar el color de tu piel sembrado en mis pupilas, al querer sentir la textura de tu piel como lo quiso aquel o al terminar embelesado en tus pies acompañado quizá también por tu calzado como cierto otro?

Qué culpa tienes ante tu ineptitud, poca actitud, indiferencia, inocencia, bajo temperamento, poca paciencia, costumbre, recelo o resentimiento, amnesia, cambio abrupto, poca paciencia, admiración mal encauzada, falta de orgullo o sencillamente al desear la vida de aquella...?

Qué culpa tienen todos ellos quienes te han soñado, quienes te han seguido con la mirada hasta perderte de vista, que te han ofrecido el mundo o que te han prometido más que el cielo sin celo entre sus sábanas con sólo depositar en ti una sonrisa colmada de deseo carnal?


...dejemos las palomitas para otra ocasión... Qué culpa mutua y sentido le hemos dado a lo nuestro?

domingo, 29 de septiembre de 2013

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Fuera del dédalo aún se siguen mostrando algunas situaciones sentimentales que me hacen trastabillar, situaciones que, extrañamente, también parecen ocurrirle a ella en un ámbito quizá un poco diferente o similar pero que queda inmersa en el laberinto de cualquier manera.

Y es que, a pesar de todo lo que hemos vivido, a todas aquellas situaciones que nos dieron dolor o alegría, más que terminar con nuestra relación pareciera que se está reafirmando por otro vértice, desde otro aspecto... en verdad no logro descifrarlo aún y no quisiera terminar más confundido en dichos vértices suponiendo cosas cuando la realidad es otra...

El orgullo en sí, suponía, era quien tenía la pauta, quien predominaría pasado el tiempo e, insisto, si es él quien está de manifiesto, entonces sostendré que seguimos confundiendo lo que es el amor y nos está perdiendo en esencias y desvíos.

Cómo pues explicamos las travesuras, posturas "infantiles" (así como tú las llamaste) o las otras estupideces que, yo por ejemplo, he consumado de una manera tan absurda que terminamos por dar y/o aceptar la disculpa del otro cuando, en otros tiempos, sencillamente no existía todo esto.

La otra manera que has usado (y que en verdad aún no entiendo si es para probarme) ha sido ese sacar de situaciones que tenías más que guardadas y que suponías me harían daño al decírmelas pues se trata de detalles que te han ocurrido desde otros hombres en todo este tiempo que vives conmigo...

¿Será ello para volver a ponernos a prueba? ¿Realmente estamos "curados de espantos" que podremos soportar tanto lo que me comentes o aflore como lo que yo pueda agregar a lo tuyo conocido?
Supongo que no nos hace bien el "hacernos los valientes" y decir que "ya no importa, que ya no nos importa a estas alturas"... a menos que tú si puedas con eso y yo termine "desplazado del juego"...


No ha sido una vez en que he doblado las manos ante ti, que he entendido qué es la resignación o que he vivido postrado en un error para después reconocerlo cuando me lo has hecho ver...
Si esto forma parte del amar, necesitaré más que de tu apoyo para librar esta etapa que, suponía, ya no formaba parte de ningún dédalo pues, al seguir diciéndome fuera de él, no debería existir!

...O es quizá que nunca he estado fuera?

sábado, 21 de septiembre de 2013

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Muchas ocasiones terminamos quejándonos por una situación u otra que, para otros tantos, resultan ser mínimas comparadas con las que, severamente, ellos padecen y caemos en la exageración de nuestro dolor o desdicha.

Digo esto por todos aquellos que han resultado afectados por los ciclones Ingrid y Manuel de este mes y que, en mi humilde opinión, están sufriendo enormemente al perder desde un ser querido hasta la totalidad de sus bienes o fuentes de trabajo quedando así más que a la intemperie física, moral y económicamente por decirlo de alguna manera.

Y es que, desastres como estos debido a contingencias naturales, resultan fáciles de apreciar desde nuestro prisma cuando, los verdaderamente implicados, saben a la perfección lo que es el padecer y lo que es sufrir.
En mi caso, la comodidad (o suerte) que sigo teniendo debido a mi posición geográfica sobre el territorio mexicano me sigue brindando la opción de no poder quejarme y, sin embargo, sigo haciéndolo debido a mi falta de dinero o de esa tranquilidad que el tener trabajo nos brinda... Esto es, termino viendo sólo por mis intereses particulares.

Así, como muchos, terminamos haciendo lo mismo y nos olvidamos de que aquellos requieren de ayuda a raudales y no somos capaces de aportar ese grano de comodidad para quienes lo demandan con urgencia.
No quiero culpar aquí a políticos y demás que, con sus onerosos sueldos, más que desfalcar al país caen en la ridiculez mundial al decirse mexicanos y no hacer nada por minimizar ese desfalco... (y a pesar de decir que no quiero culparlos aquí, ya lo hago).

Mas, reitero, quienes tengan a bien ayudar (al menos moralmente) háganlo! Manden al averno a políticos corruptos, mediocres e insensibles que jamás verán por quienes padecen y hagamos que este país renazca en confianza por quienes lo habitamos (y no propiamente por quienes nos gobiernan).


El tiempo nos hará merecedores de dicha confianza y el pueblo terminará por levantarse en armas ante tanta chingada opresión, ante tanta pendejada e impuesto tras impuesto; ante tanta puta reforma que más que beneficiar sólo daña a quienes, como yo, necesitan llevar ese sustento al hogar y viven al día (a pesar de que tanto estúpido comercial radiado nos quiera "meter" lo contrario en la cabeza.

Reconozco en mi país a un México cansado y a punto del quiebre... Ojalá pueda formar parte de alguna solución.
Mis condolencias a aquellos que lo han perdido todo.

sábado, 14 de septiembre de 2013

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Hacía en verdad mucho tiempo en que no había reparado mi estatus... y no me refiero al estar fuera del dédalo, sino aquel que me determina el ser músico, el estar por ende inmerso en las notas y los pentagramas o en el rubro íntegro de la composición.

Había comentado algo a este respecto con Amado, un viejo conocido que hoy día sigue "peleando" (casi al igual que yo) con esa determinación a decir "NO" estando sumergidos entre tantas personas que acuden a escuchar música en vivo y no aceptar una propuesta.

Él y yo, en cierta conversación, acordamos que teníamos casi los mismos ideales respecto a seguir vigentes dentro de la trova, la composición o la música de propuesta... y dichos intereses eran sencillamente el echar a un lado todo cuanto creíamos podíamos ofrecer al público y, lamentablemente, nos tocó vivir en Guadalajara (México) donde las personas simplemente les vale siete chingadas lo que el músico ofrece en el escenario y sólo quieren escuchar lo que ya es conocido, popular o comercial.

Es por ello que, al recibir esa llamada donde me hacían saber que debería seguir trabajando en lo que soy, en volver a sumergirme en los pentagramas e intentar incursionar en determinado género musico-teatral que sospecho tiene mucha menos cautividad en la urbe, más vuelvo a reafirmar que no lo deseo, que quizá no me siento ya con la capacidad para trabajar removiendo la sesera y sostener aquel "NO" de hace años que coloqué en mi frente cuando empleos así me ofrecen.

Perdona si no te lo hago saber frente a frente... Quizá lo haga uno de estos días y, aunque vuelvas a subrayarme quién soy, qué soy y qué debería estar haciendo artísticamente en estos días, más que mi determinación aquella del "NO" es justo mi familia y mis atenciones a ella la que me atan amorosa y responsablemente a mi postura.


No ruego tu entender pues, supongo, no lo entenderás mientras tengas ambiciones artísticas... y, en lo personal, mi gente, mi mexicana gente, se ha encargado ya de apagar y semi-extinguir al "artista" que, sostienes, llevo dentro.

Esta valoración o apreciación tuya, en verdad la agradezco y estimo... pero creo que ya es cosa de un pasado y será difícil (muy difícil) el que la reafirme con lo que antes hacía y que hoy me otorga cierto mote del que a veces bromeo:  el maestro.

domingo, 8 de septiembre de 2013

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Aquel día fue esperado como pocos. La sensación de incertidumbre fue creciendo con el paso de los días al enterarme de que aún no tenía "la gana de salir" del vientre.

Me recuerdo revisando cada determinado tiempo dentro del mismo día el reporte meteorológico de aquella ciudad donde te encontrabas y pasaba largo rato revisando un dato u otro entre tanto ocurría el alumbramiento.
Es obvio que sucedió, y no fue sino hasta días después en que me enteré de la ecatombe de situaciones que se sucedieron en aquel cuarto de hospital... situaciones que se olvidaron con el paso de los años.

Mas no propiamente han quedado enterradas, siempre estan presentes cada que festejamos tu día, César, y que mamá te observa con esa mirada que jamás tendré desde ella pues, tú, fuiste más que una bendición para ambos aquella tarde en que, aferrado a tu bolsa, quisiste salir entero desde su vientre... sin dejar nada dentro.

