lunes, 29 de diciembre de 2014

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Termina el año y, con él, todas las viscisitudes que pudiera tener sumadas a las ya tantas que fuera del dédalo se muestran y se encuentran conmigo.

Y, estrenando mi cuenta de Facebook, la "última" del año que no podría llamar viscisitud en específico, sino una verdadera muestra de falta de ética y de profesionalismo de parte de dos conocidos que no puedo determinarlos como amigos luego de haber jugado su dedo en mi boca (metafóricamente hablando).

Terminando el año un reclamo más, una que no ha terminado por desaparecer y que se torna más pesada y conflictiva con el paso de los días.
Las muestras de admiración de unos cuantos en las redes sociales y la muestra de carácter de otros tantos; el despilfarro de sesera de muchos más y la cualidad de sensualidad que posee por naturaleza la mujer... todo en pleno esplendor con cada acercamiento o asomo a dicha red.

No sé en verdad qué me deparará el dos mil quince, si será un nuevo fracaso, si tendré poco trabajo o si alguno de los foros donde me presento cerrará. En verdad que la situación no está para menos que eso y Rojo Café, por ejemplo, ya lo padece.

No sé cuánto me quede de vida (eso, por obviedad, nadie lo sabe) y, cansado de leer y escuchar que vivamos al máximo cada día cual si fuese el último, me topo con personas a mi derredor que se niegan a hacer la vida más afable o llevadera con el firme resultado de no querer más estar ahí o el intentar alejarme de dicho entorno con la consecuencia aunada...

No sé qué otras personalidades fallecerán este año que viene y, en verdad me gustaría, no escribir acerca de algún deceso más cercano a mi seno pues, si bien es lo que menos deseamos todos, el convivir con la muerte es mucho más natural que el respirar en este mundo.

No sé tampoco qué desenlace podrá tener la educación de mis hijos, qué ejemplo terminarán por seguir y si alguno de ellos se revelará y se alejará de casa creyéndose tan capáz que el mundo le "queda chico"; si mi hija cambiará, si mi suegra y mi auto soporte otro año más de vida o si pueda por fin vacacionar con la soltura económica que se requiere para disfrutar o, al menos, en verdad descansar.


No sé mucho, digamos nada... lo cierto es que seguiremos aquí mientras tengamos vida.
Gracias por continuar tú conmigo.
Feliz y próspero dos mil quince a ti que me lees.

sábado, 20 de diciembre de 2014

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Ella, ha librado ya decenas de batallas. Algunas, las más importantes y relevantes de su vida y, otras, tan simples que el recordarlas hoy sería cosa de risa.

Ella superó el servir a un par de hombres a la vez por muchos años convirtiéndola en una mujer admirable y, además, con el paso de los meses fue sumando más cuidados y responsabilidades hacia otros... librándolo todo siempre.

Ella superó, para otro par de hombres, todas las expectativas que un varón espera desde la femeneidad, sensualidad y otras virtudes que sólo brota desde la mujer como tal y sació sexualmente a ambos (y quizá a alguien más).

Ella ha estado tan cerca de la muerte en más de una ocasión y yo he sido testigo mudo e impotetente de ello. Ha sabido portar con cierta destreza la máscara de la hipocresía y frente a su espejo se ha reconocido como única y con posibilidades infinitas de hermosa apariencia.

Ella, hoy se mira cansada, me ha dicho que le cuesta trabajo dormir y yo le sé (por mi ritmo de trabajo) que le cuesta mucho más el levantarse cada mañana. Pareciera que ahora carga un nuevo peso que con cada año que transcurre le puede más y no encuentra la palanca idónea para sostenerlo.
Se irrita con facilidad, las injusticias las porta en el rostro y se reflejan quizá en su cabeza, tanto, que puede permanecer en cama hasta veinticuatro horas sin poder soportar siquiera el sonido exterior o la luz del día.

Su iniciativa se ha mermado bastante y,  a pesar de aún gozar de una piel lozana, ya no gusta de provocar tanto con un roce inquisidor o de recordar sus años mozos bajo las sábanas... ella, la dueña de mi antiguo dédalo trivial, ha concluido en apagar su vela lentamente a pesar de todos saberle con vida.



Ella, ha superado todo... mas pareciera que no ha podido con ella misma y duele, duele mucho saberle y sentirle en ocasiones tan ajena, tan triste o tan amargada con el mundo mientras le observo con admiración y ciertas más con incredulidad.

domingo, 14 de diciembre de 2014

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Estando fuera del laberinto decidí seguir siendo sólo observador desde cierta plataforma de las redes sociales que me ha dejado un tanto abrumado respecto al uso que cada uno de sus usuarios da a ella.

Así, desde mi ventana pude ver un poco más a detalle a aquel quien sólo se amarga, al que tiende a dar un reporte meteorológico cada mañana, al que se encierra y se omite de la sociedad en el momento más inoportuno, al que sólo habla de bendiciones celestiales o a quien convierte su presencia en dicha plataforma en un noticioso de su prole.

Hay quienes no se deciden en ser claros en sus publicaciones y sólo bifurcan el principal sentido de cada una de ellas y tienden a dejar nubes en quien los lee; o aquellos que sólo son ellos y nadie más que su círculo social y necesidad personal es tal que ni siquiera pueden mostrar al que realmente se es.
Qué decir de los pésimos redactores... los que siguen pensando que les cobrarán por excederse en caracteres al publicarlos.

Los naturistas, los engreídos, los que tienen chingomil amigos y que no contestan a nadie cuando se les notifica o escribe... los que se esconden tras nombres falsos o que carecen de vida personal (aunque ahí pareciera que son más populares que muchos de nosotros).
Los beatos que no ejercen eclesiásticamente o que sólo envían cadenas imposibles para muchos o ellos mismos las crean al redactar pésimos textos trillados sobre una cierta imagen con colores bonitos.

Los "cronólogos", las felicitaciones cumpleañeras inundan la red con cada día. Los que detallan cada uno de sus movimientos conforme caminan, comen o publican lo que harán un minuto después (aunque a nadie le importe).
Hipócritas, mentirosos, falsos, cobardes, desviados, informantes, necesitados de amor, engañosos, anunciantes y un sin fin de adjetivos que me detallan lo que es en sí la diversidad humana y que tiende a revolcarse entre sí cada día en nuestras ocupaciones cotidianas.


Habrá alguien que también tenga su opinión acerca de quienes sólo nos mantenemos expectantes.

domingo, 7 de diciembre de 2014

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Más fuera del dédalo no pude haberme sentido luego de tu llamada...
Más perdido en el tiempo que nunca, con la noticia un tanto fresca frente a ti pero con la consabida ignorancia del todo debido a tantos años que ya han transcurrido desde aquella última ocasión en que te vi.

Podrás haber adivinado que no recordé tu voz pues, la que realmente se quedó grabada en mí, fue una serie de risas que me llenaron de tristeza y amargura muchas veces en honor a tu recuerdo.
Las visuales eran sencillamente sonrisas, alguna mirada perdida y la forma maravillosa que poseía tu rostro en aquel entonces. Podría incluso creer que era tu lozanía más que nada.

Más fuera del dédalo no pude haberme sentido luego de tu llamada...
Más desconectado del mundo que nunca (tu mundo en este caso) pues, si bien es cierto que daba vuelta al globo terráqueo que poseo de vez en vez y descubría en él ese país que te acogió por tantos años, resulta por demás creer que estuve cercano a ti muy a pesar de la distancia.

Incluso, pude haber adivinado parte de tu devenir y maldije un tanto al reloj que me frenó en esa charla de "reconocimiento" que intentaba adentrarse mucho más a cada año pasado, a cierto sentimiento apagado o a cada canción en tu honor que, supongo, no supiste que existió.

Pude haber adivinado parte de tu desenlace pues, mis palabras lo dijeron en su momento, y existió un hombre que siempre quiso estar mucho más cercano a ti que nadie (aunque, pensándolo mejor, probablemente fuiste tú quien quiso que fuera así pues, si bien yo me acerqué en su momento, tus expectativas nos demostraron a algunos más y otros, que debía ser "a tu manera y a tu tiempo" y nada más... y, eso, será quizá algo que jamás podré decirte a la cara).
Dicho hombre pues, fue quien se "quedaría con el premio mayor": tu total compañía.

Supongo que fue en sí su tesón y/o empeño, su paciencia y su complejidad, su simple existir cercano a ti o su naturaleza que llenó parte esencial tuya y que sigue (desde que lo recuerdo) llenándote la boca cada que mencionas su nombre.
Mas, no pretendo que esto se torne o se malinterprete cual envidia, no, es sólo que prosigo con mi comentario al decir que pude haber adivinado parte de tu desenlace... la otra parte, justamente vendrá desde ti y se hará historia a través de tus palabras.


Y es que suman ya veintisiete o veintiocho años y...   si tan sólo te platicara lo que ha ocurrido en todo ese tiempo...!  La vida que se me ha ido de las manos o la cantidad de corazón que me ha sido arrebatado o que ha terminado un tanto marchito!

Es obvio que quedaré más que impactado con esa parte de tu historia que aún desconozco y que, muy en el fondo, algo me dice que no debo conocer (bien sea por ti o porque, de nueva cuenta, la lejanía volverá a hacer de las suyas entre tú y yo o porque sigues eligiendo a quién y en quién depositar gran parte de tu vida).

miércoles, 3 de diciembre de 2014

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Rescato semblantes desde alguno de los tantos lugares donde me presento.
Cada uno de ellos tiene "lo suyo", su "fachada", su "qué decir" aún sin que se cruce palabra alguna entre él y yo.

Hace unos días me topé con uno, uno femenino. Por lo general son los semblantes femeninos los que más me "dicen algo".
Este en particular me decía (de una manera u otra) "mírame". No había otra palabra que le definiera.
La sonrisa que esbozaba, la mirada que poseía y el encanto que le acompañaba el ir y venir de sus manos sobre dicho semblante era toda una sinfonía de matices... matices que me recordaron de manera inevitable a quien acompaña mis días.

Quise desgranar el por qué es que buscamos, preferimos o "peleamos" tanto por tener un rostro así a nuestro lado, una mujer así (a quienes gustamos del sexo opuesto). Supongo que forma parte de ese pensamiento filosófico del "tener al lado un hermoso rostro cada vez que despertamos a su lado"... "sueños guajiros" de alguna forma (como comúnmente llamamos y decimos aquí en México).

Y sigo pensando en ello aún hoy, luego de casi diez días de aquel encuentro.
Pensé también en eso porque tengo personas cercanas a mí que poseen consigo una pareja que sencillamente raya en lo feo y, sdebe ser seguro, que el estar a su lado es determinado por el "otro todo" y no por el simple aspecto.

Sabemos que cada uno de nosotros nos esmeramos (al menos un poco) por bien parecer, por mejorar nuestra sonrisa, por cuidar nuestro físico, asearnos y lucir las prendas que mejor nos van tanto en color como en moda... pero, y el resto?

En estos días nos "peleamos" mi esposa y yo por el temperamento que muestra uno de nuestros hijos que sencillamente no le beneficia en nada para poder ser tan social como se quisiera pero, sospechamos, que a su novia "no le preocupa eso" pues, muy a pesar de todo eso, se les mira tan enamorados como pocos.
Culpamos ya de eso a la edad e, incluso, ya conversé con él respecto a que sepa diferenciar el amor del egoísmo y de la posesividad, cosas que casi siempre confundimos cuando somos jóvenes.

Yo sé que él también "buscó" un rostro bonito, una sonrisa agradable y un cuerpo deseable que, por obviedad, con el paso de los años terminará por demacrarse y entonces saldrá a relucir el verdadero temperamento de quien está inmerso en ese cuerpo que él alguna vez amó... mas, quiero creer que también todos tenemos esa oportunidad de aprender, de buscar, de poder decidir entre un rostro bonito, un cabello sedoso, unas manos hermosas y maquilladas o un verdadero esperpento para compartir nuestros días.


Es obvio que tú pensarás en espejo este mismo asunto y tendrás tus conclusiones.
Yo, de verdad, aún no quería escribir a este respecto pues, en verdad, me ha inquietado mucho el por qué es que nos llama tanto un rostro bonito cuando, debería ser, un alma hermosa la que nos llame.

