viernes, 27 de junio de 2014

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Estos días, estando cerca a cualquier otro dédalo, es que me acerco a este espacio con una preocupación que había dejado de estar conmigo hacía mucho tiempo atrás y, gracias a cierto intento, es que volví a percatarme de su presencia.

Mas, no quisiera llamarla en específico "preocupación" pues, realmente, no es así... llamémosle inquietud o duda para, así, dejarle el "compromiso" a alguien más que no sea yo directamente.
Y es que me refiero con ello a las musas, a los duendes que habían estado cercanos a mí y a mi guitarra por aquellos años en que ni siquiera los dejaba descansar un mes sin que les solicitara el acorde, la palabra o la enseñanza y así dejarla impresa en una canción.

Supongo (y quizá supongo mal), que se encuentran en un letargo del cual no han querido salir al dejarles dormir o desaparecer de mi círculo por tantos años y solicitarles "su regreso" de manera pronta y demandante además que, mi compañera musical, sentimental y sonora, ha repetido desde mis dedos esos acordes por tantos años que ahora me resultan tan socorridos que sencillamente no quieren repetirse más sosteniendo así la falta de intuición para que brote mi canción una vez más.

Entiendo lo de la sencillez, lo de la ecuanimidad, lo existencial y/o lo vivido. Ya entendí la postura de este, ese o aquel ante la música y/o la propuesta; supe del amor en su máxima expresión y lo dilucidé con notas (del celo, el desamor, la venganza, la soledad, los años, la risa, el llanto y tantos otros que, de igual forma quedaron impresos en una canción)... y, quizá la pregunta final que se me acerca es si podré algún día tener a mi lado a esa musa o a ese duende sonoro que solió acompañarme mientras escribía o improvisaba tanto texto como notas.

Escucho a este, aquel, aquello o aquella y lo asimilo, lo entiendo, lo disfruto o lo condeno en mi pequeño juicio; analizo y doy cabida a la nueva forma melódica, a la enésima canción que soliera parecer repetitiva y descubrir que no es así... como decir ¿por qué no se me ocurrió eso a mí?
Con suma probabilidad es que quizá tanto la musa como el duende que me acompañaba en aquellos años se superaron y fueron a dar al lado de aquel que hoy se aprovecha de ellos y los "explota" a placer sólo por obtener un poco de dedicación y/o atención.


No los llamaré traidores jamás... ellos no tienen la culpa de mi resolución o mi postura para sólo estar y ser un intérprete más... pero ¡cómo es que se alejaron tanto!?

sábado, 14 de junio de 2014

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Ya sea dentro o fuera del laberinto, qué hermoso resulta el disfrutar siempre de los bellos momentos de esta vida.

Aquel eclipse solar de 1991 estando en los cabos igualmente comparado al que se llevará a cabo (si mal no recuerdo) en el año 2023 y que de nueva cuenta podrá ser visto y disfrutado por muchos quienes habitarán aún este planeta.

Y digo así porque, anoche, tuve la coincidencia de ver dos sucesos citadinos en donde, en uno de ellos, un hombre perdió la vida (como coloquialmente se dice) y, en tiempos del mundial de futbol, un deceso personal nos priva de toda posibilidad de seguir disfrutando de esta maravilla deportiva.

Pudiera leerse absurdo pues ¿quién demonios pensará en un mundial de futbol para vida de seguir con vida?
No es ese el hecho en específico, sino el de poder disfrutar de esos bellos momentos que nos otorga esta vida pues la lista y los ejemplos pueden ser tan vastos, sencillos y tan a la mano que no terminaría de ennumerarlos.

Y es que, en lo personal, estoy disfrutando mucho cada encuentro futbolero que se está llevando a cabo y que, gracias a mi horario de trabajo, puedo ver con tranquilidad en casa, con los míos, con esa salud que todos deseamos y, principalmente, sin meterme en problema alguno con nadie como para agriar una de estas tardes en que hasta me arden mis ojos de tanto estar pegado al televisor.

No pueden negar que es un hermoso deporte y que, incluso los torrenciales aguaceros que caen en estos días sobre la ciudad, son realmente hermosos al dejarnos esa frescura tan necesaria dado el intenso verano que nos azora ya (un tanto adelantado).
Las risas de mis hijos, las bromas con mis familiares, los recorridos que para muchos suelen ser absurdos, el beber una cerveza, fumar un cigarrillo, un nuevo amanecer o una noche de intensidad sexual con mi compañera de vida... Ya lo dije antes, la lista pudiera ser interminable.