Dolor, llanto y esfuerzo a raudal dejaste allá; lágrimas de ausencia e impotencia depositaste aquí y, aún sin conocerte, pude reconocer tu voz a través del teléfono a unas horas después que abandonaras el hospital al lado de esa mujer que sigue impactándome con cada año que transcurre y depositando silencios en mi garganta con sólo apreciarla.

Sé que con el paso de más meses crecerás tanto física como intelectualmente, que recordarás mucho de lo que hoy vives y que podrás analizar mejor las cosas y las situaciones... sólo rogamos tu comprensión al no poder darte todo lo que siempre has deseado desde nosotros y sólo para ti... ninguno de tus hermanos ha tenido todo lo que han anhelado debido a nuestras limitaciones.


Sé feliz mientras puedas... supongo que no "te queda de otra".
Siempre te querremos, César... siempre.

domingo, 1 de septiembre de 2013

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En el principio del mes, el contacto en inicio, el iniciar con un beso, el principio de aquella canción y/o el inicio de un deslíz, pudieron ser el tenor nocturno de las últimas dos semanas.

El principio de una noche que pudiera parecer fatalista, absurda o caótica estuvo a la par de mí aquí y allá este fin de semana en cada lugar donde ejercí mi labor. Yo sólo estuve espectante y analizaba cada muestra del destino que se gestaba ante mis ojos... privilegio, que me sigue otorgando el seguir fuera del dédalo.

El principio de un día desde su madrugada, estando bajo las sábanas conversando con quien acompaña mis horas de ocio, fue más que gratificante y a su vez tan intrigante que terminé por sólo dejarme llevar hasta topar con las horas de sueño que siempre me han acercado al sol de mediodía para continuar con las actividades.

Ese principio vacío en el establecimiento donde hago la música, el principio de una amistad intrigante para ella, la primer impresión en mi hijo tanto de otro hogar como de otro instrumento ejecutado por mí...


Cada principio, quizá, donde debe estar... en ese lugar donde tuvo que estar... aunque en ocasiones no sea tan aceptado por todos.

martes, 27 de agosto de 2013

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En ocasiones, aún estando fuera del dédalo, me gusta sumergirme, esconderme en mi trinchera...
Y es que desde ahí puedo ver un poco solamente de lo que es en sí el estar fuera y respiro con más cautela, observo el poco detalle que se atisba, señalo con mi índice cercano a mi naríz y lo lejano sigue estando ahí... inasible.

En ocasiones, me gusta permanecer callado (cosa que me cuesta más trabajo ahora) aún estando sumergido en dicha trinchera...
Y es que pareciera que estoy en un campo de batalla donde debo esconderme un tanto de cada ataque, de cada frase que tiende el derredor arrojarme cual bomba de tiempo y que no dudo podría estallar en cualquier momento desfigurando alguna parte de mi alma... dependiendo qué tan cerca caiga de ella.

En ocasiones, me gusta sentirme solo y recorrer de un lado a otro la trinchera a pesar de saber que el espacio es demasiado reducido...
Y es que necesito recargar parte de esa batería que necesito para sobrevivir, dotar de munición mi armamento y poder regresar a la batalla, a esa que libro estando fuera del laberinto desde hace meses... aún así que parezca todo en vano o innecesario.

En ocasiones, me gusta sentir la lluvia sobre mi cabeza (sin casco) dentro de la trinchera...
Y es que ella me recuerda que aún sigo vivo, que alguien más libra su propia batalla y que probablemente requiera de mi intervención en determinado momento... será entonces cuando salte del pozo y acuda al llamado.


En ocasiones, la trinchera no es más que sólo eso: una trinchera... y, estando en ella, sólo llueve, hay silencio, carezco de armas y el espacio es tan reducido que no cabe más nadie aunque quisiera...
Para cuando recapacito en ello, justamente es cuando la miro desde fuera... así como quizá me observe el dédalo estando fuera de él.

lunes, 19 de agosto de 2013

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Resulta por cierto para muchos que cada pueblo de nuestro país encierra tradición, costumbres, gastronomía, arquitectura e historia y muchos de dichos poblados tienen sus propios atractivos (algunos más que otros) incluso plasmado en su gente.

El punto al que intento referirme con ello aquí es a la era que vivimos, a esta "ciber-civilización" que se jacta o presume de ser moderna cuando, por muchas razones, tiende a recaer en lo absurdo y en la falacia debido a las propias contradicciones que nos muestra conforme visitamos esas poblaciones que no sobrepasan la dupla de millar en habitantes.

Y es que visité este fin de semana el pueblo de Cajititlán, Jalisco, donde pude catarlo con suma tristeza.
Ya había acudido ahí algunos meses atrás y tuve una grata experiencia del sitio mas, pareciera ser, que por ser fin del período vacacional escolar, todos los citadinos se decidieron acudir a festejar o a reventarse esa tarde, a viajar en lancha por la laguna que poseé dicho lugar y a contratar "por canción" a cuanta banda se acercaba a los puestos que están a pie de su pequeño malecón... con lo que mi tarde se convirtió en una verdadera guerra de bandas que estrepitosas no pude nunca descifrar ni el acorde o el tema interpretado.

Afortunadamente no bebo alcohol como para quedarme estacionado por mucho tiempo en aquel restaurante desde donde observé detenidamente cada pareja, cada muestra de baile y celebración, cada vendedor que repetidamente insistía con su producto en mi mesa o ese desfilar de familias jóvenes que, celular en mano, no perdían contacto con su civilizacióna través de Facebook, Tweeter o What´s up (entre otros tantos).

Cuán a gusto estuve aquella vez anterior en que el sonido del motor casi se perdía con el romper del agua bajo la lancha que nos dió un recorrido por ese enorme charco verde llamado laguna y cuando terminé mi tarde en el quisco del pueblo sólo con el sonido infantil de los pequeños que jugaban en el lugar y acompañado con alguna música que se dejaba escuchar en el equipo de audio de aquel vendedor de piratería dentro de su tianguis dominical.

Las aguas frescas, los helados, el paseo en pony, ese recorrer de veinte cuadras y terminar con todo el pueblo, su templo en espera de feligreses, las gorditas, la granada en vasito con sal y limón, los panecillos, las frituras, chicharrones, juguetitos y sus viajes en lancha... todo opacado por el "citadino bandero" que sólo quiere demostrar que se está "inn" mientras tienes "apergollada" a tu compañera y "la quebras" mientras, la banda más ruidosa del poblado, toca para él por una módica suma... el punto es que estaba plagado de ese tipo de citadinos toda la zona del pequeño malecón!


Qué tristeza... De nada sirve decirse que se tiene una cuenta en este portal o en otro por Internet... de nada sirve que yo mismo diga que poseo un blog (que por cierto nadie lee) cuando, lo que realmente se ve que somos, no recae jamás ni directamente en la red de redes... Todo termina por convertirse en un enorme, muy enorme rancho llamado ciudad, que se sigue extendiendo en los municipios aledaños y zona conurbana.
Y, todo, gracias a quienes lo habitan o a quienes lo visitan... a esas costumbres, estupideces sociales o actitudes que se dicen y no se miran o a las que no se dicen y se muestran.

martes, 13 de agosto de 2013

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Quién me manda ser así de sensible y, peor aún, no poder jactarme de ello o intentar al menos hacerle saber al mundo de mi estatus sentimental...

Quién me manda hurgar aquí y allá en ese sentir de quien acompaña mis días y no dejar que sólo ella sea quien me comparta lo que desee sin forzar nada...

Quién me manda el querer aparentar tranquilidad mientras se me habla cuando se malinterpreta ello como si no me interesara de lo que se comenta...

Quién me manda seguir fuera del laberinto y que todo se observe de manera totalmente ajena, reversible, revuelta y con severos altibajos que sólo destiñen mis pupilas...

Quién me manda el seguir sosteniendo algo que se predice insostenible o el seguir participando en algo que no parece ser partícipe para mí...

Quién me manda hablar desde el fondo si ya ni siquiera mi propio fondo me escucha, me cree o resulta con fundamento para después no ser cuestionado...

Quién me manda "intentar aprender" de los demás (como lo había hecho de manera habitual hace unos años) si aquellos quienes se acercan parecen ser personas con mayor decisión o determinación que la mía...

Quién me manda sacar cuanto me incomoda o disgusta de la vida si, aparentemente, ya no hay quien me escuche o se ofrezca para no juzgar sino simplemente escuchar...


Quién me manda ser así de sensible y que cada sentimiento tenga repercusión negativa en mi entorno...
Quien me manda intentar ser comprensivo y que luego te lo echen en cara con todo lo contrario...

martes, 6 de agosto de 2013

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Ni aún estando inmerso en el dédalo me atreví alguna vez a hacer un escrito acerca del cómo creo considerar que soy y ennumerar ciertos valores que poseo.
Sé que existen algunas terapias donde se nos obliga en cierta forma a reconocer dichos valores y a usarlos en nuestro favor debido a la baja autoestima que probablemente nos pueda aquejar en determinado momento de nuestras vidas.

