martes, 2 de marzo de 2021

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No, no puedo pedir más que no te esmeres.
Eres libre de hacerlo hasta el cansancio, hasta lograr cometido, hasta saciar tu placer o tu deseo de sentirte un tanto especial o superior a "los mismos de tu raza", de tu clan, de tu logia o de tu familia.

Tampoco puedo pedirte que dejes de... lo que sea que fuere!
No soy nadie en el mundo como para impedirlo, para achicarlo, para pasarlo por alto o para suponer que te hará daño, te volverá más estrecho o te impedirá razonar con cordura.

Existen y existirán siempre en ti (y en los demás) esos destellos de soltura, de gran gama, de lucidez o de inmenso vacío que darán fe y fuente a tu vida... no por nada es que estás aquí al lado de quienes te rodeamos.

Sabes los límites y su lejanía con tu entorno o tu presente; conoces las consecuencias (y si no, deberías!), llevas contigo los colores, las intenciones, el desenlace mismo de cada uno de los pasos que sueles dar sobre la duela, sobre el césped, sobre las sábanas incluso a la hora de recostarte.

Los sueños son para ti los descansos, los recesos de tu realidad.  La manera como proyectas con tu silencio matinal las imágenes acudidas en dichas citas con Morfeo no son más que un fiel reflejo de la pequeña pausa en el día para luego cobrar impulso y hacer el todo!


Qué mejor manera de saberte viv@?
Qué mejor obsequio a la vida que tu quehacer o tu porvenir...
Qué mejor melodía que la que ya ejecutas sin instrumento alguno...
Qué mejor vida te esperará?

Es necesario que atisbes hacia mí entonces?