domingo, 27 de octubre de 2013

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Observo el título aún de mi blog y me vuelvo a recordar fuera del dédalo...

Yo sé que existen algunos que piensan que estoy dentro del mismo, que quizá exagero un tanto cuando me digo fuera de él, pero es que ha sucedido ya más de una ocasión en que estoy al punto de sentirme dentro (y cambiar así el nombre a mi espacio) y una situación u otra me orilla a decidir dejarlo así por más tiempo.

Probablemente sólos sea un tanto de decisión, de dejar atrás esos prejuicios y hacer de mi vida el propio papalote que cobre vuelo independiente, que mi vida se torne vida, que mi entorno no me haga trastabillar una vez más y dejar que las situaciones rueden cuan lejos quieran sin que me "afecte".

Y en verdad lo he conseguido por momentos aunque, sin previo aviso, retorne a detener mi andar y redescubrirme con dolor, con prejuicios, con situaciones que me frenan y que no dejan opción a sólo recapitular más cada día, cada asunto, cada frase proferida por este, ese o aquel y que me deja con la reticencia desmedida, con el entrecejo decaído o con los brazos alzados en señal de "luz, un poco de luz y paciencia por favor"!

El abuso de confianza ha jugado un papel determinante en todo este menester y me indago si este es el resultado de tantas noches... si este es el resultado irrefrenable del acaecer de una relación, si todo rumbo tomado indiscutiblemente llegará a topar con lo mismo...
Luego me recuerdo que este tema ya lo había tocado con ella y sencillamente ya no está ahí para volver a refrescarlo o seguir desgranándolo.

Aunado a esto, me vuelvo a recordar que muchos de estos tópicos provocan hastío en ella y ya no pueden repetirse... Esto es una lástima pues, quiero creer, mi estupidez es tan amplia que suele necesitar del mismo recordatorio una y otra vez a lo largo de mi vida... (Algo así como ese decir "te amo" constantemente para que no se "olvide" o para seguir "refrescando" la relación...)


En fin... Seguiré fuera del laberinto por tiempo indefinido.
Mientras tanto, ojalá que el tuyo te sea leve.

lunes, 14 de octubre de 2013

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...tendría en todo caso qué existir un "medidor de cordura" para revisar los niveles personales, para juntar en un grupo a quienes posean un mayor porcentaje de e iniciar con ellos una mejor generación más capaz y tolerante, más atrevida en lo que a muchos más nos cuesta trabajo decidir social e intelectualmente o al menos que decidan por otros tantos.

...tendría qué conocer a una mujer igual o al menos muy similar a ti para poder seguir desempeñándome como hasta hoy, para seguir recibiendo esa serie de mieles que sólo tú puedes otorgar, ese poseer asequible de unos labios o el poder regodear mi vista con sólo tu imagen y silueta a cualquier hora del día y bajo cualquier circunstancia.

...tendría qué volver a replantear el mundo quién está apto para ejercer el cargo más importante, el puesto más demandado o el hacerse llamar líder y no sólo otorgarlo a quienes, abusando de estúpidas estrategias, pueda convencer a aquellos con menos "recurso cerebril" y así conseguir un mundo más equitativo y justo.

...tendría qué haber contenedores de basura "voladores, inteligentes y automáticos" para que por si solos recogieran esas bolsas y desperdicios que el viento lleva de un lado a otro, que los chicles tuvieran más plástico para que el sol no les derrita tan aprisa y terminen en la suela de mi zapato o que se pudiera consumir cada envoltorio de los productos que mi inteligente industria actual crea.

...tendría qué arrebatar los oídos de aquellos que no "desean escuchar" para, al menos, poder utilizarlos en mi propio beneficio y que no sean un verdadero desperdicio de la creación.
Haría lo aplicable para manos, pies, boca y ojos...