No quisiera resumir que maldigo a este mundo físico que nos tiene tan "dominados" y limitados a lo tangible.

sábado, 29 de noviembre de 2014

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Aún faltan un par de días más para que este mes se consuma... Deberán ocurrir algún par más de decenas de ellos para estar en las fechas más extrañas en todo el año, en las que los sentimientos se atropellan y la familia tiende a llorar más que en otros días.

Algunas personas ya lloran desde hoy y muchos de nosotros sólo observamos el cómo es que lo hacen sin mover un dedo o exclamar algunas frases para mitigar un tanto ello o servir de consuelo.

Aún faltan por pulirse aquellos detalles que habían sido nuestro estandarte en un pasado, los "otros", los que nadie quiere, parece que predominan más que los que se quieren resarcir pues "funcionan" tal y como lo hacemos todos cuando "siempre que se recibe lo bueno, se torna una costumbre que pasa desapercibida y no es sino cuando se adolece de ello que nos percatamos que ya no está"... entonces lo negativo se torna más relevante.

Aún nos falta crecer en todo caso para volver a decirnos adultos pues, mal nos llamamos así en estos días; y no es que hablo sólo de nosotros, sino de todos los que creemos serlo.
Ya Lía nos ha regañado en diversas ocasiones haciéndonos notar el grado de estupidez con el que nos mostramos y convivimos el día a día los adultos.

Aún a ella le falta entender lo que es en sí los intereses personales, la conveniencia o la llamada "mentira piadosa" pues, como niña, sólo escucha a su primer instinto (al que todos deberíamos seguir) y, ese, es siempre el mejor, el que puede hacer renovar a la humanidad.
Le miro y no termina de impactarme e impresionarme con su naturalidad, su acento y su distinción al ser mujer comparada con mis otros hijos.


Aún nos falta y le falta al todo... mas, no sé si debemos esperar o ya de plano dejar que todo caiga por su propio peso y dejar de forzar a una estabilidad aparente...
Sí, dije 'todo' y 'todos'.

sábado, 22 de noviembre de 2014

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Aún fuera del dédalo, no puedo pasar desapercibidas algunas fechas que han sido vitales en mi existencia y en algunas personas que han sido parte muy importante en mi admiración y mi vida en sí.

Muy aparte de lo que representa en importancia y relevancia mi familia, los compañeros de trabajo han sido el complemento idóneo en el que he encontrado gran parte de mi aprendizaje tanto de vida como de profesión y, hacia ellos, es que dedico este día mi escrito.

Cada 22 de noviembre es que se festeja a los músicos en México... supongo que es por la Santa Cecilia (patrona de los citados) y que... bueno, esa es otra historia. El caso es que justo este día, llueven felicitaciones tanto de mi parte hacia mis compañeros como de manera inversa y, eso, me recuerda que, de alguna forma, formo parte de esa gama social-profesional tan diversa y tan poliforme en cuestión al sentimiento, conocimiento y manera de pensar.

Y, así como mi guitarra no suena igual cuando es pulsada por otros dedos, es obvio que cada piano tendrá guardadas sus armonías para cada par de manos. Y es aquí justo donde radica todo el aprendizaje al que puedo exponerme mientras conviva con cada uno de ellos de manera individual o grupal.
Las emociones nunca se hacen esperar mientras ejecutamos la música y, desde este punto primordial, es que acude gran parte del primer sentimiento, del primer esbozo de experiencia que se plasma en mí y otros tantos tópicos que resultan.

De cada uno de ellos cargo algunas anécdotas o tros detalles que me han marcado para toda la vida (incluso algunos y algunas cantantes y percusionistas o bateristas, los cuales, los tengo en otro "apartado" cuando no conocen en sí lo maravilloso y vasto que es el dominio de las doce notas).

Los nombres, prosigo, son muchos ya a esta edad y, sé, otros tantos se sumarán mientras me mantenga cercano a las nuevas generaciones que, por cierto, algunos de ellos aman lo creado en un pasado musicalmente hablando y, de ellos, también he aprendido bastante. De esa vastedad de nombres, lamentablemente, he tomado algunos para rendirles un texto completo a manera de humilde homenaje debido a su muerte... supongo, cosa que no debería ser.

Algunos más sólo han plasmado una grata sonrisa en mi semblante y pare usted de contar.


Por todo y tanto, felicidades a ti que me lees y que comulgas con la música, con este hermoso don divino del que, en cada par de manos, tiende a cobrar la misma forma de lo divino, de lo irreverente, de lo infame y de lo más bello e intangible que ha sido preciado, aclamado o desdeñado desde sus inicios por el hombre mismo.

Y, por otro lado, gracias eternas por darme tanta dicha y amor al cruzar tu laberinto con el mío.

domingo, 16 de noviembre de 2014

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Colocar "el punto y aparte".
Llevar el texto a otro sitio; ahí donde las grafías no puedan comprometer a alguien más que a mí mismo o que gracias a ellas "alguien más salga lastimado".

O quizá colocar el punto y aparte para hacer que el rumbo sea el propicio para desgranar el próximo tópico y ponerlo a consideración de los demás, del mundo, de aquel que se acerque, que pretenda buscar algo más que sólo palabras en este espacio o el suyo.

Un "punto y aparte" donde todos salgamos beneficiados, donde tú puedas respirar y yo tenga la capacidad de recapacitar en todo cuanto he hecho o dejé de hacer. Ahí se podrá hablar entonces de eso "nuevo" que buscas o intentamos encontrar.

Donde, incluso, probablemente tenga los "puntos seguidos" que tanto has necesitado, que tanto has requerido para continuar y sobre entender que las causas y respuestas no han sido las suficientes y podrás pescar del todo el mejor de los desenlaces y hacer tus propios resúmenes.

La secuencia que otorga los "dos puntos" que te permitan seguir adentrada en todo cuanto has deseado a pesar de tu propio cansancio o del mío, las "comas" que intentan continuar y continuar, reafirmar, sumar, reivindicar y/o volver a subrayar cuanto hemos cometido, cuanto hemos hecho o cuanto hemos dejado de hacer.

Hacer plagar todo el escrito con esas notaciones y signos de admiración que sólo podrán estar ahí, escritos, y que no podrán representar una ofensa o una dura llamada de atención a pesar de saber ambos que las requerimos.


Un texto nuevo que podría terminar, por qué no, en una simple "reticencia" y seguir dejando todo al devenir, al porvenir, al futuro, a la reacción o al simple silencio...

sábado, 8 de noviembre de 2014

CUARENTA Y TRES

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En verdad no deseaba tocar el tema... no quería sentirme parte de quienes "no hacen nada" mientras mi refrigerador está a "salvo" de lo que acontece fuera de mi lar (sí, así como muchos lo hacen).

Pero es que resulta patético, realmente patético (subrayo), el que estemos viviendo de esta manera en este país plagado de injusticias, de desmanes y robos a la vista de todos sin que nadie haga algo para levantar la voz, para azuzar o concientizar a la gente o volvernos activistas de la noche a la mañana.

Estúpido el aplauso que se lleva mi pendejo presidente ante jefes de comercio esta tarde después de que el procurador de justicia detalló en base a testimonios lo que les aconteció a los cuarenta y tres normalistas de Ayotzinapa... más baboso no puede verse el país a través de los noticiosos después de todo lo acontecido.

Grande ha sido el apoyo que hemos recibido desde otros países donde, las injusticias como estas, son enteramente reprochadas y llevadas a duras réplicas y críticas cuando, aquí, sencillamente nos agachamos y seguimos dejando que nos den una y otra vez con el garrote de la impunidad y el "no pasa nada".

Onerosos son ya los sueldos que perciben cada uno de estos mediocres que nos gobiernan como para decir "ya me cansé" al estar envelto en cuestionamientos debido a una rueda de prensa y el ejemplo que desgarra a más nuestra rabia es esta llamada "pareja imperial" de Guerrero que, escudada en un partido político y en su fuero, han hecho de este estado mexicano, el que se enchueque la boca de miles, que se padezca de hambre para otros miles y que se raye en la más profunda impunidad... espero, hasta hoy.

No sé qué venga; no sé qué haremos después de enterarnos esta noticia plagada de saña y crueldad con la que ultimaron a estos cuarenta y tres y seguir de brazos cruzados a sabiendas del luto, de la rabia, de la impotencia y la total desgracia en que han sumergido a todas las humildes familias implicadas... Ah! pero no haya sido un hijo de influyente para que se haya agilizado todo y hayan rodado cabezas de inmediato o en menos de 48 horas... qué tristeza! qué tristeza mi México lindo y querido! En qué podredumbre te sigues sumergiendo con cada sexenio, con cada noticia, con cada administración que sólo piensa en su puto interés personal.

Qué tristeza me embarga esta tarde-noche en que, de manera irremediable, debo seguir cantando para "divertir o entretener" a los comensales de cierto café cuando, mis entrañas, gritan justicia y desean castigo ejemplar a todo aquel que haya tenido vínculo con esta muestra de barbarie e insensibilidad humana...
Qué ganas de romper mi guitarra! o de romperme los ojos, el hocico y la garganta en pro de estos cuarenta y tres!


Horrible ha sido el saber detalles... pero más horrible me siento al seguir haciendo música "sin hacer nada" a ese y a tanto otro respecto.
Ojalá no sigamos callados y esto sirva para volver a alzar las armas y romperle su madre a quien deba que rompérsele!
Ojalá y que las muertes de estos cuarenta y tres héroes nacionales sirvan para un futuro mejor... ¡Basta ya!

Despierta, México, con una chingada!

jueves, 6 de noviembre de 2014

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Por qué alguna vez lo creí así?
Por qué debería pensar en ti con sólo ver una nube gris acercarse hacia mis cielos? ...o mejor aún, cuando amenaza una lluvia la cercanía de mi lar o rumbo a mi labor?

Quiero creer que nos gustaría dejar plasmada nuestra esencia en las virtudes que la naturaleza posee cuando, en realidad, ya poseemos virtudes con el simple hecho de estar aquí.
Formamos parte de ella y eso es innegable.

Cierta vez yo quise ser parte latente del viento y, así, recorrer kilómetros sin que me importasen las fronteras para poder estar cerca de la mujer que amo; no me recuerdo quién quiso ser agua para adentrarse tanto cuanto se puede en el ser y saberse tan indispensable como el mismo aire para poder sobrevivir... pero, aclaro aquí, tú no quisiste ser lluvia o nube cargada con líquido.

No fue sino hasta que logré desgranarlo un tanto que entendí tu intención y tu deseo por quedar plasmada ahí y así poder recordarte siempre que una temporada u otra llegara con cada año.
Mas, en tiempos de otoño o invierno, cuán melancólicas se tornan esas tardes en que, por razones atmosféricas y terrenales, la lluvia visita heladamente mi entorno...

Ahora, dime: era así como querías ser recordada? Era sólo a través de la pertinaz lluvia, de un chipi chipi o de un torrencial que causa estragos e impide que los vehículos puedan circular por las calles que se transforman en caudalosos ríos?


Supongo que, todos, alguna vez lo quisimos así... y deseamos ser parte importante de la naturaleza para poder anidar en el ser que amamos o, intentar al menos, poder ser tomados en cuenta por unos instantes y pasar a la posteridad gracias a ello.

Pero, en resumen y volviendo al punto: por qué debería pensar en ti con sólo ver una nube gris acercarse hacia mis cielos?
...pues, desde hace muchos años, yo sólo pienso que alguien llora mientras llueve.

domingo, 2 de noviembre de 2014

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Si bien te puedes saber constante o cotidianamente fuera del laberinto, existen algunas cosas y/o situaciones que te vuelven a hacer entender que "sigues dentro".

El ritmo laboral, los traslados y el ir y venir constante dentro de la ciudad, tarde o temprano te acercan a aquel lugar donde, sabes, los muros, fachadas y entorno mismo guardan y/o encierran un momento etéreo que se torna imborrable en nuestras vidas y lo portamos incluso en sueños y hasta nuestra muerte.