Y no creo que, por decir aquí que me considero una persona noble vaya a causar una enorme polémica en el entorno o a que lleguen ustedes a pensar que me estoy aludiendo o sobreestimando (por no decir presumiendo).

Es justo aquí que, no más de uno, ha sabido abusar de ello e hizo lo que quiso con dicha humildad y, aunado a esto, supongo que, quien vive conmigo, por lo general es así también y hemos terminado por "afectar" incluso a nuestros hijos... Cuál es entonces el resumen? ...que toda mi familia es noble en gran medida y siempre terminan por abusar de nosotros de alguna u otra forma.

Cuán difícil resulta entonces el modificar esta actitud (que debería llamarla virtud) y ser como todos aquellos que nomás piensan en chingar al prójimo, que se aprovechan de toda situación para beneficio personal y terminan pisoteando relativamente a quien, noblemente, desea o sabe hacer las cosas según su experiencia de vida.

Qué tristeza es que tengamos personas así dentro de nuestra familia cuando, toda ella, tiende a ser noble, accesible y un tanto humilde...
Y es que no propiamente debe ser un hermano, pero sí un cuñado (a), primo, yerno o nuera.

Es justo que entiendo aquí la magnificencia del creador al darnos el todo en nuestro derredor para conocerse a sí mismo y, supongo, será trabajo de cada uno de nosotros el vivir o saber vivir acompañados por este tipo de entes que no terminan de entender de otros valores y sólo se aferran a lo que creen sin modificar nada.

Será acaso que yo mismo elegí el vivir rodeado por entes así? ...o estoy equivocado de círculo...
Es entonces que soy yo quien debe "aprender a vivir" con todos ellos?

miércoles, 31 de julio de 2013

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Qué ciegos nos ponemos en ocasiones ante las necesidades ajenas. Qué tanto intransigentes, absurdos y necios.
Si bien las propias demandas nos exigen el tener que trabajar más y no logramos sino sólo lo necesario, qué postura tan estúpida resulta pues la de ponernos reacios a negar la de los demás.

Qué estúpido resulta también el que, aún sin tener para dar, queramos quitar a quien ya carece, optar por una postura de indiferencia y, peor aún, el que ni siquiera a nuestros hijos les queramos consumar sus necesidades más primarias como lo es el dotarles de alimento.

Si bien he creído que Dios está ahí para ayudarnos cuando más requerimos y nos coloca en el lugar indicado para poder arrimar un poco de pan al hogar, cómo es posible que se aferren del nombre "Jesús" para hacer negocio y aprovecharse de mentes más débiles y carentes de lucidez cuando, dichas cabezas, no pueden siquiera con el peso que ya cargan de su prole o su responsabilidad familiar.

Con esto, sostengo que Dios no necesita que se haga limpieza en su santuario mientras que, en casa, todo es un desorden; que Dios no necesita que le demos dinero cuando en casa se padece de suma austeridad económica y, cuán pendejos seguimos siendo al saber que, con la entrega de cierto diezmo forzado, lo único que haremos será el carecer más y enriquecer a quien realmente no "hace nada" por obtenerlo... sólo por mentar en su boca el nombre de "el salvador".

Y mientras tanto, qué?? Seguiremos dando de lo que tanto carecemos para así "poder entrar al reino de los cielos"?? Seguiremos apoyando a la iglesia (cualquiera que esta sea) mientras que ella no nos apoya siquiera un tantito en lo mundano?? Acaso se resolverán nuestros conflictos familiares y económicos sólo con contar con el apoyo moral y cierto trajín de mentiras que sólo nos apendejan más??

En verdad no lo digo por mí... pero me encantaría que decenas de personas abrieran por fin sus ojos y se percataran que, Dios, es otra "cosa" muy diferente a lo que nos intentan "meter", que el dinero es de los hombres y para el uso de los hombres (no para Dios) y que no existe más prioridad en esta vida que lo que poseemos tanto humano y familiar como material, que lo moral lo podemos coger sólo observando y haciendo el bien y que es preferible tener aseado nuestro lar mucho más que aquel púlpito donde rezan repetidamente las palabras sabias que, por desgracia, nosotros como simples mortales y humanos no logramos comprender y descifrar para vivir mejor.


No se ofendan... no lo hago con esa intención... Sólo deseo en verdad que no sean tan pendejos y abran los ojos a la realidad, a su realidad, a la realidad de esta vida y de este mundo.

lunes, 29 de julio de 2013

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De alguna forma termino observando el cómo es que, poco a poco, uno tras otro de los espacios personales de ciertas amistades que solía seguir por Internet quedan "en silencio" o sencillamente desaparecen.

Y no es debido a que fenecen, sino a que quizá simplemente han encontrado otra manera de estar presentes en el mundo más que en el ciberespacio... y me pregunto si, en lo personal, terminaré igual que ellos.

Ya alguna ocasión dejé de estar presente, dejé de contactar con todos ellos y en verdad no dudo el volver a hacerlo; sin embargo, este espacio es "lo único que me queda" luego de ausentarme de los demás medios a los cuales recurrí durante algunos años.

Hace un par de días, por ejemplo, concluí una de mis noches con la presencia de cierto círculo de personajes y compañeros músicos con los cuales recorrí gran parte de mis inicios en la música. La "trova" era nuestro estandarte y, dada la necesidad económica y otros asuntos personales, dejé de hacer para volcarme más a la profesión de ser simplemente intérprete.

Así pues, éxitos musicales de diversos autores, pasan por mi garganta y guitarra noche a noche mientras laboro y, esa noche de la que hablo, me hizo mirar un tanto atrás en el tiempo para entender qué es lo que estoy ahora haciendo y lo que probablemente termine haciendo después.

En mis bolsillos, la economía no reluce tanto a pesar de sólo dedicarme a ello y, es obvio, que en aquel pasado ni siquiera pude cargar un poco alguno de dichos bolsillos con lo que, resumí, que debía dejar de hacerlo... y es fecha en que sigo sin arrepentirme.

Mi círculo ha crecido desde entonces y sólo descubro que aún me recuerdan, que no ha sido "tan necesario" el que recurra nuevamente a aquellos mensajeros en Internet y, lo que es de mi música, parece que se sigue manteniendo un tanto sólida en aquel pasado.
Los amigos que me visitan en mi lugar de trabajo siguen preguntando por mis temas aquellos que solieron escuchar y que desean volver a catar con sus oídos (por decirlo de alguna manera).


Gracias a todos ellos por hacerme recordar parte de mi esencia esa noche, gracias por participar de nueva cuenta con su talento y gracias a todos aquellos quienes aún me recuerdan a través de la red de redes pues, de alguna forma, aún sigo aquí y, en verdad les digo, no sé cuándo es que terminaré por desaparecer en totalidad.

Gracias a cada uno de ustedes por seguirme.

sábado, 20 de julio de 2013

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Fueron al menos dos ocasiones en que se dejó escuchar la frase "qué lástima que sólo en ocasiones así nos reunimos o volvemos a ver"... Fueron al menos dos ocasiones más en que pude verlo ejerciendo hace alrededor de dos meses y, seguramente, más de doscientas personas le acompañaron en sus últimos momentos sobre este planeta.

Y, mientras eso sucedía por un rumbo de la urbe, por otro festejábamos a nuestra hija en casa con motivo de su cumpleaños... y así, relativa y correspondientemente.

Aquella noche fue de recuerdos, de suma tristeza y de desvelo seguro, el mismo al que estamos acostumbrados todos quienes trabajamos en la música y, aquellos otros quienes lo hacen por necesidad o simple amor a las altas horas de la noche, seguro sabrán a qué me refiero.

Benditas nuestras esposas (os) que tienen a bien entender nuestra labor; benditas, por las tantas horas malas y de preocupación que a menudo sembramos en ellas... Benditas por "cargar cierta cruz" (como coloquialmente se dice en este rancho) que no "les correspondía" como tal. Benditas por lidiar con nuestros raquíticos sueldos actuales y hacer las veces de organizadoras y repartidoras de cada centavo. Benditas por seguir al alba y con una sonrisa cuando, al tiempo de dejar su lado, terminan llorando de cualquier manera y vuelven "en sí" luego del largo sueño al que las sometemos con nuestra vida, arte y rumbo errático que en muchas ocasiones tomamos u optamos por.

Y vuelve a ser como tontamente lo manejamos en vida pues no es sino hasta que alguien del gremio fenece en que nos acercamos tanto el uno del otro, en que volvemos a visitarnos y cuando justamente ya no está "en tiempo y forma" y son los que quedan quienes se enteran de cuántas personas nos estimaban, de cuántas más llorarán nuestra ausencia, de cuánto y cuánto detalle queda impreso en acetatos, grabaciones y ejemplos fehacientes de que en verdad amamos (o al menos intentamos) esto que hacemos y que es la música.