Aquellas obras que darán más valor y movilidad a esta ciudad apretada y colmada de autos y que, en un futuro algo lejano, podremos tener y disfrutar... sí, disfrutar como tal y que, en el caso de ya no estar más con vida, sencillamente no sabríamos qué ocurrirá o cómo será dicho futuro.


Todo este recapacitar me orilló a recordar a mi finado hermano Ricardo, el cual, no mostraba interés en casi nada en particular y que, probablemente y en comparación mía, no le importaba nada de lo que pudiera ocurrir en el entorno o en su seno... fue entonces cuando seguí dilucidando que quizá él ya tenía la respuesta divina al no apasionarse con nada, ni siquiera con la vida misma o los sucesos derivados de esta.

Su vida fue en probabilidad un reflexionar vacuo o real el estar en este mundo y, tal vez, algún día lo entenderé y quedaré en el pleno entendido de que no hay nada por hacer o atesorar de este y/o cualquier otro momento en nuestro tiempo.

miércoles, 11 de junio de 2014

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...luego, el pensar que aún sigo siendo para ti indispensable.
Comentarios van y vienen y siguen trazando una línea que no nos llevan a algún punto en especial. Los hechos pareciera que sólo han dibujado la cotidianeidad común y ya no denostan lo que en esencia muestran.

No, no estoy diciendo que lo nuestro está mal... probablemente el todo siga formando parte del todo y habrá qué adecuarse desde cualquier vertiente del prisma aún estando fuera del dédalo.

...luego, sies vasos en el fregador no hacen la diferencia.
Comentarios brotan desde ti que parecieran no tener eco y, muy en el fondo, algunos de ellos lastiman o siguen mellando lo ya lastimado; incluso, los tópicos que has tocado estando en otro estado anímico, parecieran ir con "otra intención".

No, no estoy diciendo que lo nuestro está mal... probablemente el todo siga formando parte del todo y habrá que reacomodar lo que queda para no confundir la luz que atraviesa el prisma con lo intrínseco que porta en sí el laberinto... tu laberinto.

...luego, el sueño reacomodado para revestir de erro lo nuestro una vez más.
Comentarios haces con tintes sonoros, con réplicas y reclamos que en muchas ocasiones han de fruncir mi seño y me hacen permanecer en silencio aunque, ya en determinadas ocasiones, no he podido con el peso de las palabras y se asomaron indistintamente tanto contigo como en alguien más de mi confianza.

Y no, no estoy diciendo que lo nuestro está mal... probablemente el todo siga formando parte del todo y habrá que revalorar lo que queda de esa luz que ha atravesado cada prisma que portamos y que, día con día, dicha luz no ilumine erróneamente más nuestro camino tanto dentro por fuera del dédalo y, de paso y a pesar del todo, no se extinga.


Qué ganas de volver a soñar contigo como era en un principio... Qué ganas de estar contigo como estuve en un principio... Qué ganas de apagar esa bombilla parpadeante y dejar sólo un prisma para ambos, sí, como quizá lo tuvimos en un principio.

miércoles, 4 de junio de 2014

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Habríamos de ver cuánta felicidad y estabilidad hay en el mundo que sencillamente desaprovechamos por estar inmiscuidos en otras pequeñeces y/o porquerías que no nos llevan sino al sólo perdernos un tanto más de los beneficios de la vida y el amor.

Fuera del dédado se percibe aún más pues es básicamente lo que hemos estado "peleando" todos estos años y, peor aún, parece que mientras más tiempo transcurre más se trunca o se pierde la lucha en el entretanto debido a inquietudes superfluas dé parte de alguno de los dos.

En verdad lo veo lamentable puesto que también he concebido la lucha y guerra que hemos librado y, en lo que todos suponen como algo terminado, vuelve a relucir la desesperanza o el "tirón flojo" que nos orilla a cierto rincón del laberinto donde ninguno deseamos estar.

En verdad que no quisiera decir que es básicamente "culpa tuya" pero, dados los hechos e inquietudes que en ambos proliferan actualmente, es que tú llevas las de mayor peso en lo que nuestro estar demanda.

Infinidad de días he cargado con el peso de mi culpa, de mi falta y de otras burradas que traje conmigo y que mezclé de manera lamentable en nuestro seno como para que, a fin de cuentas, todo sólo se resuma a pérdidas y/o problemas que no nos llevan a ninguna parte desperdiciando así nuestra mutua felicidad y la de los que nos rodean.

Supuse que el tiempo sería el mejor de los remedios y, parece que muy por el contrario, ha sido este fiel cómplice a otros desvaríos que nos dejan en ocasiones a ambos más fuera del dédalo que antes.



No sé ya si terminar mi texto diciendo que, de nueva cuenta tendré qué esperar pues, en está ocasión, el tiempo, no me ha servido de aliado.