No quisiera creer que después de muerto me acerque a aquellos rincones o a aquellas calles donde crecí y que guardo conmigo y en mi recuerdo de una añorable y amorosa manera.
Y, lo digo así, porque realmente todo lo que aconteció después de que dejé de pisar dichas calles de mi infancia tiene mucho más valor, encierra mucho más lo que ha sido en sí mi vida con su sin fin de etcéteras que no terminaría de ennumerar aquí.

La intención es simple de este escrito, ese poder trasladarme por esta "pequeña ciudad" hasta ese punto donde irremediablemente "aún vivo" o donde me siento "más vivo" cada que lo visito... y, si bien mi redacción no es buena, se torna mucho más complejo el desgranar en grafías lo que atraviesa por mi emoción cada que cruzo con mi vehículo aquellas calles dende crecí.

Es cierto que ha cambiado, que nuevas personas han estado entre aquellas mismas paredes donde estuve siendo niño, que las calles ya son iluminadas con nuevas luminarias, que la pintura ya no es la misma, que el agua de lluvia se encargó de lavar a lo largo de estos casi cuarenta años cada lágrima que probablemente dejé caer desde alguno de mis ojos y que el mismo hollín citadino se ha encargado de demacrar cada vez más aquellas escaleras, techos, pisos o banquetas de mi antaño.


Mas, insisto, cuán hermoso resulta ser siempre para mí el atravesar aquellas calles y bajar casi a cero la velocidad de mi auto para embelesarme con las fachadas, los colores nocturnos o diurnos, los letreros en las esquinas, las cercas, portones y demás...

Respirar profundo... cerrar un instante mis ojos... sonreír con un gran manojo de nostalgia y melancolía y seguir mi camino rumbo a casa.

miércoles, 22 de octubre de 2014

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Tanto fuera como dentro del laberinto todo, todo en absoluto se mueve.  Se sabe de cierto que no existe nada que carezca de movimiento, la tierra misma, el universo completo.

Hace algunos meses incluso llegaba a molestarme un tanto el tener que coincidir con conductores con menos pericia que yo y que truncaban tanto mi avance como mi "libre transitar" por las calles.
Resulta por demás decir que, en esta ciudad, es ya casi imposible el no coincidir con más automovilistas a cualquier hora del día.

Por ende, la paciencia y la cordura debe predominar al cien por ciento en este y otros aspectos que obedecen a dicho movimiento inexorable del todo.

Es cierto que también me he sentido incómodo por dicho movimiento cuando se está de luto, cuando dentro de una capilla se encuentra el cuerpo de algún ser querido y, fuera, las risas y el cotidiano común sigue tan latente cual si no ocurriese nada relevante en ningún lugar en especial o en particular.

Sé también que yo mismo formo parte de ese movimiento y, el saber que todo mi derredor se mueve entorno mío, me brinda tranquilidad, inquietud o relevancia dependiendo de qué tan intenso pueda ser dicho movimiento.

Así pues, amo el verte en movimiento, con inquietud, con la sonrisa en el semblante, la mirada segura y con la disposición siempre latente para seguir en movimiento constante (incluso aún en sueños)...


Por qué crees que me parece tan increíble y tan importantemente excitante el que me permitas que "detenga tu movilidad" al menos por unos instantes pues, si bien también lo he logrado en sueños, es realmente intenso cuando lo logro en vida.

Sin embargo, no confundas, no malinterpretes esto... por favor.

viernes, 17 de octubre de 2014

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Podrá existir algún lugar donde puedas consultar mi manera de pensar.
Ahí seguirás constatando todo cuanto ha ocurrido por mi pensamiento y que quizá hayas también experimentado a mi lado.

Habrá otro espacio donde podrás escucharme.
Ahí seguirás sabiendo cuánto fue que te amé, cuánto fue que bifurqué mi atención o cuánto más de aquellos pensamientos otros que estuvieron inquietandome por semanas, meses o aún.

Podrá existir aquel sitio donde tendrás mi imagen retratada.
Será propiamente en el exterior pues, aquello de verme plasmado entre sábanas, resulta a veces por demás patético... y, quizá, podrá también ser en una tarde lluviosa o en alguna simple sombra.

Habrá quien pueda intentar imitarme.
Mas, sé, que mi guitarra jamás sonará igual en ningunas otras manos (así como también sentirás que nadie podrá tocar tu piel igual... aunque suene cursi o trillado... Habrá un momento para todo ello y una ocasión donde podrás vivirlo).

Habrá ciertamente donde sencillamente no exista para ti.
Ahí será justo donde podrás volver a ser tú y, a pesar de ello, querrás compartirlo (sin éxito) al menos en palabras o en descripción... pues así como alguna vez envidié todo cuanto tus ojos observaban o tus pies recorrían, siempre, por desventura o inexplicablemente, llega el momento en que todo se troca vacío.


Podrá existir el recuerdo, el momento, el espacio o el sonido...
Lo cierto es que sabrás en consecuencia cuán únicos somos, cuán irrepetibles, cuán diferentes... y será hasta entonces en que puedas amar a alguien más aún por encima del recuerdo, del espacio, el sonido o el momento mismo.

domingo, 12 de octubre de 2014

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Miles de historias desfilarán esta noche frente a una figura de poco menos de 33 centímetros, de poco peso y que millones de personas veneran cual deidad.
Otras tantas miles sólo buscarán el estar fuera de casa para sólo eso: buscar el pretexto preciso para no estar ahí, para desentenderse de las ocupaciones caseras u hogareñas mientras, el clero católico, estará feliz de seguir teniendo seguidores a costa de dichas imágenes.

Poco más de dos mil días han transcurrido desde aquellas noches del Rojo y cerca de un par de miles más desde mi desvío, desde mi más grande erro marital y, en consecuencia, quizá algunos miles de señalamientos y desórdenes personales que han quedado en quien acompaña aún mis días... supongo que, también, hay un buen de gana de recibir perdón desde entonces pues no hemos sino sólo supervivido a todo aquello.

Millones de personas acompañarán pues a la virgen de Zapopan en su regreso a su basílica; habrá misas, danzas, oraciones, cantos, sacrificios, mandas, robos, abusos, vendimias, alcohol, tumulto, apretujones, desvelo y un sin fin de lágrimas desde los devotos...
En mi caso, habrá descanso, sobriedad, seriedad, desnudez, indiferencia, café al amanecer, un cigarrillo más y un tanto más de sacrificio conyugal que probablemente termine pronto de no ser que exista una mejor solución.

Qué bueno que nunca se sumaron miles de días a mi ausencia (y que, sostengo, sólo ocurrirá con mi muerte), qué bien el saber que sólo fueron algunas semanas en aquel ayer.
Qué bueno el estar aún aquí y entender que cualquier día podrá ser el último; qué mejor que dejar al destino que "haga su trabajo" y no forzar demasiado al porvenir o al devenir.
Qué bueno el seguir recibiendo tus misivas desde tan lejos y el poder contar con esos amigos que aún aman mi música... qué bueno el poder seguir haciéndola.


Son ideas que rondan mi entender; son fantasmas que se postran frente mío y sólo dejo que pasen, que sólo se muestren como tal y "sigan su camino".
Son momentos que han sido desde miles de días atrás y que seguramente estarán ahí por millones más en el actuar de algunas personas.
Son situaciones que me hacen recapacitar una vez más sin llegar a convertirse en miles... son miles de palabras ya escritas, millones quizá y, a fin de cuentas "quién presume de contar"?

sábado, 4 de octubre de 2014

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Fuera del dédalo, un reducido grupo personas se dió cita aquella noche paqra escuchar lo que habría acontecido luego de siete años de no hacerlo, de no sacar lo íntimo, de no mostrar la sinceridad sobre el escenario.

No sé cuánto fue que ellos dieron cuenta el cuán fuera me encuentro del laberinto... lo que sí es que resulta muy agradable el que entonen contigo una y otra de veintidós melodías que se interpretaron esa noche o que me hayan solicitado una, dos o cinco temas que no "tenía contemplado hacer".

A todos ellos, a cada uno de ellos, gracias por continuar deseosos de que muestre esa parte de mí que, luego de siete años, ya no conocen; siete años en que quizá les hubiera acompañado con cierta naturalidad dentro y fuera del escenario o donde el tiempo hubiera sido nuestro cómplice y la charla de café entre canciones haya sido la más anhelada de la semana.
No lo sabremos nunca.

Quedaremos así, dispersos, y volveremos a cotejar impresiones conforme transcurra más el tiempo y las canciones reúnan la relevancia o fuerza necesaria para poder surgir desde mí y sea mostrada hacia ustedes... todo con la mera intención de convivir, de sentirnos más que amigos y que no exista ese "cerco virtual" del artista-espectador.

Gracias a cada uno de ustedes.
Todo eso se siente, se lleva consigo y funge como gran alimento al ego, al cariño y al no sentirme más inútil de lo que ya me orilla el dédalo a sentir.


Gracias a Alfredo Saras Rangel por poseer aún ese amado foro.

sábado, 20 de septiembre de 2014

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Pareciera ser que, estando fuera del dédalo, mi nombre cada vez representa o sostiene menos que antes.
Aquel músico que pretendió en su momento poco a poco se convierte en una sombra de lo que fue.

Eduardo Ulloa hoy día, en You Tube (por ejemplo), se ha convertido en una repetición más de la "homonimidad" que alberga el mundo latino pues, al sencillamente colocar mi nombre en el buscador, más de veinte aparecerán (y aunado a ello, ya he descubierto un homónimo que poseé ambos de mis apellidos).

No sé en verdad qué haya sido de todo esto si continuara trabajando y dibujando la red y el entorno de la farándula con mi música. No sabré nunca qué tan lejos hubiera trascendido en los demás... y resulta extraño incluso el saber que la mayoría de las visitas que poseo en este espacio provienen desde el viejo continente mucho más que del que habito.

Y no, no puedo culpar en específico a "un par de canciones" que me hicieron recapacitar o a aquella mujer que logró la desazón en mi escritura y/o composición. Muchos compañeros aún anhelan o desearon alguna vez tener ese toque que me caracterizó musicalmente y que me trajo cierto reconocimiento que hoy sencillamente ya no está más o ha dejado de ser una prioridad... o, digamos, que he perdido el poder del asombro.

Los cuestionamientos hacia todo esto aún me dejan ciertas noches de desvelo y, muy ocasionalmente, soy invitado a programas televisivos o radiales donde sigo ofreciendo mi música como estandarte y propuesta (sin que tenga más eco del que alguna vez tuve) pues ya he repetido en más de una ocasión que mi desempeño musical en estos días obedece más a la música comercial que puedo interpretar sin que por ello pierda cierta impresión el espectador al escucharme.

Aquel descubrimiento que hiciera de uno de mis compañeros trovadores que intentó adentrarse en el mundo de la música norteña y que le fue imposible me dijo una vez más que este mundo musical no tiene vuelta de hoja más allá de la "payola" (que significa: PAGAR para que tu canción sea repetida hasta en tres ocasiones o cuatro al día a estaciones difusoras o televisoras si es que posees un video del tema promocional).
¿Acaso debo incluír aquí a este menester y calificarlo de culpable también?

Supongo que el simple hecho de insistir no basta. Armando Jimenez ("palomas") es una muestra de ello según mi compañera de vida quien, casi asegura, que se necesita de "tener estrella" pues, en su caso, a él le tocó la fama desde algún lado y, de "tocarnos a todos", qué sería en sí del mundo de la música?  Todos seríamos exitosos entonces y no habría necesidad de insistir o demostrarnos nada... no lo sé. Algunas cosas se tornan difusas o abstractas y prefiero no conflictuarme más.

Hay los "otros", los que luchan, luchan y persisten y apenas se les conoce o, mejor dicho, casi nadie les sabe. La juventud de hoy vive de la Internet y no de la música en vivo en los lugares donde existe propuesta dejando todo al "rumor" o al "consejo" musical que alguien más pueda darles y, si se supone que ello debería ser más que suficiente, cómo es que muchos no llegamos a tener la fama que tuvo Silvio Rodríguez en su momento? Son realmente otros tiempos? ...o en definitiva somos musicalmente tan malos o resultamos ser la copia de tantos ya que nadie se interesa por nuestra propuesta?