No soy yo el más indicado para hablar de él... no puedo ser yo quien detalle su persona y haga sobresalir frases suyas como "hermano, no me regales dinero, regálame tu corazón!" y que utilizó en sus últimos días...
No soy yo el indicado para detallar quienes y cuántos lloraron en su misa de despedida y cuerpo presente escuchándole despedirse y agradecer a todos quienes se concentraron en la iglesia sabiendo hasta entonces que "había preparado todo" previo a su deceso...

No pude ser yo "nadie" quien pudiera hacer levantar un poco la mirada de los dolientes y sólo deseo hoy el poder coger parte de esa fortaleza que observo en todos ellos para cuando me toque despedir a uno de mis más cercanos consanguíneos...



Mientras tanto, que se deje escuchar ese piano, que se entrelacen una vez más esas armonías y que nos hagan recordar hoy y siempre a este compañero y amigo que ya nos ha abandonado que, mi instrumento musical, estará ahí para cuando él vuelva a preguntarme: "Lalo... dónde está la guitarra?"

Q.D.E.P.
Octavio Armando Armenta Gomezllanos.

jueves, 11 de julio de 2013

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Asoma al pequeño espacio que me has dejado... Qué puedes ver desde ahí? Divisas más que un horizonte? Puedes tantear gran parte del terreno que pisas? Esperas que el clima cambie para permanecer y/o estar más a gusto o más estable? Dónde dejas lo que puedo o pudiera abarcar si me limitas así?

Busca lo poco o mucho que me has escrito... Qué puedes encontrar ahí? Puedes leer en ello más que un horizonte? Se encuentra plasmado con tus grafías gran parte del terreno que has pisado conmigo? Hablas ahí del clima que impera conmigo y contigo? ...o sólo hablas de ti y me limitas en tus textos?

Recuerda cuánto crees haberme dado... Qué tanto ha quedado desgastado en ti? Pudiste encontrar tanto tu horizonte como el mío en cada piel? Supones que cambió la temperatura en nosotros lo suficiente para estar así? Hacia dónde supones que debería moverse la balanza?

Escucha cuánto se dice y cuánto no... Qué tanto de ello queda grabado en tu recuerdo? Crees que existe o existirá un nuevo horizonte después de ambos? Has podido escuchar cada paso que hemos dado en busca de un mejor lugar donde la temperatura nos favorezca?


Crees que me quejo? ...asoma pues a nuestro espacio, busca cuánto nos hemos escrito, recuerda lo que nos hemos dado y escucha lo que se convierte en sonidos mutuos...

Supones aún que me quejo? Lo puedes ver desde ahí? Existe un horizonte y camino donde no estés? Habrá un mejor clima tanto interno como externo luego de escribir o no hacerlo?

viernes, 5 de julio de 2013

Entre Pendejos me veas.

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Muchas veces he resaltado la natural virtud y belleza de la mujer ante el hombre y muchos otros méritos que ella posee en el aspecto de inteligencia, tacto y demás. He dicho también que el hombre, por su género, tiende a ser el más estúpido ser que habita este planeta... ello, por ser hombre, me incluye.

Así pues, en labios de una mujer, el término estúpido tiende a convertirse en pendejo acorde a cada acción realizada por aquel que cree ser el mejor ser sobre el planeta... ello, no me incumbe, pues yo mismo me he dicho pendejo en cierta medida.

Mas, ante los ojos y experiencia de mi pareja a mi lado, mi pendejez ya ha cobrado sus bonos y no ha importado el que posea otros detalles positivos que me hagan sobresalir de entre tanto pendejo y, el hecho de haber logrado un desliz, ya no me libra de serlo así me hinque, le demuestre mi arrepentimiento o le haga ver de alguna forma que "he aprendido la lección".

Mi "maestra" ha sido dura en ocasiones conmigo y ha bastado sólo un detalle para sumarme a la vasta mayoría de pendejos que habitan el planeta.
Puedo apreciar la fortaleza física varonil, su elegancia, lo atractivo que puede llegar a ser un varón o el que posea el don de la palabra y/o posea una voz que pueda derretir algunos oídos, que tenga un gran futuro profesional o una virtud en las artes o en lo culinario mas, eso, no ha sido suficiente para los ojos y el entender de quien acompaña mis días... tarde o temprano terminará siendo un pendejo más dado su género.

Y es que sí conozco a muchos tantos que pudieran recibir una medalla a la pendejez semanal o mensualmente y, sostengo, que sí puedo contarme dentro de una minoría que no termina por dejar de ser pendejo pero que tiende a recuperar terreno ante tanto otro que resultaría difícil de alcanzar... es una lástima que, en la gran mayoría de las ocasiones, ella ya no me pueda ver así.


No creo que Dios haya creado este planeta para sólo colocar en él a puros pendejos y, de haber sido así, supongo que existen también muchas féminas pendejas que tienden a confundirse entre tanto pendejo.

domingo, 30 de junio de 2013

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En un día 30 podré quizá tener igual cantidad de palabras para ti, horas por esperar semanalmente para hacerte el amor o sencillamente para estar a tu lado y esperar el arribo de un nuevo día.

En un día 30 como hoy, el fin de mes anuncia el desgaste del año, la mitad de lo que ha resultado en su transcurso y la expectativa de lo que podrá suceder entretanto sigamos en la lucha y no luchando entre nosotros.

En un día 30 como este, flores de igual cantidad podrán florecer en tu lecho gracias al estado etílico u otro que pueda modificar tu visión y percepción pues, las que pudiera depositar a tu lado adquiridas en algún lugar, no podrían determinar que estarán ahí siempre.

En un día 30 los años rebasan nuestro acontecer, la madurez adquirida está por encima de una simple fecha y los temores tienden a desaparecer lentamente gracias a ti, a mí, al entorno y a pesar de esta sucia incertidumbre que nuestra situación económica nos impone.

En un día 30 como hoy, desearé tener igual cantidad de caricias para ti y desde ti aunque, la mayoría de las ocasiones, sea sólo en mi imaginación y en sueños pues, cuando ha sido posible, mi felicidad no se puede medir.

En un día treinta como este, sigo escribiendo por mí, para ti, desde mí, por encima de ti, a pesar de lo que me mueve y a costa de lo que me ofreces que, sin ningún agravio, tiende a darme una extraña estabilidad que jamás imaginé y que, sorpresivamente, sigue en desarrollo aún con la suma de más días.


Seguro habrá más días treinta que compartir y que dejar en el olvido y, en verdad te lo digo, los quiero todos, todos contigo.

sábado, 22 de junio de 2013

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A lo largo de mi historia la mujer me ha impresionado sencillamente por el hecho de ser mujer. La maravillosa virtud que posee de poder parir, de otorgar vida, de ser un enorme sostén para la familia y ser el pilar principal del hombre o el de salir adelante en la vida a pesar de tener más que el mundo en "su contra".

Es menester pues el decir que muchas otras me han impactado por ser lo que son y por añadir ese toque que, en definitiva, atrajo mi atención en algún momento al ellas cruzarse en mi camino.
Rescato aquí aquella quien decidió dejar su relación marital y buscar así un mejor devenir para sus días, aquella quien trabaja actualmente entre hombres quienes sólo descansan en ella sus miradas con fines lascivos o aquella otra quien, incansable, busca el preservar del arte y la cultura popular aferrada en lo nuestro, en lo nacional, en la creación y trabajo de autor.

Aquella quien utilizó su cuerpo sólo para atacar al sexo opuesto sin percatarse de que el daño era más para ella que para el resto, aquella quien dejó este país a muy temprana edad por no estar de acuerdo con la manera que tiene de manejar la cultura y la educación (entre otras barbaridades) o aquella quien tomó la decisión de no concebir un hijo en su vientre porque sencillamente sabía que no amaría a ese producto.
Ojo aquí, no premio esta decisión, sólo digo que me ha impactado y ha llamado poderosamente mi atención.

Aquella que ha asesinado a sus hijos para no verlos sufrir, aquella que ha dejado a los suyos para huír con su pareja, aquella que buscó al máximo el dejar en la ruina a su marido sólo con el fin de poseer dinero y a costa de su propia estabilidad al saberse más débil e inexperta y perder un juicio y otro... juicios.

Aquella quien dejó de contactarme por no tener problema con su pareja, aquella otra que ya no encontró nada atractivo en mi manera de pensar y que optó por callar... aquellas contadas que me saben y conocen hasta el fondo del alma y que no han utilizado eso para atacarme o denigrarme como persona... en verdad que no dejan de impresionarme al redescubrirlas así como mujer que son (en el enorme entender y significado de la palabra).



No sé cuántas más descubriré, cuántas más atravesarán mi mirada y cruzarán por mi andar... lo cierto es que, día a día, no dejo de impresionarme gracias a esa estupenda manera que poseen de ser, a ese nunca desdeñable amor que despiden con su sola presencia y a otras maravillas que pueden ser rescatadas con sólo atisbar en sus manos, en su mirada, en su aspecto o en su palabra.

