viernes, 14 de junio de 2013

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Algo de lo más impactante de ella recayó justo en su manera de tratar los temas.
Cada una de sus preguntas iban directo al plano menos esperado y, el afán de rebuscar entre las palabras dichas y las que no podían en cierta manera salir, eran el bastión desde donde lograba atraer mi atención.

Nunca fue su físico. No poseía los dotes femeninos de la época o de la moda volcada en revistas o comerciales. No ostentaba sensualidad en ninguna de sus facetas al caminar o al mover sus manos como muchas tantas que, en cierta forma, es parte de "su arma" ante los hombres... aquí cabe decir: ante "qué tipo" de hombres.

Luego pude conocer de ella su hospitalidad; posee cierto afán de complacer a su visita muy particular y única. Puedo decir en verdad que es una estupenda anfitrión y, su grado de estudio, contrastaba enormemente con su edad.
No puedo asegurar aquí que pudiera deberse a sus tantos viajes, a su profesión en específico o a esa "nueva manera" que tiene la juventud de hoy de mirar y "manejar" a placer su entorno, su vida y su mundo.

Nunca quise impresionarle. Las armas que poseía en esos tiempos no eran para nada aptos para ello y sólo ofrecí esa parte de mi amistad para ella que, en definitiva, pocos pueden tener aunque, con el paso de las semanas, supe que ni siquiera eso la "mantendría" cercana o con miras a que todo esto fuera perdurable.

Nunca recibí desdeños; sólo obtenía de ella consejos y, su uso peculiar de la palabra, sacudía constantemente mi razón y entender.
Podría decir en este momento que, en definitiva, todo lo físico en ella, jamás tuvo relevancia en mí y, no por ello, desee en un tiempo el que nuestra cercanía (por llamarla de alguna manera) no llegara a un pronto fin.


Hoy día poco, muy poco sé de ella y su paradero... pero eso no deja de significar el que agradezca al destino el haberla acercado un poco a mi entorno, entorno, que supimos compartir breve y conscisamente sin que existiera una responsabilidad de ninguna de las partes para sentirnos quizá comprometidos el uno con el otro.

Habrá qué esperar más aún tal vez... y, la nueva pregunta es "para qué"?

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