No sé... hay tanta tinta aún en el tintero y tanta tela para cortar que... (dejen reponer mi pluma y afilar mi tijera un poco pues, día a día, el desgaste es notorio) mas, aclaro, ninguno de mis comentarios aquí ha sido puesto para ofender a nadie o menospreciar el trabajo de nadie.
Por favor, no hagamos más intrincado esto.

jueves, 11 de septiembre de 2014



Probablemente esta sea la única ocasión en que merezca el que coloque una imagen en este espacio en honor a aquella gran mujer que conocí allá por el año de 1999.

Terminaba la grabación de mi primer disco ("Sueño y Quimera") cuando, en un establecimiento de la urbe, la miré detallando a lápiz y colores este adorable ángel. Mi impresión y aceptación fue inmediata. No tardé en pedirle a aquella mujer me "regalara" su arte para colocarlo como portada de mi disco.
Resulta por demás decir que la emoción fue mutua al ella aceptar y al yo entregarle semanas después el disco totalmente terminado con su bella obra al frente de mi trabajo musical.

Siempre fue un disco bien recibido por los ojos de quienes desearon alguna vez adquirir algo de mi autoría en una grabación y, especialmente en esta, mi afán por mostrar lo mejor de mí en aquel entonces estuvo más que reflejado en el producto final donde pude coincidir e invitar a personalidades importantes tanto del medio como de los grandes músicos con los que convivía.
Ciertamente la "cereza del pastel" la colocó ella con su "Ángel sumergido en sueños de agua" y que forma parte de una trilogía hermosa que aún poseo celosamente conmigo.

Supe después de unos años que Saúl Ledesma (fundador e integrante activo del grupo tapatío "Radaid") era su hijo... y los años siguieron y siguieron.
Podríamos decir que mi presencia esa tarde en el templo donde se efectuó la misa de cuerpo presente fue un tanto vaga o vana pues, transcurrieron casi catorce años desde aquel momento en que cotejamos impresiones y que pudimos conversar un poco... Supongo que ahora sólo podré hacerlo en mis sueños si ella lo desea. (probablemente esto sea algo de lo que me arrepienta mucho...)

Yo no soy en esencia nadie para comentar acerca de Danaé; todo lo consecuente deberá ser por parte de su descendencia y que aún es joven y fuerte para poder llevar el peso de su nombre mas, no por ello quise dejar pasar el dedicarle unas letras a esta gran mujer que supo vestir con su arte visual mi música, que supo ser compañera de muchos, amiga de otros y amante de la música de propuesta, poseedora del mejor de los apoyos y, para muestra, mi botón.

Dios sabrá tenerla en el lugar más preciado en su dominio pues, muy discretamente, fue metiéndose en cada uno de nosotros quienes buscábamos en aquel entonces el compartir nuestra música en aquellos lugares donde podía hacerse la música de autor.

Danaé Araujo se hizo llamar siempre... Todos le conocimos así! Todos llegamos a estimarla, lo sé, pues las lágrimas que miré fuera de aquella humilde capilla del templo Expiatorio de Guadalajara esta tarde jamás podrían ser falsas. Sé también que todos los presentes compartimos el dolor de esta pérdida sensible para la familia Ledesma Rodríguez y está por demás decir que mis ojos me delataron por más de un momento en el recinto...


Vaya pues, hoy y siempre, mi amplísimo reconocimiento a aquella gran mujer que tuvo a bien el cruzar por los viros de mi laberinto. Quiero creer que su dédalo no pudo concluir pues supe también que aún no tenía "su vida resuelta" y, como todos, nos harían falta más de diez para poder apenas decirlo o imaginarlo siquiera... aunque, si miro más a fondo, puedo creer que en ella ya habían transcurrido algunas ocho de menos.
Así lo demostró siempre!


Q.D.E.P.
Dolores del Carmen Rodríguez Araujo.

jueves, 4 de septiembre de 2014

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En aquellos años me recuerdo con grandes deseos por poseer aquella música que se dejaba escuchar en las estaciones de radio.

Casi semana a semana se dejaba escuchar un nuevo tema que resultaría terminar en el "hit parade" nacional o estadounidense y, con ello, el sumar temas y temas más a mi larga lista de "canciones por tener", eso, a pesar de que no escuchaba muchas estaciones radiales.

Sonido Internacional era mi favorita; los que más se quedaban con Stereo Soul que se dejaba escuchar en esta ciudad de Guadalajara y zona metropolitana para crear así cierta "distinción" entre los radioescuchas.
La vanguardia se la jugaban esas dos estaciones y alguna otra que se escapa de mi recuerdo en este instante.

Creo mal recordar que mi primer disco sencillo (aquel acetato donde sólo venían dos temas - uno por lado) lo obtuve gracias a mi padre que decidió comprármelo un día que hacíamos compras (valga) en el centro de la ciudad... Si bien nuestra situación económica siempre fue precaria, tarde se me hacía el regresar a casa para escucharlo hasta que la aguja del brazo de la tornamesa tuviera que ser reemplazada. Estará por demás decir que era de la marca Garrard y que formaba parte de las llamadas "consolas" Packard Bell que existían en esos años.

Así pues se escuchó el tema "Why did we say goodbye" del señor Dave McLean una y otra vez cuando tenía la oportunidad de estar a solas con dicha consola pero... a qué voy con todo esto?
El caso es que, si tú también escuchaste 'Sonido Internacional' sabes a la perfección que no ocurría ahí la música en español. Por esos días las grabaciones extranjeras sonaban diez o quince veces mejor que las nacionales y casi todos buscábamos incluso el tener un disco importado debido a dicha calidad sonora.

Fue entonces que, en mi afán por poseer toda esa música que escuchaba en radio pasaron los años y sencillamente y de manera inadvertida para mí cobró su auge el rock en español comandado por todos esos grupos que hoy son más que 'grandes' en el haber musical de "treintañeros o cuarenteros" y, aunque yo me encuentro en ese inter en mi vida actual, no lo es ni lo fue aunado a dicho género musical.

No lo tomen a mal. Aprecio esa música y, mi facilidad por las notas, me brindan una opción más crítica ante cada género que pueda llegar hasta mis oídos... y en este caso, lo es también por ende para el rock en español, el cual, no me ofrece actualmente una opción 'importante' o relevante en mi acervo.

Y es que la pasé perdido por la música en inglés, llevando incluso al cargo un "luz y sonido" en aquellos años que me orillaron mucho más a "ignorar" este gran movimiento que se gestaba a la par de cada nuevo hit en inglés en plenos años ochentas.

Hoy día fallece uno de los grandes y, si bien soy nadie para decir esto, puedo reconocer la gran y enorme calidad de músico, intérprete y compositor que fue Gustavo... muy a pesar de que mi preferencia no sea por el género que dominaba y que le hiciera grande entre los grandes.


Gracias por venir.

Q.D.E.P.
Gustavo Adrián Cerati Clark.

martes, 26 de agosto de 2014

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Qué ganas de poder escribirte como antes, de ese haberte conocido tempranero y sin llegar a tener en sí un juicio o prejuicio entorno tuyo...
Qué ganas de poder estar escuchándote como antes, con ese dejo de añoranza por los viejos tiempos y con cada plan en la punta de tu lengua que se hacía acompañar por tu sonrisa en plan de complicidad.

Qué puedo decir entonces si "ya no existe ese vínculo a través de cierto mensajero"? ...si ya no existe esa luz que pude ver alguna vez en tus ojos... si ya no encontré sino sólo serenidad incluso en cada palabra tuya.
Probablemente han sido todos estos años que nos han dejado la impresión para "otra ocasión" o sencillamente ya hemos perdido ambos el "factor sorpresa" que la vida misma coloca frente a nosotros y que, de alguna u otra forma, no podemos ver ya.

Qué pudiera escribir ahora que apenas cruzamos un par de frases y que el entorno y actividad nunca dejó que cotejáramos "nuevas ideas" y fresca experiencia dada con nuestros años?
Qué tristeza el tener qué lidiar una vez más con la lejanía y dejarlo todo al "será en una nueva ocasión".

Probablemente ya el destino supo qué hacer con nosotros y no necesita el que volvamos a reencontrar la mirada en algún café, en coincidir frente a la mesa y sostener un tópico o en el hacer de cuenta "que tenemos tanto qué contar" como para demandar lentitud a las horas a costa de los demás o del trabajo mismo.

Qué ganas de poder escribirte como antes mas, obviamente, sin los mismos temas que arrasaron mi entender o que te aptraparon también a ti en su momento y que pudimos en algún momento compartir ante mi sorpresa por tu cambio, por tu amplia cordura y la simple razón y coherencia que te ha brindado el haber vivido más que yo en todo ámbito.

Qué ganas de poder seguir recogiendo desde cierto alumnado cada historia, cada semblante y cada mirada tanto de asombro como de deseo por correr, por salir, por huír o por sencillamente morir.
Qué ganas de sonreír a la par de tantos, de apreciar cada mañana el amanecer con miras a encontrar el nuevo atardecer y de ser al final del día ese solitario que deambula el parque acompañado sólo del viento y un susurro musical proveniente de la garganta.


Qué ganas de poder escribirte como antes, de hablarte como antes, de pensarte como antes y de soñarte así, con todo tu peso, tu pasión y tu desenfado ante tus actos.
Qué ganas de poder escucharte como antes...

jueves, 21 de agosto de 2014

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Y es que, cuando sucede así, todas las letras se abruman y se agolpan en mi cabeza intentando dar parte al comentario, a la charla y al cotejo desde tu parte y, aún y cuando ocurra en mis sueños, sospecho que se trata de la noticia que llega desde el más allá intentando inyectar al tiempo la frescura del ocurrir.

Supongo que esta vez fue Zared quien provocó el vínculo para hacerme saber de ti pues, pronto arribó a mí cierto recuerdo del devenir de todos los tuyos y supe (hasta donde supe) que debería ser "alguien externo", ajeno prácticamente a la familia quien me "contactaría" en tu nombre.

Supongo también que adoptó una forma más humana y, por más que intentó, no pudo ocultar su sencillez y grandeza mientras andaba en esa bicicleta.
Adoré tu manera de mencionarlo, de saberlo ya parte esencial en tu vida (a pesar de tu reclamo "habitual" hacia mi persona, reclamo que, sé, portarás siempre) y esa ternura extra que ya te alimenta y que sé la has adquirido desde él.
(Qué grande te has hecho gracias a todo ello!)

Conocí a alguien más que también gozaba ya de los beneficios de tener a alguien a su lado en pleno y la manera como dicha presencia cambió y cambia hoy día aún la vida, su vida... y esta ocasión indagué por mí: ¿Cómo es que no ocurre conmigo? ¿Cómo es que no se presenta alguien así conmigo?
¿Acaso es que ya lo tengo a mi lado y no lo he visto o permanece tan escurridizo, sutil y efímero que se torna apenas perceptible?

Yo sé que son ángeles todos ellos que cuidan más directamente de nosotros y me parece hermoso en verdad el que podamos conversar e interactuar con ellos de esa forma como ya tú lo haces con él, sin embargo, sospecho que es cierta envidia la que me acerca a este espacio para hacerlo "público" y subrayar el que yo no tengo uno de esos a mi lado... De cualquier forma la pregunta ya está hecha.

Si aquellas ocasiones leías sin entender nada, ojalá, esta vez al hacerlo sencillamente comulgues con cada línea escrita y vuelvas a saber con certeza que sí, existe ya un ángel en tu vida que ha terminado por contactarme en sueños a sabiendas de este afán trunco por saberte un poco... así, como lo era antes.


Gracias a ambos: a ti por mantenerte latente y a él por traerme tu inasible cercanía.
Supongo que resulta por demás el volver a pedirle aquí que cuide de ti pues, él, sabe a la perfección cómo hacerlo sin siquiera recordárselo.

martes, 12 de agosto de 2014

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No sé si alguna ocasión lo escribí en este "fuera del dédalo" pero, creo, ya es tiempo de ofrecer una disculpa e intentar que esto ya no trascienda más allá de lo que realmente fue en su momento.