A todas ustedes quienes han cruzado por mi vida: ¡mil gracias! Gracias por haber permitido que este ser haya entrado un poco al menos en su haber y conocerles lo suficiente como para no olvidarlas.

martes, 18 de junio de 2013

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Una mujer más que conocí un tanto me impresionó sencillamente a partir de su naturalidad y aspecto sencillo ante la vida.

A ella la vi por primera vez en casa de una amiga y, muy independiente del aspecto maduro y desenfadado que poseía en ese entonces, fueron aquellos puntos los que llamaron mi atención.

No le supe mucho en aquellos dos o tres contactos visuales en casa de esta amiga y no fue sino semanas después en que algunos eventos pudieron dar pie al contactar, en inicio, por vía del correo electrónico y una sola ocasión en que me pidió salir a tomar un café y conversar.

Los tópicos que charlamos en aquella ocasión fueron suficientes para mostrarme la vastedad, libertad, madurez y ecuanimidad con que observaba ciertos detalles de la vida atrapando por demás mi atención y considerarla desde entonces una mujer entera en toda la extensión de la palabra y/o frase.

Muy por encima de cualquier pensamiento mío, ella sobrepasó (y por mucho) cada ponencia, cada observación o cada recapacitar desde mi perspectiva al grado de llanamente sentirla superior, dotada de una amplia gama de criterio y, apoyado en ello, fue que algunas veces requerí de su opinión personal... los resultados siempre fueron superiores a mis expectativas.


Hoy día le recuerdo y agradezco al destino el haberme postrado un tanto frente a ella y, si bien nuestro contacto es por demás raquítico, nunca deja de impresionarme el que me recuerde tan a detalle cuando más le olvido (y de manera lenta) debido a la lejanía.

Desde este espacio deseo en verdad que su vida sea más que vida, que su amor ocurra en todo cuanto toque u observe y que el destino mismo nos vuelva a colocar el uno frente al otro para seguir aprendiendo de esta maestra de vida.

viernes, 14 de junio de 2013

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Algo de lo más impactante de ella recayó justo en su manera de tratar los temas.
Cada una de sus preguntas iban directo al plano menos esperado y, el afán de rebuscar entre las palabras dichas y las que no podían en cierta manera salir, eran el bastión desde donde lograba atraer mi atención.

Nunca fue su físico. No poseía los dotes femeninos de la época o de la moda volcada en revistas o comerciales. No ostentaba sensualidad en ninguna de sus facetas al caminar o al mover sus manos como muchas tantas que, en cierta forma, es parte de "su arma" ante los hombres... aquí cabe decir: ante "qué tipo" de hombres.

Luego pude conocer de ella su hospitalidad; posee cierto afán de complacer a su visita muy particular y única. Puedo decir en verdad que es una estupenda anfitrión y, su grado de estudio, contrastaba enormemente con su edad.
No puedo asegurar aquí que pudiera deberse a sus tantos viajes, a su profesión en específico o a esa "nueva manera" que tiene la juventud de hoy de mirar y "manejar" a placer su entorno, su vida y su mundo.

Nunca quise impresionarle. Las armas que poseía en esos tiempos no eran para nada aptos para ello y sólo ofrecí esa parte de mi amistad para ella que, en definitiva, pocos pueden tener aunque, con el paso de las semanas, supe que ni siquiera eso la "mantendría" cercana o con miras a que todo esto fuera perdurable.

Nunca recibí desdeños; sólo obtenía de ella consejos y, su uso peculiar de la palabra, sacudía constantemente mi razón y entender.
Podría decir en este momento que, en definitiva, todo lo físico en ella, jamás tuvo relevancia en mí y, no por ello, desee en un tiempo el que nuestra cercanía (por llamarla de alguna manera) no llegara a un pronto fin.


Hoy día poco, muy poco sé de ella y su paradero... pero eso no deja de significar el que agradezca al destino el haberla acercado un poco a mi entorno, entorno, que supimos compartir breve y conscisamente sin que existiera una responsabilidad de ninguna de las partes para sentirnos quizá comprometidos el uno con el otro.

Habrá qué esperar más aún tal vez... y, la nueva pregunta es "para qué"?

lunes, 10 de junio de 2013

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Quiero creer que lo primero que me llamó la atención de ella fue su manera sencilla y humilde de mostrarse a pesar de saber que contaba con un pasado mucho más que plagado de escalafones difíciles y mucho estudio.

Habíamos tenido sólo algunas conversaciones previas y uno de esos días quiso mostrarse frente a mí para corroborar cierto comentario que habíamos hecho entorno a mi quehacer musical y, bastó, el simple hecho de ella sentarse a la mesa frente mío y dejar que las melodías tomaran el curso de la noche para luego poder dar inicio a una charla que no se extendió demasiado debido al día entre semana en que coincidimos.

En esa primera ocasión tanto la sencillez de su atuendo como, insisto, la humildad que mostró en nuestra conversación aunado todo ello a una inolvidable sonrisa que, sé, aún posee, fueron el marco perfecto para extender un poco más esa noche sin más compromiso que el tener una simple charla.

Recuerdo perfecto de ella su leve maquillaje que había colocado en su rostro y una suave fragancia que, discreta, inundó amablemente todo el recinto o, al menos, la habitación donde nos encontrábamos.
Por otro lado y por decirlo de alguna manera parecía que escondía un tanto sus ojos o su mirada no intentaba "depositarla" plenamente en mí. Sus manos dibujaban simplezas en una servilleta después de haber tomado algunas notas a lo largo de la noche y previo al que me sentara a su lado.

Cierto par de conversaciones más continuaron, y de manera muy espaciada o esporádica, a lo que dibujaba un inicio amistoso perdurable hasta que, una noche volvió a presentarse por última vez ante mí con un atuendo que aún preservo en mi recuerdo y que terminó por impactar y llamar enormemente mi atención.
El color beige será desde entonces lo que me remonte a su recuerdo pues, luego de esa noche donde sólo conversé algún par de minutos con ella, se despidió con una sonrisa tan hermosa como franca de mí y hoy día en que escribo es fecha que no sé en absoluto nada de su paradero o devenir.


No puedo sino sólo agradecer al destino el haberla conocido aunque haya sido tan conciso y breve 'nuestro' tiempo y, aunque no puedo asegurar que "le conocí" a detalle, casi puedo adivinar que lo mejor de la vida le sonríe... pues es lo que ella (y muchas mujeres más) merece.

viernes, 7 de junio de 2013

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Aún recuerdo lo que me llamó la atención de ella el primer día que le vi.

Una sonrisa enorme iluminaba su rostro y su cabello hacía las veces del encanto extra que resultaba difícil dejar de mirar. Su manera de vestir acorde a su edad y la sencillez con que portaba su atuendo para desempeñar su trabajo.

No fue sino un rato después en que pude observar con detenimiento el manejo de sus manos que de inmediato me atraparon e hicieron desvariar un tanto mi entender.
Su manera de hablar y su tono de voz ya me había orendado algunos días atrás y, gracias al horario en que pude hacerlo, mi atención era por demás atraída al máximo para cuando le vi físicamente.

Con el transcurrir de los días y los encuentros me percaté de esa manera que tenía de entender el todo, de esa lucha constante a la que se sometía para encontrar cierto rumbo en su vida y el derredor ayudaba al marco en esos meses de otoño que vivimos.
Admiré con interés su pulcritud y limpieza y caté algunos tenues aromas que despedía en su ir y venir cercana a mí, aromas que, sé, llevaré por siempre en mi recuerdo.

Otras sorpresas se fueron dando y, con ellas, mi atención estuvo más que saturada a la vez que reafirmaba, y con creces, cada detalle anterior que podía rescatar desde ella.
No tardamos mucho en querer "reparar al mundo", en contarnos mutuamente nuestro pasado e intentamos llenar algunos espacios personales con nuestras citas que, luego de unos meses, fueron mucho, mucho más de lo que alguna vez quizá imaginamos.


Y, definitivamente, fue su sonrisa al mirarle... su voz al conocerle y toda su femeneidad conforme la pude observar en total desnudez.
No conforme con todo eso, pude "robarme" de su hogar una fotografía de ella donde, su sonrisa, es para mí ese sello del tanto que atrajo mi atención en inicio.

No está por demás decir que agradezco enormemente al destino el poder haberle conocido.

martes, 4 de junio de 2013

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Tras cierto recorrido en auto o en bicicleta, mi observar del derredor se acentúa conforme encuentro personas tanto en su auto como por la calle.

Dicho observar a detalle tiende a volcarse mucho más sobre el sexo femenino: su manera de vestir, su característica al andar, el dejo de su probable fragancia tras su paso, su semblante o quizá algún detalle que realce su presencia en dicho derredor.