Tendría qué hacer mil cosas más quizá, desenterrar uno que otro mito, convertir en espejo mi ventana, mirar de soslayo a todo aquel que desee participar y no pedir recibo alguno por quienes gocen aún de cabal salud y se unan a este extraño movimiento proveniente de un sueño... uno, en el cual, tú estás inmersa y del que sólo puedo rescatar tu plenitud y veracidad... el resto, el resto, podría permanecer como fútil y dar cabida a otros sueños donde, deseo fervientemente, volver a estar contigo y disfrutarte como hasta hoy.

...entonces no "tendría qué hacer más nada"... sólo ser feliz.

miércoles, 9 de octubre de 2013

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En ocasiones, el simple hecho de dejar pasar los días pareciera resultar contraproducente mas, supongo que el estar inmerso en el laberinto, este actuar tiende a hacernos reflexionar hacia dónde es que deberemos tomar el viro próximo.

En ocasiones, el simple hecho de callar pareciera resultar contraproducente mas, supongo que al estar aún dotados del pleno entendimiento, este callar obliga a hacernos discernir mejor cada frase que podemos referir el uno del otro y, mejor aún, escuchar nuestro exterior.

En ocasiones, el simple hecho de observar pareciera resultar contraproducente mas, supongo que el poseer aún de este recurso, este privilegio tiende a hacernos mucho más responsables de cada uno de nuestros actos que pudieran lastimar al otro pues, los demás, también poseen su percepción.

En ocasiones, el simple hecho de carecer de la ocasión pudiera resultar contraproducente mas, estando fuera del dédalo, este carecer obliga más a entender que no se tiene lo necesario para continuar, para forjar una nueva intención, para quizá gestar el intento que pudiera desarrollar la oportunidad de probablemente poseer la propia.


En ocasiones, el simple hecho de carecer de entendimiento pudiera resultar contraproducente mas, aún sin dédalo, este carecer pudiera hacernos creer mucho más de lo que realmente significa y obligarnos a bifurcar cada viro, cada intento, cada sueño, cada imagen, cada sonido o cada intento...

Habrá quizá ocasiones en que la misma ocasión nos vuelva a colocar en el intento...

sábado, 5 de octubre de 2013

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"...dejemos las palomitas para otra ocasión, el postre para el momento adecuado y vivamos nuestra vida como mejor podamos... En verdad que no deseo el tener qué reprochar después el que hayamos perdido nuestro tiempo y nos gane el olvido, la desesperanza, la tristeza o el hastío."

Qué culpa tengo al saberme práctico y sencillo por ser hombre, al saberme partidario del sentimiento, al tener qué aferrarme a imágenes una y otra vez para vida de adentrarme en tu deseo que, sencillamente, no termina por cotejar con el mío...?

Qué culpa tienes al saberte errada en cierto camino, con huecos distintos que los míos, con esa falta de experiencia que sólo la vida misma, el amor y el sentir te pueden dar y que no lograste rescatar desde nadie antes que yo?

Qué culpa tienen todos aquellos que han intentado colocar parte de la gama experimental en nosotros, cada película que nos sirve de reflejo, cada momento que termina por tornarse vacío o cada encuentro errado o a destiempo bajo las sábanas?

Qué culpa tengo al desearte tanto, al buscar el color de tu piel sembrado en mis pupilas, al querer sentir la textura de tu piel como lo quiso aquel o al terminar embelesado en tus pies acompañado quizá también por tu calzado como cierto otro?

Qué culpa tienes ante tu ineptitud, poca actitud, indiferencia, inocencia, bajo temperamento, poca paciencia, costumbre, recelo o resentimiento, amnesia, cambio abrupto, poca paciencia, admiración mal encauzada, falta de orgullo o sencillamente al desear la vida de aquella...?

Qué culpa tienen todos ellos quienes te han soñado, quienes te han seguido con la mirada hasta perderte de vista, que te han ofrecido el mundo o que te han prometido más que el cielo sin celo entre sus sábanas con sólo depositar en ti una sonrisa colmada de deseo carnal?


...dejemos las palomitas para otra ocasión... Qué culpa mutua y sentido le hemos dado a lo nuestro?