Y es que toda aquella situación que se gestó al final de aquel "laberinto cotidiano" que tuve activo en su momento y que dió origen a este sencillamente nunca debió de haber sucedido.
Y me refiero a todos los momentos desagradables que mermaron en exceso mi estómago y los de quienes acompañan mis días nunca debieron de haber ocurrido... eso, en su momento, nunca lo entendí y estuve aferrado estúpidamente a querer solventar una actitud que no estuvo nuca a mi alcance.

Entiendo hoy día que, cualquier obstáculo marital o sentimental, sólo debemos dejarlo ser y, a pesar de saber de sus consecuencias, no debe ser truncado o removido por la fuerza o por ninguna razón que esté ajena a nosotros... y me refiero a mí en específico.

Aún recuerdo mi postura ante aquella actitud que implicó a más de uno fuera de este dédalo y, eso, jamás debió de ser y de ocurrir al menos de mi parte.
Hoy día entiendo también que, lo que surja de "la otra parte", es cosa de dicha "otra parte", que no debe importarme en lo más mínimo y que debo aferrarme al amor propio y hacer que la vida gire entorno mío y no a la inversa... qué tristeza que nunca entendí eso en su momento!

En mi mente repica el calor de mis altisonantes palabras, la ofensa en la punta de mi lengua y los puños prestos a dar en un blanco en específico... qué decir de mi intento de suicidio.
En mi estómago revolotea aún la sensación de aquella tarde en que, frente a su burla, mi enojo volcó en impotencia cuando, lo único de debí haber hecho era sencillamente nada! Dejar que el todo se sucediera y que mi blanco fuera sólo este quien escribe y no el todo pues, reitero, dicho "todo" nunca fue provocado en totalodad por mí. Deduje entonces que, lo que a mí concernía era lo que debía acatar y atacar, no el todo.

De ella no lo sé ni lo sabré jamás y, si me lo dijo, no le creí o lo olvidé ya en gran parte pues, tanto lo mío como lo suyo lo vislumbro hoy como absurdo y una lucha de poder que jamás debió haber ocurrido.
Cuán estúpidos fuimos ambos y, en lo que a mí respecta, cuánto más absurdo y estúpido fui... y cuánto más me costó el desgranar aquello que en estos días sólo forman parte de mi aprendizaje e inmadurez pues, sospecho, jamás sabré si en realidad formó parte esencial de mi experiencia aplicada a lo mundano y a lo sentimental para vida de ser mejor o peor persona...


Dejo aquí ese vestigio de lo que fue y de lo que es hoy y, aunque siguen las letras sin llevarme al interior del laberinto, sólo espero que este ir y venir de las grafías concluya con el mejor de los análisis y no recaigan en la sordidez... como en ocasiones acostumbro.

Por todo y más: mil disculpas.

jueves, 7 de agosto de 2014

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Cuando te vas, a dónde te vas?

Supongo que es porque todos requerimos de ese momento a solas tanto para meditar como para planear o indagarnos qué demonios hacemos aquí o allá... pero, realmente tenemos qué olvidarnos necesariamente del resto del mundo?

Cuando estás, realmente estás?

Supongo que nuestra presencia es importante en el lugar donde estemos; que si somos invitados es por algo, que si nos encontramos en un lugar público formamos parte del todo, del ambiente del sitio y gozamos de la compañía de los demás... pero, realmente el ambiente necesita que estés ahí?

Cuando te deprimes, identificas la causa?

Supongo que no, pues en lo personal ya he padecido de ello y en verdad no te explicas el cómo es que te encuentras así, sin motivo aparente, sin sentido, sin rumbo... mas, será lo mismo cuando realmente identificas la causa y no haces nada por solucionarlo?

Cuando estás feliz, en verdad lo estás?

Sospecho que muchas de las veces solemos colocar cierta actitud frente a los demás que sólo distraen o no permiten ver cómo es que realmente te encuentras y es justo ahí cuando, supongo, tu permear del sentir no se vuelve básico y pudiera tornarse hasta inentendible... o me equivoco?

Cuando miras a los demás, quisieras ser como cierta persona?

Sí, sí he sentido eso y te puedo asegurar que, en cierta medida, la realidad es que preferirás siempre terminar siendo lo que eres y quién eres debido a que tu amor propio se percata de la validez en tu persona... pero, sabes que eso no "aplica" de los demás hacia ti y entonces: valdrá la pena seguir siendo así? En realidad al decir "me vale lo que piensen los demás" lo aplicas?

Es este mundo lleno de prepotentes de mierda los que te tienen en vilo? desgastado, abrumado, casi olvidado? ...y, al no sentirte el "alma de la fiesta" optas por mejor quedarte en casa viendole la cara a quien no deseas ver?


Supongo que todos deberíamos hacer algo tanto hacia nuestro respecto como al de los demás... obvio, sin daños a segundos o terceros... supongo - escribí.

lunes, 28 de julio de 2014

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No quisiera creer que "todo lo estamos haciendo mal".
Preferiré en todo caso quedarme con la frase "haz lo que te funciona, lo que realmente funciona".

Casos vemos y sabemos: madres que dejan a temprana, muy temprana edad a sus hijos; padres irresponsables, excesos en todo cuanto hacemos o nos gusta hacer (beber alcohol, fumar, drogarse, bailar, sexo, comer y un sin fin de actividades más).

Será posible acaso que esta vida funcione así? Que realmente como individuos debemos dejar que cada quien haga lo suyo sin tener que estar "amamantando" hasta muy tardía edad a cada hijo? No educar? (Esto es, dejar que la experiencia la cobre cada quien por su experiencia propia).

Funcionará el seguir consumando nuestras fantasías y deseos quitando la vida a alguien más? Abusando de una mujer sexualmente y con violencia? Secuestrando personas? Dejar de llevar el sustento económico a casa? Dejar de trabajar? Saberse errante por la vida?

Qué es lo que realmente funciona para unos tantos y que pareciera que no lo es para muchos?
Acaso equivoco las cifras y, dada la vastedad de seres humanos que habitan el planeta, es que se mira hoy día tan propenso todo ello en dichos seres?

Sabré incluso hoy a mi edad qué es lo que funciona para mí? O es que sigo errante por el mundo creyendo que "hago lo correcto?
Tú, aquel, ellos... todos alguna vez me han criticado cuanto hago o dejé de hacer. Probablemente yo también lo hice volcando parte de mi frustración en ellos y ¿cuál ha sido el resultado? Hemos mejorado? Ha empeorado mi relación con ellos o la de ellos conmigo?

Mis hijos... qué decir de ellos y de sus ideas vanguardistas y de desenfreno...
Mi esposa... qué decir de ella y su aparente perfección... o la mía. Y "perfección" quiero que se entienda como ese desarrollar nuestra actividad cotidiana y familiar como la mejor cuando, visto desde cualquier otro prisma, sencillamente se encuentra más que errada.

Entonces? Le funcionará acaso a ellos el pensar así? Sería preferible que todos fueramos autistas? Todos con síndrome de Down? Todos violadores? Asesinos? Irresponsables y flojos?


Supongo que en la diversidad es donde se encuentra la raíz de todo este embrollo y no sólo en la comprensión... el desgranarlo, descifrarlo y aceptarlo quizá sea lo confuso y difícil de aceptar en nosotros.

martes, 15 de julio de 2014

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Pudiera parecerte extraño, pero realmente más extrañado me encuentro yo.
Y es que no me puedo imaginar la magnitud del motivo de tu ausencia.

México, como tal, sabemos ambos que ofrece gran oportunidad de trabajo y de vida mas, también, ofrece una lamentable idiosincrasia pueblerina y arcaica que pareciera más una maldición que una costumbre o cultura.
Supongo entonces que a razón de ello es que obedece tanta inseguridad; supongo también que a raíz de ello es que nuestro pueblo no progresa, que sigue soportando la vastedad de irregularidades políticas y desigualdad social pues, mientras no nos afecte a nuestro bolsillo individual o al refrigerador en casa, todo seguirá igual.

Ganas hemos tenido tanto tú como yo (bien lo sé) de que se gestara una nueva revolución y, a pesar de saber que los jóvenes y futuras generaciones tienden a soportar mucho menos tanta desigualdad, dista aún de mantener una lucha de esas magnitudes pues, mientras no se vea afectada su relación y contactos en las redes sociales, todo seguirá igual... No pasa nada!

No quiero creer que es por ello que te ausentas de manera casi permanente de este hermoso país... y, sabes también en el fondo, que justamente es por eso y tanto más que resulta preferible no estar más aquí.
Aún que nos duela escuchar el mariachi estando allá, que extrañemos tanto las tortas ahogadas como la cerveza, el pulque, los tacos al pastor o cualquier otro platillo culinario propio de esta tierra que sigue subsistiendo y superviviendo a pesar de los pesares.

Más en el fondo aún... no termino por entender el por qué hemos de ir de una mujer a otra a lo largo de nuestras vidas (de la misma forma que, ellas, van de un hombre a otro a lo largo de sus vidas) pues, a fin de cuentas caeremos en el mismo tenor con el paso de los años... a tener la misma sombra en el sofá, cierta paz en su vientre, la tele encendida o las ganas de llorar (ya sabes... ya lo dijo Ismael en su canción... y algo dije yo en "a fin de cuentas").

Entretanto, en todo ese ir y venir de los pensamientos, las formas, la cultura, la mujer, el sexo, las canciones, los alimentos y los vicios es que te recuerdo y sigo inmerso en una extraña maraña de pensamientos que no termino por descifrar...

Vive! Vive bien. Sé feliz! En verdad supongo que lo mereces al igual que quien hoy acompaña tus días... y, cuando más frío sientas, habrá una lágrima tibia de este lado del mundo que desearía convertirse en inolvidable frente a tu felicidad.

martes, 8 de julio de 2014

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Ellos no lo saben...

Supongo que su vida corre como alguna ocasión corrió la mía, con ese ir y venir, con ese soñar, planear y/o tratar de sentirse integrado a la serie de engranes que posee esta sociedad.

Ya no se hable del uso de las redes sociales de hoy día. Todo el auge que han tenido y que les ha tocado vivir y disfrutar en este tiempo y que los mantiene un tanto dependientes de sin tomar en cuenta algunas otras cosas de la vida y que son tan sencillas como el despertar y saberse vivos.

Ellos no lo saben...

Suponen que el entorno es de ellos más que de los demás, señalan, vociferan, abusan de su edad y desgastan su cuerpo mucho más que quizá yo lo hice con el mío en su momento.
Juegan con el amor como si fuera un pedazo de plástico que, cuando sufre su desgaste por el uso, habrá que desecharlo y tomar o adquirir uno nuevo.

Hablarán de esto y aquello con poco fundamento y se llevarán muchas más sorpresas en la vida de la que ellos piensan que, si bien ya les ha tocado el brincar las fronteras gracias a sus tíos, es justo esa lejanía la que me tiene esta tarde escribiendo acerca de ellos pues... qué extraña se siente la casa sin ellos!

Ellos no lo saben... y probablemente lo sepan hasta que tengan sus propios hijos. Mas, el habernos quedado en casa sólo con los pequeños, me remonta a aquellos hermosos años cuando sóilo éramos cuatro en la familia y todo fluía benévolamente...

Hoy, sencillamente sabemos que faltan dos en este lar y que su ausencia, aunque momentánea, nos vuelve a recordar que alguna vez nos quedaremos sin ellos, que intentarán de alguna forma vivir su vida sin nosotros sus padres y nuestro lar volverá a ser un hueco silencioso en el espacio terrestre como lo fue en un inicio...


...sólo que esta vez será con senilidad en su interior pero quizá con la sonrisa plasmada en nuestros rostros por lo conseguido en ellos... en ellos, que no lo saben aún.

viernes, 27 de junio de 2014

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Estos días, estando cerca a cualquier otro dédalo, es que me acerco a este espacio con una preocupación que había dejado de estar conmigo hacía mucho tiempo atrás y, gracias a cierto intento, es que volví a percatarme de su presencia.

Mas, no quisiera llamarla en específico "preocupación" pues, realmente, no es así... llamémosle inquietud o duda para, así, dejarle el "compromiso" a alguien más que no sea yo directamente.
Y es que me refiero con ello a las musas, a los duendes que habían estado cercanos a mí y a mi guitarra por aquellos años en que ni siquiera los dejaba descansar un mes sin que les solicitara el acorde, la palabra o la enseñanza y así dejarla impresa en una canción.