Y no termino por entenderlo del todo cuando recapacito en ese deseo en ellas de sobresalir de las demás, de mostrarse más joviales, más atractivas o sensuales... la pregunta es "para qué"... y es que aún me provoca desgaste esta actitud o manera de ser cuando ellas no terminan de comprender quizá que todo esto se vuelca directo al líbido masculino de quien se encuentre cerca.

No, no es mi caso en un porcentaje elevado. La vida me ha enseñado a reservar la postura y/o comentarios ante cualquier eventualidad de ese tipo y, sin embargo, no puedo pasarlo por alto... sigo tratando de entenderlo y asimilarlo sin que deba entorpecer más mi razón.

No me recuerdo si hace tiempo ya me di a la tarea de comentar al respecto y, al saberme hombre, qué ganas entonces de ser mujer y poder "entrar a esa competencia" y, todavía mejor aún, poder comprender del todo este comportamiento masivo que nos abruma un tanto en estos años.
Luego me recuerdo de esa frase que en ocasiones suena un tanto absurda y que reza: no hay que comprenderlas... solamente amarlas.



Supongo que seguiré observando este acontecer femenino en mi entorno, en mi lar y en cada sitio que visite pues, de cierto es, que no puede pasar desapercibido ante mis masculinos ojos mas, por otro lado, les podría decir que existen "otros detalles" (que no son físicos propiamente) que saltan más y llaman poderosamente mi atención cuando observo a detalle la presencia de una fémina cercana a mí.

viernes, 31 de mayo de 2013

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Fuera del dédalo, la lucha de poderes se torna más cruda. Cualquier tópico representa en la actualidad una burda abstracción de lo que se ha pretendido desde el inicio. Algunas situaciones son plausibles y rescatables a pesar del todo, pero no deja de mermar en el estar o ante la estabilidad.

De manera lamentable, mi entorno se encuentra en oposición y termina por semi destruír gran parte de lo que soy o lo que he pretendido ser. El buen alimentar de mi ego no logro rescatarlo desde mi lar o mis consanguíneos y, peor aún, he permanecido un tanto aislado para no provocar más inestabilidad... todo, con pésimo resultado o reacción vana.

Supongo que tendré que recogerlo desde otro dédalo pues, al que sigo paralelo, en definitiva parece tornarse más que escabroso sin el menor indicio del que pueda formar parte esencial... y no es porque quisiera meterme en él por fuerza pues, de cierto sé, cada laberinto es propio de quien lo transita y, el hecho de permanecer paralelo a él, no propiamente significa que deseo internarme, mucho menos, si no me es permitido.

No he dilucidado del todo cómo es que he terminado aquí. Culpé en inicio al maldito dinero y, poco después, pude percatarme de que existían otros intereses que predominaban entorno mío y que dificultan aún hoy este estar... mas, parece ser que deberé esperar determinado tiempo pues, esto, no es de una semana o dos... probablemente requiera de meses...



Sólo espero que aún posea un tanto de integridad cuando pueda reencontrar mi dédalo y poder sortear cada viro cuando, por fin, me adentre...
Ojalá para entonces esté acompañado por alguien que sorteé su propio laberinto en contubernio conmigo... y, entre otros puntos, me entristece el tener que acudir a este espacio para vida de "ser escuchado" o que mi comentario y acción pueda tener algún reflejo.

lunes, 27 de mayo de 2013

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Hacer el amor...
Permitir que sea sólo el entorno de ese minúsculo lugar el que nos posea y nos mire fundirnos en uno solo con la ferviente certeza que existirá la energía suficiente que navegue en derredor nuestro y se convierta en llamarada que ilumine cuanto rincón posea dicho espacio.

Hacer el amor...
Tener la pausa requerida en el dédalo para disfrutar de cada miel que me ofrece tu cuerpo, redescubrir el aroma de tu boca, el satín de tu silueta a media luz; adivinar tu contorno, tu intención, tu sendero a seguir en cada recoveco de mi piel y yo en la tuya... Iniciar en el fin del día.

Hacer el amor...
Saberme atado a tu piel, a tus caricias, a tus manos y pies y sentir desde ti el calor amoroso que desgarra cada fibra de mi alma sin siquiera tú mediar palabra.
Dejar que sea nuestra respiración el dialecto y la imaginación el camino a seguir en esa pausa... Sabernos parte del cosmos y agradecer al momento el dote de placer con el cual se puede redimir el más brusco de los seres, el más atónito de los sueños o el más odiado de los sentimientos.

Hacer el amor...
Dejar que el tiempo se convierta en olvido, que todo siga moviéndose en el exterior mientras nosotros detenemos nuestro presente; hacer mofa a Morfeo, apoyarnos de la leal Selene e incluso poder esperar la luz del día siguiente sin importar la hinchazón de ojos o el cansancio físico luego de tan ardua labor en las sábanas.

Hacer el amor...
Jugar a redescubrirte, reinventarnos, volver a sabernos vivos, deletrear tu nombre y formar acrósticos con él mientras posas tu boca en mis pies o yo en los tuyos.
Hacer una pausa más... descansar sobre tus piernas o sobre el pecho, tu espalda... besar cada centímetro de tu piel y no compartir nada con el exterior... Sabernos dadores, creadores de vida.

Hacer el amor...
Otorgarme vida y amor con sólo un roce tuyo o tu sonrisa, confiar en el futuro, olvidar el pasado, sentir y sólo sentir... Saberte egoísta de mí.
Poder optar jugar desde cada punta tuya; llenarme la boca con tus fluídos, tu garganta o tus prendas... Urgar entre fetiches, cogerlos desde ti... cogernos mutuamente.



Hacer el amor...
Regalo de la creación y, tú conmigo, aún en silencio, paraíso terrenal.

viernes, 24 de mayo de 2013

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...Ya tienes mi lectura contigo, cuentas uno a uno los días que transcurren y puedes de nueva cuenta soslayar el alba a mi lado, remembrar lo vivido e intentar lidiar juntos como siempre lo hemos tratado mas, muy sin embargo, quedamos a un paso del saberlo todo pues, resulta mucho más fácil el sólo decir que "todo sigue igual" aquí y allá para no meternos al antiguo laberinto o manchar de líneas saladas nuestro rostro.

El asunto es que "no queda tanta tela de dónde cortar" y concluye de prisa la conversación.
Puedo aceptar que gran parte está en mí y que no podría soportar aún el que nos adentraramos demasiado a ese estrecho del dédalo de donde provienes y que me ha tenido en vilo desde hace un poco más de dos meses pues, por mucho que lo intenté, definitivamente no pude con él y el sentimiento se fue apoderando poco a poco de mi entereza hasta volverla incertidumbre... supuse entonces que había un intruso en mí, quizá también en ti, en nuestro entorno.

Y me pregunto cuánto más podré soportar este estar, cuándo podré disfrutar de nuestra miel como quizá tú ya lo haces y desde donde sólo recojo amargura...
Cuánto más, incluso tú, podrás soportar mi dilema en silencio para después hacer estallar el envase que lo contiene e intentar derramarlo sobre una mesa desde donde ambos beberemos amargamente e infectarnos así del todo.

Sé que el momento es sólo mío, que he sido yo quien lo gestó, provocó y motivó para que así fuera y, perdona, pero no encuentro freno a esto desde el mismo momento en que ocurrió y que seguirá ocurriendo muy a costa de todo, de todos o de mí... y es justo cuando el indiferente asoma, cuando el frío aflorece, cuando cierto estanque se seca o cuando las notas no concuerdan con lo escrito.

Es difícil el no "llevarlo a la práctica" y el pensarte "sucia"... Es difícil lo que parece sencillo... Es por demás el que diga que "ya lo olvidé" y que descubras con cada mes que no es así...
No puedo decir que "lo aprendí de ti" pues sería injusto el buscar a un culpable extra cuando ya he asegurado que soy sólo yo quien lo gestó, provocó y se sumerje en ello y, tristemente, el perdón no acude... o debiera decir "el olvido"?


Qué injusta es la vida marital en ocasiones... qué lamentable que, como humano, tenga qué perderme en pequeñeces y ahogarme tan fácil en un minúsculo charco...

domingo, 19 de mayo de 2013

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No tengo idea del si existe un número supremo, uno con el cual Dios realmente creó el universo, una "cantidad" determinada de ecuaciones que, sumadas, divididas, alteradas o repartidas, den por resultado la cifra mágica desde donde todo fue hecho o desde donde parte el haber.

No tengo idea de la cantidad de vidas que, dicen, suele tener el gato, la reencarnación como tal o cualquier otro ser o suceso que pudiera trascender con el tiempo y las generaciones y, supongo, nadie tendría en realidad la respuesta dado que no poseería la cualidad requerida para determinarlo o constatarlo.

No tengo ni la menor idea de cuándo fue que crucé aquella parte del laberinto donde, creí, haberme percatado en totalidad de tu presencia en él o de que parte de mi total intención tuviera un vuelco sobre tu persona y cada chance que giraba entorno tuyo sin poder asirme a ninguna de ellas mientras transitaba... sospecho, que jamás habría un eco que me dijera en esencia el qué tanto había ya de ti en mí o viceversa... mas ese jamás fue el punto focal de lo nuestro.