Supongo (y quizá supongo mal), que se encuentran en un letargo del cual no han querido salir al dejarles dormir o desaparecer de mi círculo por tantos años y solicitarles "su regreso" de manera pronta y demandante además que, mi compañera musical, sentimental y sonora, ha repetido desde mis dedos esos acordes por tantos años que ahora me resultan tan socorridos que sencillamente no quieren repetirse más sosteniendo así la falta de intuición para que brote mi canción una vez más.

Entiendo lo de la sencillez, lo de la ecuanimidad, lo existencial y/o lo vivido. Ya entendí la postura de este, ese o aquel ante la música y/o la propuesta; supe del amor en su máxima expresión y lo dilucidé con notas (del celo, el desamor, la venganza, la soledad, los años, la risa, el llanto y tantos otros que, de igual forma quedaron impresos en una canción)... y, quizá la pregunta final que se me acerca es si podré algún día tener a mi lado a esa musa o a ese duende sonoro que solió acompañarme mientras escribía o improvisaba tanto texto como notas.

Escucho a este, aquel, aquello o aquella y lo asimilo, lo entiendo, lo disfruto o lo condeno en mi pequeño juicio; analizo y doy cabida a la nueva forma melódica, a la enésima canción que soliera parecer repetitiva y descubrir que no es así... como decir ¿por qué no se me ocurrió eso a mí?
Con suma probabilidad es que quizá tanto la musa como el duende que me acompañaba en aquellos años se superaron y fueron a dar al lado de aquel que hoy se aprovecha de ellos y los "explota" a placer sólo por obtener un poco de dedicación y/o atención.


No los llamaré traidores jamás... ellos no tienen la culpa de mi resolución o mi postura para sólo estar y ser un intérprete más... pero ¡cómo es que se alejaron tanto!?

sábado, 14 de junio de 2014

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Ya sea dentro o fuera del laberinto, qué hermoso resulta el disfrutar siempre de los bellos momentos de esta vida.

Aquel eclipse solar de 1991 estando en los cabos igualmente comparado al que se llevará a cabo (si mal no recuerdo) en el año 2023 y que de nueva cuenta podrá ser visto y disfrutado por muchos quienes habitarán aún este planeta.

Y digo así porque, anoche, tuve la coincidencia de ver dos sucesos citadinos en donde, en uno de ellos, un hombre perdió la vida (como coloquialmente se dice) y, en tiempos del mundial de futbol, un deceso personal nos priva de toda posibilidad de seguir disfrutando de esta maravilla deportiva.

Pudiera leerse absurdo pues ¿quién demonios pensará en un mundial de futbol para vida de seguir con vida?
No es ese el hecho en específico, sino el de poder disfrutar de esos bellos momentos que nos otorga esta vida pues la lista y los ejemplos pueden ser tan vastos, sencillos y tan a la mano que no terminaría de ennumerarlos.

Y es que, en lo personal, estoy disfrutando mucho cada encuentro futbolero que se está llevando a cabo y que, gracias a mi horario de trabajo, puedo ver con tranquilidad en casa, con los míos, con esa salud que todos deseamos y, principalmente, sin meterme en problema alguno con nadie como para agriar una de estas tardes en que hasta me arden mis ojos de tanto estar pegado al televisor.

No pueden negar que es un hermoso deporte y que, incluso los torrenciales aguaceros que caen en estos días sobre la ciudad, son realmente hermosos al dejarnos esa frescura tan necesaria dado el intenso verano que nos azora ya (un tanto adelantado).
Las risas de mis hijos, las bromas con mis familiares, los recorridos que para muchos suelen ser absurdos, el beber una cerveza, fumar un cigarrillo, un nuevo amanecer o una noche de intensidad sexual con mi compañera de vida... Ya lo dije antes, la lista pudiera ser interminable.

Aquellas obras que darán más valor y movilidad a esta ciudad apretada y colmada de autos y que, en un futuro algo lejano, podremos tener y disfrutar... sí, disfrutar como tal y que, en el caso de ya no estar más con vida, sencillamente no sabríamos qué ocurrirá o cómo será dicho futuro.


Todo este recapacitar me orilló a recordar a mi finado hermano Ricardo, el cual, no mostraba interés en casi nada en particular y que, probablemente y en comparación mía, no le importaba nada de lo que pudiera ocurrir en el entorno o en su seno... fue entonces cuando seguí dilucidando que quizá él ya tenía la respuesta divina al no apasionarse con nada, ni siquiera con la vida misma o los sucesos derivados de esta.

Su vida fue en probabilidad un reflexionar vacuo o real el estar en este mundo y, tal vez, algún día lo entenderé y quedaré en el pleno entendido de que no hay nada por hacer o atesorar de este y/o cualquier otro momento en nuestro tiempo.

miércoles, 11 de junio de 2014

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...luego, el pensar que aún sigo siendo para ti indispensable.
Comentarios van y vienen y siguen trazando una línea que no nos llevan a algún punto en especial. Los hechos pareciera que sólo han dibujado la cotidianeidad común y ya no denostan lo que en esencia muestran.

No, no estoy diciendo que lo nuestro está mal... probablemente el todo siga formando parte del todo y habrá qué adecuarse desde cualquier vertiente del prisma aún estando fuera del dédalo.

...luego, sies vasos en el fregador no hacen la diferencia.
Comentarios brotan desde ti que parecieran no tener eco y, muy en el fondo, algunos de ellos lastiman o siguen mellando lo ya lastimado; incluso, los tópicos que has tocado estando en otro estado anímico, parecieran ir con "otra intención".

No, no estoy diciendo que lo nuestro está mal... probablemente el todo siga formando parte del todo y habrá que reacomodar lo que queda para no confundir la luz que atraviesa el prisma con lo intrínseco que porta en sí el laberinto... tu laberinto.

...luego, el sueño reacomodado para revestir de erro lo nuestro una vez más.
Comentarios haces con tintes sonoros, con réplicas y reclamos que en muchas ocasiones han de fruncir mi seño y me hacen permanecer en silencio aunque, ya en determinadas ocasiones, no he podido con el peso de las palabras y se asomaron indistintamente tanto contigo como en alguien más de mi confianza.

Y no, no estoy diciendo que lo nuestro está mal... probablemente el todo siga formando parte del todo y habrá que revalorar lo que queda de esa luz que ha atravesado cada prisma que portamos y que, día con día, dicha luz no ilumine erróneamente más nuestro camino tanto dentro por fuera del dédalo y, de paso y a pesar del todo, no se extinga.


Qué ganas de volver a soñar contigo como era en un principio... Qué ganas de estar contigo como estuve en un principio... Qué ganas de apagar esa bombilla parpadeante y dejar sólo un prisma para ambos, sí, como quizá lo tuvimos en un principio.

miércoles, 4 de junio de 2014

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Habríamos de ver cuánta felicidad y estabilidad hay en el mundo que sencillamente desaprovechamos por estar inmiscuidos en otras pequeñeces y/o porquerías que no nos llevan sino al sólo perdernos un tanto más de los beneficios de la vida y el amor.

Fuera del dédado se percibe aún más pues es básicamente lo que hemos estado "peleando" todos estos años y, peor aún, parece que mientras más tiempo transcurre más se trunca o se pierde la lucha en el entretanto debido a inquietudes superfluas dé parte de alguno de los dos.

En verdad lo veo lamentable puesto que también he concebido la lucha y guerra que hemos librado y, en lo que todos suponen como algo terminado, vuelve a relucir la desesperanza o el "tirón flojo" que nos orilla a cierto rincón del laberinto donde ninguno deseamos estar.

En verdad que no quisiera decir que es básicamente "culpa tuya" pero, dados los hechos e inquietudes que en ambos proliferan actualmente, es que tú llevas las de mayor peso en lo que nuestro estar demanda.

Infinidad de días he cargado con el peso de mi culpa, de mi falta y de otras burradas que traje conmigo y que mezclé de manera lamentable en nuestro seno como para que, a fin de cuentas, todo sólo se resuma a pérdidas y/o problemas que no nos llevan a ninguna parte desperdiciando así nuestra mutua felicidad y la de los que nos rodean.

Supuse que el tiempo sería el mejor de los remedios y, parece que muy por el contrario, ha sido este fiel cómplice a otros desvaríos que nos dejan en ocasiones a ambos más fuera del dédalo que antes.



No sé ya si terminar mi texto diciendo que, de nueva cuenta tendré qué esperar pues, en está ocasión, el tiempo, no me ha servido de aliado.

sábado, 31 de mayo de 2014

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Fuera del dédalo también puedo extrañarte, desearte como nunca antes o simplemente apreciar tu belleza.
Decirle al viento con una simple sonrisa que estoy tranquilo disfrutando de los quehaceres cotidianos o de mi trabajo pues, gracias a mi estatus, es que puedo optar por esta postura benevolente.

Sí, fuera del laberinto también puedo molestarme... pero ya no suele ser con la intensidad de antes o con el recelo engañoso y perjuicioso que sólo demacraba mi semblante. No sé si se lo deba a los años o al saberme con la vida resuelta aún estando en solitario.

Fuera del dédalo observo a la parca en televisión que ha visitado a otros, que ha socorrido a unos tantos más y se sigue manteniendo lejos de mi círculo... Cuando ocurra su visita "estaré informando desde esta única plataforma".

Fuera, sigo fuera y a pesar de ello pareciera que estoy dentro, dentro de un círculo donde el interior parece el exterior y viceversa... Un sentimiento nace con cada día a pesar de la cotidianeidad y el ver crecer a mis hijos me conmueve, me llena y me aferra a seguir aquí.


Sí, no es necesario a veces el tener qué mencionarte, sabiendo tú de antemano que todo es debido a ti.

jueves, 22 de mayo de 2014

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...y quedo un tanto "sumergido en la incertidumbre" cuando, sin aviso previo, quedas tú también fuera del laberinto por al menos un día cuando te sucede.

Y es que, si bien yo ya me siento fuera, dicha incertidumbre y rareza ronda en el entorno cuando te observo fuera también quedando ambos en cierto limbo, sin piso, sin trama, rumbo o futuro inmediato.
Es justo ahí que observo nuestro presente y no puedo ir más allá o sencillamente no encuentro la hora o el momento preciso entre la nada para "volver" a nuestro estado habitual.

Sé, que eso no tiene que ver contigo directamente pues, todo ello, sólo llega y se postra frente a nosotros a manera de recordatorio del paso inexorable de los años o de las atrocidades que la misma salud demanda transcurrido el tiempo y, a pesar de saberlo, no deja de impresionarme, de ponerme a recapacitar en el "cómo sería" o el "cómo será" si continúa así.

Mis ausencias, incluso en el mundo, han sido bajo "tu supervisión y cuidado" y realmente no sabría qué rumbo tomar si llegaras a quedarte fuera del dédalo de manera permanente, si la vida optara por terminar con tus ausencias temporales o intermitentes...


No creas que no las tomo en cuenta o que las paso desapercibidas... realmente tienen gran demanda en mi entender y me pueden provocar cierto desequilibrio emocional, tanto, que muchas de esas veces sólo me obedece el silencio o la tristeza...

Perdona si mi sensibilidad te provoca desazón.

domingo, 18 de mayo de 2014

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Fuera del dédalo, el vaivén de las frases, de los momentos, de las cosas... Los mensajes ocultos en las palabras, los secretos guardados por años que salen a relucir y sembrando dudas o convicciones.

Fuera del dédalo, el trabajo mal pagado, las citas infructuosas, los intereses ajenos que vuelcan los propios, los planes mal elaborados o los sueños truncados...

Fuera del dédalo, el silencio una vez más, los recuerdos por enésima ocasión, los errores situados en el psiqué o en la moral, los derribos de la fe y lo en ocasiones absurdo de la religión...

Fuera del dédalo, la música y su magia, la búsqueda en vano, el ir y venir del dinero, los recorridos que no nos llevan a ningún lado, la otra parte de ti que me faltaba por conocer...

Fuera del dédalo, el apodo extraño, la llamada silenciosa, la visita inesperada, la textura del coqueteo, la franquicia de tu amor o de tu palabra, la tristeza impresa en mis textos o mis notas... mis canciones.