No tengo la más rotunda idea del qué tanto impactó en tu psiqué, del cuánto se modificó tu temperamento o del qué tanto celo pudo haberse sembrado ante la casi imperceptible presencia de mis viros en los tuyos conforme transcurrió nuestra etapa... nuestra, por llamarla de alguna manera.

No tengo idea del qué vendrá después luego de terminar de plasmar estas humildes grafías en tu nombre, de cuántas hadas harán ronda contigo, de cuántas mariposas puedan entrar en tu hogar sin pasar por ti desapercibidas o de cuántos años Luz más estaré escribiendo Anna-logías un día diecinueve en y con tu recuerdo...


Lo que sí sé de cierto es que ya no podré olvidar este día mientras posea vida... Podré quizá omitir algún texto por temor a herir sentimientos ajenos, pero quiero una vez más corroborarlo y bastará con que sólo tú lo notes.
Felicidades!

miércoles, 15 de mayo de 2013

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No tengo idea de cuándo llegará, pero sé que lo hará! ...y será un nuevo entender de las cosas; todo se volverá un nuevo sentimiento, fresco, con acento amoroso y sin restricciones. Ahí, donde no habite la venganza, cualquier mal entendido y sobre todo, el perdón, tendrá su justa razón de anidar en cada rincón de nuestra actividad pasada.

No sé cuándo, pero llegará el instante en que no nos interese nada más que el amor, que terminaremos riendo de las travesuras de los demás, de aquellos intentos fallidos del entorno por envolvernos en crisis y de cruzarnos de brazos ante lo implacable del murmullo que opta por destruír.

No sé cuándo, pero deseo en verdad que asome ese deseo de permanecer perenne, que las tribulaciones no nos arrastren, que los hacinamientos nos hagan parte de ese todo y no nos consideren en un mundo aparte con el fin de relegarnos. Ahí entonces, podremos construír esa pequeñez que nos basta para ser felices y terminar el día sonriendo después de la tenue labor del entendimiento.

No sé cuándo llegará, pero sé que lo hará! ...y será entonces cuando los demás mirarán hacia nosotros, cuando seamos tomados en cuenta en cualquier ámbito y ganaremos esa parte de respeto que siempre has querido; gozarás de ese valor que tanto me has demandado y vivirás en suma tranquilidad hasta el fin de los días pues, yo, ya estaré feliz observando tu seguridad.

No sé cuándo, pero estaré atento ante ese viro que nos aclare el camino, ante esa llamarada que utilizaremos cual antorcha para que no exista oscuridad entre nosotros y, ante esa última llamada, habrá de responder sinceramente y con el alma en la mano ante aquel quien llamará sólo una vez en nuestra vida para rendirle cuentas...  Esperemos estar listos para cuando ello suceda.


No tengo idea del cuándo llegará... pero sé que lo hará!
Y espero estar consciente aún para poder gozarlo contigo, para poder apreciarlo en esencia y con vida y para poder terminar riendo del todo frente al todo con plena realización.

...Ojalá y coincidas conmigo para ese entonces.

sábado, 11 de mayo de 2013

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No he comprendido del todo el por qué no has aparecido aún en mis sueños... y no he comprendido tampoco el por qué deberías estar en ellos.
No ha sido sencillo el adentrarme noche a noche al mundo de Morfeo estando tú lejos y, probablemente, sea por la vastedad de compromisos que se gestan aquí, cada ir y venir, cada fecha que se acerca o cada hora que nos acerca más al día de.

Muchas cuestiones no me quedan claras del todo. Peleo constantemente con el desarrollo del día y temo un tanto más el arribo de cada noche cuando la soledad es la que predomina en el entorno.
Cada cual y cada quien con su ir y venir, con su actividad, su sentir y su rutina que no termina por cotejar con la mía.

Ya alguna de esas veces deseé enormemente el romper la tensión con "nuestra fórmula" y, el recuerdo de los últimos recurrir a ella, me vuelve a orillar a no hacerlo, a quedarme recapitulando cierto egoísmo mostrado desde tu trinchera y preferir de esta soledad de la que, en el párrafo anterior, mostré cual queja.
Cada recurrir de las imágenes moldea serenamente mi semblante, asoma eventualmente alguna lágrima y termino por resumir en retornar al punto de partida, a mi inicio.


Y, al no comprender del todo el por qué no has aparecido en mis sueños, resuelvo una vez más que no deberías estar en ellos necesariamente... que mientras tengas un dédalo qué recorrer te mantendrás ocupada aún por encima de mi sentir, de mi decisión, opinión o postura; que mientras tengas un viro por optar lo mantendrás con la expectativa justa según tu apreciación sin importar la mía y, aunque todo esto es válido y cuando justamente requieras de este ente sin dédalo, hasta entonces querrás otra vez que te acompañe ciegamente aparentando o dibujando en ello maestría, parte esencial de tu venganza extendida o haciendo creer al mundo que es un acto de buena fe, de nobleza o de hacerme partícipe...

Mientras tanto, mi semblante seguirá sereno, mi desgana cumplirá su parte y la soledad cobrará la suya desde cualquiera de sus ángulos abrazando al mundo... a mi mundo y, probablemente, al tuyo.

viernes, 3 de mayo de 2013

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Estando fuera del dédalo y conforme transcurren las semanas poco a poco he dejado de creer en ciertos aspectos de la vida que no me había atrevido a plasmar en este espacio por precaución, por no arrepentirme en un futuro o por otras razones que, de momento, pudieran resultar contradictorias.

Quizá ello se deba al círculo que me rodea, a ciertas necesidades que no han sido del todo prósperas para mi comunidad, mi país o dentro de mi estatus social, laboral o sentimental puesto que, resalta o sobresale en otros, cierta estabilidad que no sé si es ficticia, falsa o resulta ser simple postura y/o apariencia.

Aquí cabe resaltar que existen decenas de dichos triunfalistas encaminados al éxito con respecto a todos esos puntos que atrás mencioné y, aún así, no es por lo general (a lo que he descubierto) que sea simplemente yo quien esté obrando de manera errónea, vana o indirecta hacia los fines propios que demanda dicho éxito.

En un tiempo llegué a culpar a mi pareja por algunos de estos elementos que deterioran mi entereza y, luego de "escarbar" en el trasfondo, terminé por culparme a mí mismo otorgando así cierto perdón virtual a quien sigue acompañando mis días hasta terminar por comprender que, justamente, cada quien tiene sus expectativas de vida, planes y temperamentos y no les importa "llevarse entre las patas a los demás" para vida de conseguir su propia estabilidad.

Aquellos quienes se dicen amigos, aquellos otros que se jactan de conocer, de brindar oportunidades, algunos patrones, músicos fracasados e incluso mis propios hijos que, ciegos, sólo ven por ellos cuando la necesidad familiar les demanda un tanto más de lo que ellos creen dar. (Y es que no hablo de los pequeños, sino de los que creen tener conciencia y 'edad' para hacer y deshacer de sus días a placer cuando en realidad aún dependen del jalón y apoyo que sus padres les pueden y suelen otorgar).

Escuché una frase hace poco que, el amor, es un experimento propio de Dios que está en "modo de prueba" aún; que casi ningún ser humano puede manejarlo, equilibrarlo y llevarlo a los inmensos horizontes y fuerza que este don posee y, dicha prueba, trae consigo mucho "ensayo y error" que termina en convertirse, según veo, en más error que ensayo.

Así pues, con esto, la mayoría de nosotros quedamos en cierto limbo sentimental que nos hace dudar entonces de la fidelidad, la integridad, la amistad, la responsabilidad y una retahila más de valores que derivan de ese principio llamado amor. Puedo decir en cierta forma, que justo es aquí donde me encuentro y termino por caer en determinada indiferencia que se refleja en mi semblante a manera de desgana, que se refleja en mis sábanas aunada la ausencia, el desamor y el insomnio o se refleja en mi profesión dando por resultado el dejar de ofrecer calidad y sólo mostrando "lo común" que las personas "quieren escuchar".



Si me observas en estos días, no me pregúntes por favor qué me sucede... Mi seriedad e indiferencia obedece a más de una sola situación o posición, mi incredulidad aumenta con cada cuestionamiento y, ante la vastedad del universo y mi extrema pequeñez, recuerdo nuevamente esa frase que recita acerca de "la levedad del ser" que no termina la humanidad por entender y que cada vez nos orilla más a cierta autodestrucción por alejarnos del sentimiento matter: el amor...   (y todos sus co-relativos y derivados)

domingo, 28 de abril de 2013

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Cualquiera pudiera decir que ahora eres tú quien se encuentra fuera del dédalo, en plena observación, en cierto trapecio donde el balanceo es más que importante para evitar el caer a cierto vacío sin red alguna en el fondo... en cambio, yo casi puedo asegurar que sigues más que inmersa en el laberinto y, desde ahí, sigues analizando tu posición, la mía, la nuestra...