Fuera del dédalo reafirmo una vez más que sigo en cierta forma atado aquí, a expensas del clima, de la llamada, de la verdad, de cierta mentira, de la llama candente del sexo, de los sueños inquietantes, de la palabra ajena que reconforta, de la piel, del agua, del alimento amoroso y de ti...

domingo, 11 de mayo de 2014

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Habrá momentos en que estarás cerca en definitiva, aún y cuando tenga meses sin verte... Será cuando justo anides en mis sueños y, por más que intentes estar incluso del otro lado del mundo, lo inevitable se logrará.

Habrá momentos en que te volveré a poseer en definitiva... Será cuando, aún sin tú quererlo, te poseeré en mis sueños y serás más que mía en más de una ocasión mientras continúe con vida y, aún coloques un conturón de castidad, penetraré más que al fondo en nueva ocasión.

Habrá momentos en que volveré a conversar contigo en definitiva... Aún sin una red social, sin un aparato celular, sin que incluso salga desde mi garganta una palabra conocida por mi vocabulario castellano o con el uso de mi mal inglés aunque tapes tus oídos o zurzas tus labios.

Habrá momentos en que vuelva a escribirte en definitiva... Que sea nuevamente tu nombre el que predomine en el encabezado de cada texto aún cuando canceles tus cuentas de correo, te mudes de domicilio diariamente o vivas en alguna rúa de ninguna urbe.


Habrá canciones nuevas en definitiva... Estarás tú en ellas aún y cuando te conviertas en la persona más insensible y optes por cancelar tus oídos o sacarte los ojos para impedir que puedas llorar debido a mis notas y sentir musical dedicado a ti.

Será sólo hasta entonces.

lunes, 5 de mayo de 2014

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Cada quién con sus vicios, con sus ocupaciones, con sus ideas y prejuicios que le llevan al rincón de su laberinto.
Cada quién con su ir y venir, con su quizá sólo dar vueltas en el mismo círculo o en el mismo espacio desde donde habían iniciado desde su principio.

Cada cuál con su pena, con su necesidad, con su propio acervo y su visión acerca de su dédalo; con su magia, su porción de estiércol en el cerebro o en el ano esperando el momento justo para mostrarse o con el deseo de sacarlo en definitiva y no permitir que se vuelva a formar en su interior.

Cada uno con su maraña de situaciones que le otorgan su mote, que le brindan su mejor oportunidad, que le acercan a su maestría mundana o que le forjan su elixir vivencial.
Cada uno con su mañana, con su ayer, con su pasado puesto en el futuro erróneamente o con su futuro basado en su pasado por desventura propia y por erro personal.


Qué mejor que dar forma y/o tocar fondo a lo propio!
Qué sentimiento habrá mejor que el de poder sentirse orgulloso de los propios logros!
Qué iracundo quedará aquel quien no hizo lo suyo en su momento y hoy se lamenta de esto y aquello...

Qué gana de poder asir toda esa experiencia en una sola mano y, con la otra, el golpear firmemente al mundo y a su gente sabiéndonos mejores y plenos!
Qué gana de amar!
Qué triste el saberse del montón y ser observado como cosa extraña en el mundo... cuando sabemos que cada uno somos únicos e irrepetibles.

...como si ese fuera nuestro pecado...

miércoles, 30 de abril de 2014

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Qué hermoso el poder ser niño y olvidarte de cuanto desorden pudieras tener en casa, de cuán sucio pudieras estar debido al juego, al ir y venir o al simple hecho de vivir.

Qué hermoso el poder tener niños cerca a ti y poder recrear la vista con sus ocurrencias, con sus frases, con sus preguntas simples y blancas sin el menor atisbo de morbosidad o mala intención.

Qué hermoso el poder sacudir el polvo anciano y recordar la infancia, llorar una vez más por aquel helado derramado, por la burla en el aula de clases; remembrar a nuestro amor estudiantil y saber cuán errados estuvimos en cuanto a gustos o madurez.

Qué hermoso el poder catar los sabores de aquellos años en la actualidad, el acudir a un pueblo a degustar de lo típico culinario ahí y redescubrir el sazón de mamá, de la lonchería del plantel, de aquellos pastelillos que sólo podíamos adquirir en el tendejón frente a casa...

Qué hermoso el regresar a aquel lugar que nos vió crecer y saberlo pequeño; descubrirlo más frío y vacío que en aquel entonces y llorar mirándonos a nosotros mismos corriendo por aquellas calles inmersos en juegos, en rondas, sin un mañana por descubrir, sin una vida de qué preocuparse... sólo viviendo!


Qué hermoso el ser niño!
Qué tristeza el que lo hayamos olvidado...
Qué triste el que no deseemos el volver atrás...
Qué triste no seguir soñando cual lo hicimos en aquel ayer...

Y mucho más triste el descubrir aún niños que lloran, que padecen, que emigran, que no sueñan, que son maltratados o que no poseen al menos el alimento diario para sencillamente vivir y ser lo que son: niños.

domingo, 20 de abril de 2014

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Supongo que, mientras crecemos, nuestra manera de ver la vida y de llevarla a cabo suele ser moderada, desinteresada y/o con ciertos dotes de menosprecio o atención. Todo puede ir intrínseco en ese camino hasta llegar a nuestra mayoría de edad.

Las cosas que nos suceden nos van formando de manera tal que podemos discernir mejor, que cada experiencia nos dota de razón y ecuanimidad para seguir corrigiendo los que suponemos sólo son detalles y así terminar siendo más personas, más humanos o más valiosos tanto para nosotros mismos como para nuestro derredor... pero, qué tan dispuestos seguimos por la vida para continuar corrigiendo esto o aquello?

En los dos últimos días esto ha salido a colación desde una amistad u otra y, quizá lo peor, es que no me lo han dicho directamente, sólo lo han comentado entre quienes están cercanos a mí dejandome en cierta duda del si realmente sigo optando por mejorar o intentando hacer lo correcto con cada día que pasa.

Sigo, por ejemplo, buscando ese equilibrio tan importante ante mi esposa determinando qué es lo mejor para ambos y fundirnos en uno solo (aunque, al final del "estira y afloja" sólo uno de los dos salga lastimado) y ella opta por hacer lo mismo hacia mí; vaya, nuestra búsqueda sigue vigente y con buenos y sanos resultados a la fecha.

Atrás (al parecer) han quedado gruesas discusiones que hoy sólo tienden a ser recordatorios de "lo que no debemos hacer" por bien mutuo mas, frente a los demás (y aquí hablo solo de mí) pareciera que, haga lo que haga, no termino por convencer a nadie del qué pretendo, del quién soy realmente o del cómo es que podría reaccionar ante una u otra situación y, al final, descubro que sigo errando en el corregir de las cosas.

Esto no debería importarme del todo. La gente tiende a especular demasiado temprano y a criticar y juzgar más pronto que las oportunidades mías de demostrar lo contrario a su ya arraigada aseveración dejandome muchas veces tan desarmado ante el todo que culmina en defraudarme y en menear mi cabeza en ademán negativo... y, pues, a fin de cuentas, parece que sí me importa.


Cuánto más pues he de soportar seguir luchando contra cualquier ente que osa a juzgar sin antes conocer y, cuánto más podré corregir hoy día y a mi edad del todo lo que me falta por resarcir tanto de mi temperamento como de mi profesión y/o persona?

Cuánto más...? ...más, sabiendo que sólo "uno debe salir lastimado" y no muchos.

jueves, 10 de abril de 2014

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Habrá quizá que darle un nuevo respiro a esto; menear la cabeza de vez en vez para sólo dejar a la imaginación el resto y no caer en susceptibilidades que puedan corroer parte de lo que en esencia se maneja o plantea.

Habrá quizá que darle el revés a las cosas que malgastan el entorno, a esas que sólo pareciera que dañan parte de la ilusión o el sueño y no mezclar a la madre música que nos mantiene, nos da de comer y nos alimenta el alma desde su ángulo pues, supongo, ella hoy sí que no tiene nada qué ver con todo esto.

Habrá quizá que guardar silencio reticente y escucharlo como parte mismo del todo; que nuestros oídos se saturen de toda esa gama que brinda la ausencia propia del color auditivo y cerrar también los ojos; dejarnos llevar sólo por el corazón una vez más quien ha sido el causante de las mejores situaciones.

Habrá quizá que dejar que predomine más el sentimiento que, como ya mencioné, aunado al corazón y al propio instinto nos podrá trasladar a la siguiente zona del dédalo donde quizá siga ausente mas, tú al menos, estarás más que adentrada.

Habrá quizá que dejar de utilizar al oportunismo como base aleatoria del amor, como vínculo estrecho del momento en sí y dejar de convertirlo en palabra que comulga aleatoriamente con nuestro todo que, aunque no hemos notado que predomine en sí, sucede que en ocasiones el resto podría notarlo y hacerlo notar en nuestro haber y actuar.


Habrá quizá que darle oportunidad al "tal vez"... para que esto siga teniendo entretantos, pormenores, alguna que otra sorpresa y darle chance al juego, al azar, al destino como momentáneo y perenne guía hacia el todo pues, sospecho, existe alguien más poderoso que nosotros mismos quien actúa según profecía y nos mantiene en vilo, ensanchados, apretados y atados.

Habrá quizá un "quizá"...

jueves, 3 de abril de 2014

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No sé si tiene qué ver con que me estoy volviendo viejo... sencillamente existen acontecimientos que no puedo recordar.
Lo peor del caso es que no hace muchos años que dichos acontecimientos hayan ocurrido y, ello, me abochorna un tanto.

Existen otros (como todo) que no puedo olvidar y, quiero creer, son los que más me han marcado en la vida.
Mas, volviendo a aquellos sucesos olvidados, probablemente no repercutieron con la eficiencia que deberían en mi haber y, sin embargo, para otras personas sí fueron "importantes" o trascendentes -por decirlo de alguna manera- pues me los recuerdan hoy día y me quedo en blanco ante sus comentarios.

Anoche me sucedió uno de ellos y, por más que intenté remembrar la imagen o recrearla en mi mente sencillamente no pude.
Tenía qué ver con mi música y, lo más extraño, es que suelo recordar casi todo lo que sucedió entorno a ella pues, cada canción propia, encierra esa pequeña historia que dio origen a la melidía o a parte de la letra en sí.

Quise creer que todo lo sucedido es el resultado del por qué es que ya no hago más lo mío en los escenarios y que ha terminado por deteriorar gradualmente mis recuerdos... aunque no debería existir excusa pues, si el suceso fue relevante para aquel quien me lo exponía, en realidad no entendí la ausencia en mi memoria del hecho.

La preocupación generalizada por el sustento familiar me ha hecho un mercenario de la música y, en ello, no participa casi nunca lo de mi autoría y, aquellos posteos anteriores donde tanto "el panda" como el trovador Manuel Bustamante tuvieron parte de mi eco, supongo que sólo forman parte de mi inquietud al no haber seguido sus mismos pasos al tratar de perseverar en lo mío. Los 'resultados' que observé en su actuar sólo me despertaron una ligera idea del "qué habrá sido".

Así pues, eventualmente surge un detalle u otro que rescata desde lo semi-olvidado parte de lo que fue y, en verdad me preocupa, el olvidar detalles que deberían formar parte casi esencial del todo pues, sigo siendo músico, y ciertas personas aún se mantienen cercanas a mí por aquello que intenté sembrar musicalmente en los demás apoyado en mis composiciones.


En verdad, ruego a ti, que si olvido parte de lo que ha sido mi vida sepas comprender pues, aunque pareciera que no debería tener excusa, de cierta forma esta aparece a fin de disculpa.

Incluso este texto...

martes, 25 de marzo de 2014

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Supongo que, tratándose de estupidez o falta de madurez, no es posible hacer gran cosa.

Comentaba en un post anterior respecto a la falta de interés por parte de la gente que habita esta leal ciudad (que sigo sin entender por qué le dicen así... leal a qué?) y, tras ciertos sucesos de los últimos días es que sigo sosteniendo la apatía, estupidez extrema, barbarie y falta de madurez de esta pocilga cultural que llaman Guadalajara.