Todo el rumbo que pretendió ser, en inicio, hoy tiene los viros suficientes para dejarte un tanto perpleja de los cambios, de los aconteceres en tu interior y quizá en tu sentimiento... pero, ya alguna vez intenté sugerir o hablar por ti y obtuve de ello una fría e incómoda respuesta, tal, que decidí en su momento el no volver a hacerlo (y mucho menos en este espacio).
Podría decir que cualquier cosa pudiera ser usada en mi contra o que mi dédalo sencillamente jamás podrá ser el tuyo y, ni aún caminando juntos y virando, podríamos cotejar en al menos parte importante y seguir en el camino.

Aprendí también aquella ocasión que, se haga cuanto se haga, cada vida es un laberinto y cada viro es decisión de cada uno... y, si bien algunos viros míos fueron mal decididos y nos provocaron desdicha y lejanía, supongo que en la vida jamás podremos optar por poseer un sólo viro y así "no tener qué elegir entre, al menos, uno extra".

No quisiera decir en todo caso que "ojalá y te pierdas" en tu recorrer del dédalo que, si bien pareciera que "ya lo tenemos perdido", no hay cosa en verdad más triste y lamentable que el "perderse" y no poder encontrar el momento justo en que el viro fue errado o mal decidido... Incluso, no debo decir ni siquiera pensarlo el que "te pierdas" pues, al tú hacerlo y padecerlo, arrastrarías a más del cosmos que la que yo ya llevo arrastrando con mi pérdida del rumbo.


No pretendo volver más lamentable, escabroso o abstracto este recapacitar... si bien la vida no es un juego (según muchos) el propio riesgo de todo este devenir o porvenir lo estamos depositando en menos de una microscópica partícula de polvo que somos, todos en este mundo y en todos los demás mundos, frente a la inmensidad del cosmos, e intentamos que nuestro resultado sea más que dicha microscópica partícula, que tenga un beneficio a largo plazo y, en verdad, no entiendo en absoluto el trasfondo de nada cuanto se haga o deje de hacer en la vida... aún así que parezca un juego.

domingo, 21 de abril de 2013

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No sé en verdad cómo describirlo y a la vez que no parezca que estoy "en deuda" contigo debido a lo que brindas a mi vida en estos días de reflexión y semi observación fuera del dédalo.

No sé en verdad cómo es que ausentas de mi mente tanta idea absurda que sólo trae a mí tristeza o la gana de mantenerme alejado de todo; cómo me haces recapacitar u olvidar según sea el caso o cómo logras que no desentienda las virtudes del amor o que deje de envidiar cada paso o cita de ella.

No sé en verdad cómo es que te acompañas tan maravillosamente del viento para mitigar el calor en mí, para hacer que el andar juntos sea agradable y corroborar que una simple caminata podría tener menos sentido que el que tengo con cada recorrido estando contigo.

No sé en verdad cómo es que, aún sin palabras, puedo sentir que, al menos intentas, comulgar conmigo, dejarme una grata sensación después de separarme de ti y "quedar comprometidos" en cierta forma a la cita de la tarde siguiente donde volveremos a encontrarnos con un nuevo ocaso, con quizá el mismo recorrido, las mismas calles, pero con esa ecuanimidad, calma y nuevo semblante.

No sé en verdad cómo haces para que mi cansancio sea tan satisfactorio, cómo demandas mi sudor y me dejas jadeante mientras sostienes mi cuerpo entero sin chistar, sin que muestres una sonrisa al final del recorrido, sin llamarme por teléfono a ninguna hora o entendiendo que tu roce nunca podría ser agradable a mi piel...


Lo que sí sé es que mañana querré volver a montarme en ti, ansiaré que el sol vuelva a cegarme en nuestro recorrido, agradeceré desde ti mi sudor y mi sed posterior a nuestra cita y sabré con certeza que caeré en cama agotado, sonriente y satisfecho gracias a ti... aunque no me guste tu roce, aunque no refieras palabra alguna, no poseas sonrisa o no llames a altas horas de la madrugada para invitarme a salir.

Gracias por estar conmigo en estos días en que tanto necesito de "alguien".

lunes, 15 de abril de 2013

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Hoy debería ser un buen día para escribir, para dejarme llevar por cualquier acontecimiento y hacerlo más que mío, para dejar entrever entre líneas el sentido amoroso que pudiera encontrar en cierta hora de la tarde o noche y mostrarla a todos ustedes...

Hoy debería estar tras algún bastidor, sobre cualquier escenario, jugando con las notas intentando vestir con música la noche y permanezco aquí, inmerso en cierta soledad frente al ordenador, con la desgana sexual, con la añoranza extraviada, con una lágrima seca en alguna de mis mejillas y con lo salado del alimento que logré poner esta tarde en mi boca...

Hoy debería saberme fuera del laberinto y, de cierta forma, no me he descubierto ni dentro o fuera de él; los sueños que me ha mostrado Morfeo han sido sólo para despertarme a cada hora a lo largo de tres noches ya y, mi semblante, se extravía aún más entre las horas con luz solar y la actividad...

Hoy debería mostrarme contento de no tener conmigo aún ese extremo que me orille al desespero, de aún tener un poco de dinero en el bolsillo y apagar el hambre de quienes dependen de mí; debería intentar quizá el emigrar...

Hoy debería extrañarte mucho más que ayer o que hace una semana y, me descubro, más ensimismado, más con básico, más con la indiferencia que me tranquiliza y me quita ideas estúpidas de mi cabeza, ideas, que bien pueden sumergirme en el desespero, en la desdicha o en la preocupación que sólo estaría conmigo...

Hoy debería llenarme de regocijo tu nombre y, por desgracia, sólo consigo adivinar, especular y entender cuán frágil resulta el todo, cuán efímero es el todo, cuán pequeños e insignificantes somos para el planeta... qué decir para la galaxia o el cosmos...


Cómo es posible que terminemos por refugiarnos en estupideces y pensamientos que no logran trascender en nada ni en nadie debido a lo minúsculo de nuestro ser y entender del todo?
Cómo es posible que terminemos tan preocupados por "nada", tan dolidos por "algo", tan sumergidos en "enormes problemas" cuando, el propio universo, ni siquiera se percata de nuestra existencia.

Hoy, debería, mantenerme quizá mucho más al márgen de cualquier situación o destierro de ideas.

domingo, 7 de abril de 2013

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En este exterior del dédalo dejaste un rastro difícil de seguir pero de fácil acceso en quienes observo en las calles, en algún video o en ciertas fotografías que puedo tener ante mi vista o en mi simple recuerdo...

Así, he podido ver de nueva cuenta tus manos y entender que las amo como tal; observar tu difusa figura en lo abstracto que suele ser un sueño y no he podido conseguir, por desventura, el roce que ansié poco antes de tu partida.

He podido entender mucha de la función que ejerces en este espacio y, seguramente, aún existen voces tuyas rebotando entre paredes que no han logrado adentrarse en mis oídos toda vez que acudo a ese rincón del hogar, hogar, que parece menos que una casa en estos días.

He podido respirar levemente algún aroma tuyo y mucha de la sensibilidad que por lo general me acompañaba pareciera que la has llevado contigo haciendo crecer el temor de que la utilices sólo para tu bien estando lejos.

He logrado concebir un poco de odio hacia nuestro lecho hoy colmado de soledad y frialdad, he zurcado la región más absurda de tu deseo acoplado al mío y no ha logrado obtener beneficio alguno de todo este trajín.
Un par de neumáticos han sido consuelo para cierta necesidad física y un poco de alcohol fue parte del refugio que opté por asistencia para mitigar un tanto mi desdicha y soledad.

Pude erradicar por ciertos días la propia palabra "soledad" y refugiarme en unos brazos pequeños, mucho más pequeños que los tuyos mientras que el teléfono no daba muestras de vida hacia este rumbo del mundo.
Pude guardar silencio escuchando ciertas notas musicales que iban y venían de una armonía a otra sin que tuvieran qué interactuar con tu recuerdo... cosa que me desconcertó más de lo habitual.


Y sigo contando los días... mas no sé para qué. Sigo hurgando entre las prendas sin éxito alguno. Continúo despierto hasta muy entrada la madrugada y vigilo del clima que te favorece o te dificulta tu estadía lejos de mí, de aquí, de los tuyos y, mientras tanto, sigo lejos de rescatar parte esencial del quién eres y representas pues, al parecer, en tu maleta depositaste más de lo que "normalmente" suele uno utilizar para viajar...

Sólo espero que, a tu regreso, traigas contigo todo lo que te llevaste... todo lo que me pertenece y que llevas contigo, todo lo que anidaste en casa y que no encuentro y el sin fin de emociones, sentimientos, proyectos y amor que literalmente desapareció en nuestro hogar.