Sí, sí me duele en cierta forma el decirlo pues yo mismo formé parte de ella y, hoy día, con la extensión que ha sufrido el crecimiento urbano, es que ya ha alcanzado dicho extenderse hasta Zapopan, Tlaquepaque, Tlajomulco, Tonalá y otras comunidades que, en inicio, eran simples pueblitos o ranchos (hablo de San Sebastián, Tesistán, Santa Anita, Juanacatlán y otros más que omito) y que, gracias a las acciones del principal municipio, es que nos "lleva entre las patas" a todos los demás. O sea que, si algo se comete en Guadalajara, todos los que lo circunvecinan "resultamos de alguna manera culpables".

Me competería sólo hablar de lo que logramos en el escenario otro compañero músico y yo en cierto lugar en Guadalajara (al cual sólo acudieron cuatro personas cuando, en la zona metropolitana, ya somos más de ocho millones) y que nos dejó entrever el que sigue (y seguirá por mucho tiempo) la ausencia de gana hacia la propuesta por parte de nuestro querido y "leal" público citadino.

Me sorprendió en exceso el que se siga creyendo que sólo el virtuosismo es capaz de atraer a más oyentes y/o espectadores y volví a catar de labios de mi compañero el que no está casado con muchos principios que yo he considerado para mi vida y donde él sencillamente no comulga ni comparte opinión. Independientemente de los gustos musicales, alguna ocasión habíamos comentado que, siendo este arte universal, es más sencillo comulgar en el medio... y parcamente me ha callado la boca y no predominó esa noche sino sólo su apreciación y comentario.

Muchas de esas veces sólo escucho o "me dejo llevar".

Por otro lado, la demostración más férrea de barbarismo, estupidez y falta de raciocinio, fue en definitiva la que se llevó a cabo este sábado pasado en el estadio Jalisco de esta ciudad comandada por el mote de "leal" y que no resulta sino sólo ser una cucharada más de rancheros sin escrúpulos que hacen su ley echando por encima los derechos de los demás sólo por ser ellos los "más".

Siendo un "clásico futbolero" local y de antaño, qué tristeza me da el saberlos aún férreos y acérrimos defensores de un par de colores puestos en una camiseta deportiva y que no puede sino sólo significar estupidez, fanatismo mal encauzado o cualquier otro mote despectivo por y en relación a los hechos ocurridos en la gradería de aquel recinto.
Todos los que saben de los sucesos saben que me quedaría siempre corto con mis palabras.


Supongo que, tratándose de estupidez o falta de madurez, no hay mucho qué hacer... y, lo peor, es que "yo formo parte del grueso" -sólo por vivir aquí-.

viernes, 21 de marzo de 2014

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Muchas de las veces (y aún estando inmerso en el dédalo) la vergüenza ha sido la que predomina frente a otras personas que provienen de otro estado de nuestra República debido al tipo de gente que habita esta ciudad a la cual "orgullosamente" hemos llamado el rancho... el enooorme rancho.

Muchos eventos importantes en esta ciudad de Guadalajara se han gestado con una factura propia de primer mundo y lamentablemente el comportamiento de mis vecinos y conciudadanos ha sido por demás nefasta, inepta y estúpida a más no poder demostrando con ello que, insisto, forman parte de este enooorme rancho que denominamos ciudad.

Silvio Rodríguez ya lo constató por citar sólo uno de tantos otros ejemplos y, qué tristeza! pues seguirán llegando excelentes propuestas a nuestra creciente ciudad que terminarán por desencantarse al toparse con estos entes de muy poca apertura al arte o al progreso. Al cambio.

Dos compañeros músicos y compositores oriundos de Oaxaca intentaron también en estos días mostrar parte de su trabajo y empeño musical y, no les miento, uno de ellos, Juan Manuel Pérez Castellanos ("el panda") ya cató a esta 'leal ciudad' pues, después de varias presentaciones, su ingreso apenas fue de doscientos pesos (poco más poco menos).
Terminamos siendo los amigos quienes lo acompañaron tanto a él como a Manuel Ballesteros quienes aplaudimos su talento (porque vaya que hay talento en ellos!).

Bromeaban en este día en cierta estación de radio algunas personas al decir que, en treinta años, sí ha evolucionado la ciudad y, para muestra, la catedral metropolitana ya cuenta con alumbrado propio a manera de atracción turística que, con un costo de doce millones de pesos, presumen desde esta noche los apatíos... perdón, tapatíos (cuando, a unas cuantas cuadras más dentro del mismo municipio, no se ha podido reparar tres o cuatro decenas de lámparas del alumbrado público que siguen descompuestas o apagadas desde hace meses...) Ese, justamente ese es nuestro "adelanto metropolitano" (más atole con el dedo!).


¡Quién puta madre gasta doce millones en su instalación eléctrica e iluminación?! El enorme hotel RIU acaso?
Perdón... pero es que la vergüenza no me deja pensar claramente y me ofusco...

sábado, 15 de marzo de 2014

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...y es que todo "se queda corto", tiende a ser menos que nada cuando se habla de la totalidad del cosmos.
Mi dédalo, laberinto o traba vivencial no es sino nada comparado con la hecatombe trivial del universo, con el ritmo acelerado de la combustión de cualquier sol o de la gama que ofrece el nacimiento de una estrella.

Todo lo que conocemos aquí, la Internet, la "inmensidad" del mar, todos los inventos del hombre, la tecnología más avanzada de nuestro hoy o incluso el propio tamaño de nuestro planeta... todo, todo ello se resume en nada comparado con lo que se deseé comparar en el firmamento.

Miles de millones de galaxias danzando frente a nuestros ojos a través de los telescopios más potentes que, siendo sinceros, sólo alcanzan a ver una mísera parte del vasto universo y, lo peor de todo, que su luz no es la "actual", la que vive en este preciso instante pues nos llega con un retardo extremadamente elevado dada la velocidad de la luz y su lejanía con nuetsro planeta.

Millones de millones de planetas orbitando en cada uno de esos soles que conforman las galaxias en cuestión no pueden sino sólo decirnos que dejemos de pensar en estupideces, que erradiquemos de cualquier manera toda forma problemática hacvia nuestra vida pues es por demás que nos enfrasquemos en vanalidades que ni siquiera tienen algo que ver con lo existencial... No fuimos creados para terminar en sólo problemas y conflictos.

No puedo entender mi vida sin lo que conozco y, eso, justamente es lo que no termino por entender al intentar hacer comparaciones, al desear acercarme siquiera un poco a "otro estilo de vida" que no sea el de este planeta...
Ciertamente disfruto mucho de cada cosa en esta corta vida, de cada descubrimiento, de la música, lo culinario, los paisajes, el color, los sueños, las drogas, el alcohol, el trabajo y lo familiar que me rodea... pero me inquieta mucho qué hay más allá de todo lo evidente.


Qué lamentable que "todo se quede corto" ante el todo y qué triste es vernos sumergidos en estupideces mundanas y/o humanas que no lograrán trascender jamás en la actividad propia del cosmos... así vivamos millones de años.

Y, por otro lado, qué imposible el tratar de descifrar su funcionamiento.

miércoles, 5 de marzo de 2014

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En lo que un día y otro pasa las cosas se suceden.
Cada fallecimiento, accidente, menester que provoca, amargura que se rescata, epifanías, mounstruosidades incluso de algún mandatario que, arcaicamente, supone que el mundo es para él o sólo de él... el mundo cambia con nosotros encima.

En lo que una semana y otra pasa las cosas se suceden.
Las fechas postergadas, las llamadas inesperadas, las citas y los encuentros, los recorridos que nos llevan al mismo lugar y donde, a veces sin percatarnos del todo, reconocemos que nada es igual, que nada se sucede de la misma manera o incluso el entorno ya no permanece similar a nuestra última visita.

En lo que un mes y otro pasa las cosas se suceden.
Nos sumamos a la propia suma de los años y al recorrer del planeta sobre su órbita, reconocemos cada fase lunar y acompañamos al cosmos en su eterno movimiento sabiendo que también nosotros requerimos del no permanecer inamovibles para no convertirnos en un fósil, en un recuerdo apagado, en una palabra llevada por el viento.

En lo que un año y otro pasa las cosas se suceden.
Algunas quizá no con el fin que quisiéramos pero concluídas al fin, otras tantas más con la incertidumbre a cuestas y un mil más con lo inesperado intrínseco, con el dejo de duda, con la simbiosis o la catarsis que todos llevaremos en su momento y con el silencio o el sólo sonido de nuestros pasos en cada recorrido al mañana.


En lo que una vida y otra pasa... las cosas se suceden.

lunes, 24 de febrero de 2014

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Fuera del laberinto las notas, los recuerdos, los sueños y alguna que otra quimera tenue que ronda el día a día. En lo trivial, el trabajo, la llamada no contestada, los rostros similares que dan forma a mi estar; las fotografías, los lamentos, el silencio en sí y la preocupación constante del qué será.

Fuera del dédalo pocas sorpresas, el café matinal, cierto insomnio y (por fortuna) la escasez de dolor, alguna lágrima que fue removida desde cierto filme, una voz que me remonta al pasado, mis pies cansados... El estómago "apretado", el sonar del agua en la regadera, la oscuridad de la noche que sigue en complicidad con lo indecible.

Fuera del laberinto lo que fue, lo que no pudo ser, lo que sigue incierto, lo ya dicho con antelación, el recorrido constante del acorde entre mis dedos, este continuo mirar a través del cristal o los posteos ajenos que me siguen recordando vivo.

Dentro del dédalo lo usual, lo incierto, el camino cerrado, la apatía, el poco desenfreno y la limitación luchando constantemente, la sonrisa, el silencio ensordecedor, la canción sofocada, el triste sentimiento, el enojo parcial, la desesperación inquietante o la duda aparente.

Dentro del laberinto el sueño repetitivo, la llamada no consumada, el recuerdo trunco, la foto inexistente, la nieve, el lago, el viento húmedo y fuerte, arrebatado... El comentario, la duda, el significado irreal de la vida, la misma melodía que fue dejada en otro país y nuevamente lo incierto... como queriendo cerrar un círculo.


Dentro o fuera del laberinto sigo, continúas; estoy, estás; permanezco, sigues perenne; lloro, sientes, vivo... vives?

martes, 18 de febrero de 2014

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Fuera del dédalo pareciera que otros asuntos no pudieran tener tanta relevancia como los propios cuando, en realidad, todos sabemos que muchos de ellos son los que dan un tanto de forma a lo nuestro, a lo personal, a lo que nos mueve día a día.

Hace unos días, el fallecimiento de "Santi" y hoy, Marwan, el niño de cuatro años de edad que cruzó el desierto hacia Jordania huyendo del pavor de la guerra en Siria, prueba de lo que el instinto de supervivencia es capaz de hacer actuar en nosotros cuando p0areciera que todo está perdido.

Esa lucha constante y veráz de los demás, vuelvo a confesar, en muchas ocasiones mueve cerros y montañas en algunos más que, creen, tienen la fe perdida y suponen que no existe solución alguna para los males que (ya lo dije en más de una ocasión) parecen enormes cuando no son ni siquiera un grano de arena si los pudieramos unir y comparar con la vastedad del todo.

No querramos encontrar milagros donde no los hay, no hagamos infiernos en el cielo o convirtamos el cielo en infierno pues, de cierto creo, cada cosa tiene su lugar en el espacio y el propio espacio anida a dicho todo sin que pueda resultar de catastrófica consecuencia frente a nada... así nos topemos con tsunamis, terremotos, huracanes, tifones o desde el espacio caigan meteoros que destruyan parte de nuestro planetita azul.

Es pues por ende triste lo triste, bizarro lo valiente, bermejo lo rojo, ámbar lo amarillo, senil lo longevo u oscuro lo negro... y no creo que haya nada que pueda impedirlo.
Vaya, tendremos que acostumbrarnos a notar y a asimilar cada noticia que recibamos con la frialdad y la razón suficiente para no caer en la ridiculez, para no sembrar ningún pánico general o para poder seguir decidiendo sobre nosotros tomando el ejemplo mundano y de vida de los demás.


...así tengamos qué adentrarnos más en el laberinto o apartarnos más de él.