domingo, 31 de mayo de 2015

.

Hoy, emberrinchado y muy molesto aún, me acerco a este espacio para quejarme del estereotipo masculino y femenino que ha dado forma, margen y constancia a las relaciones a través de los años.

Aquellos tiempos en que el hombre era el proveedor y sustento de la familia y donde la mujer permanecía cual bulto preparando de comer, planchando, atendiendo a los hijos y haciéndose gorda y fea, casi fosilizándose en casa.
Esto, modelo establecido y aceptado por la sociedad.

Aquellos tiempos en que las serenatas estaban siempre a la orden en algunas madrugadas, muy marcado en un diez de mayo y en el día del amor y la amistad.
Modelo establecido y aceptado por la sociedad.

El fuerte de casa, el que con sudor de su frente dota de seguridad, atención y vigor el hogar, apoyo moral de la esposa en la sadul y la enfermedad y que bien puede ausentarse con los amigos por un día entero si se desea.
Modelo establecido y aceptado por la sociedad.

El que se "debe perdonar" al hombre cuando comete adulterio (por naturaleza) y "denigrar al máximo a la mujer" cuando es ella la que engaña... y así muchos otros ejemplos.
Todos ellos estereotipos aceptados por la sociedad a través de los años.

Luego, la lucha de igualdades. Los derechos de la mujer, el día internacional de la mujer y decenas de cosas más que la sociedad creó como conducta y que aceptó para dar pie a nuevos modelos establecidos.

A pesar de todo esto, es casi siempre el hombre (hoy día) el que debe tener y seguir contando con la iniciativa ante cualquier cosa frente a la mujer (séase sexo, cariño, propuesta, plan, salida o adquirir algún bien). Aquí, no caben las "igualdades" pues, la mujer, en mi apreciación, sólo espera que sea el hombre el de la iniciativa y, después, ella verá si se consuma una cosa u otra o sencillamente se descarta.
No, no se vale.

Extraña es aquella mujer que enaltece a su hombre, que lo idolatra o que admira y que apoya y desea en ciento por ciento tanto en las buenas como en las malas rachas... DEBE SER EL HOMBRE SIEMPRE QUE ENALTEZCA, ADMIRE, APOYE, DESEÉ E IDOLATRE A LA MUJER???


Créame, también los hombres necesitamos de que se rompan ciertos estereotipos y nos hagan sentir "mujer" (deseados, amados, idolatrados y admirados)...
Cómo es que "aquí no puede haber igualdad"?

domingo, 24 de mayo de 2015

.

Y sentirse tan fuera del dédalo como nunca. Haciendo las cosas que eventualmente se pueden hacer pero con un carácter vacuo, ajeno, con ese cierto toque que te brindan los demás y que hacen que "el mundo ruede" con sus propios viros haciendote poco partícipe de él.

Algunos otros podrán decir que es uno mismo quien debe ponerse activo en dicho mundo, en tal o cual actividad y hacerse partícipe de cada laberinto aún recorriendo el propio mas, ¿qué hacer cuando por más que lo intentas no lo logras?

Las palabras y las frases siguen sobrando pues a la vez pareciera que dicho mundo tiene o muestra oídos sordos ante lo fuerte o alto que pudiera alcanzar tu voz, tu grito o tu sentencia y llamado de "auxilio".

Nadie, ni siquiera yo, puedo encontrar el "salvavidas" en algún rincón extraviado estando aquí fuera.
Que, si bien ya he dicho que todo se mira muy diferente desde esta perspectiva, ya comienzo a creer que se trata de la imágen más real que puedo tener del entorno y, sobre todo, que no tengo control de ello o sencillamente lo lo puedo creer o aceptar.

Pero no, no me gustaría estar inmerso en otros ojos o en otro ente para vida de generar resultados diferentes; supongo que dichos resultados o perspectivas las consigue uno mismo y, si bien se es dueño del propio destino, ello pudiera resultar en sentencia o muerte anunciada tanto para mí como para el propio dédalo en determinado momento.

Algo que lastima bastante es la burla... y, ella, a pesar de creer que me resultaba inmune, se regodea bastante conforme se suscita una acción u otra en este exterior.
Aquí es donde cabe a la perfección aquello del "ojos que no ven, corazón que no siente"...


Mas, eso, lo dejo para quien no tiene corazón u ojos pues, lo evidente, siempre suele reflejarse en el sentimiento y llegar a dañar lo que solíamos saber dentro de nosotros como "indañable".

Una profunda tristeza nubla mi vista y mi razón este día, aún, sin mostrar que mi alma llore o alguna de mis pupilas derrame alguna lágrima.
Eso se siente y, quizá hasta deseo, que alguien lo note.

jueves, 21 de mayo de 2015

.

Algunas ocasiones, estando fuera del dédalo, el "omitirse" o "esconderse" por algunos días es necesario. Esto, en alusión a la tardanza de mi escrito en este espacio.
Ahora la visita fue a la playa y, muy independiente de todo, la estancia con la familia fue excepcional.

Ahí, me reencontré con el ser humano, con el esposo, con el padre e incluso con el amante que llevo dentro y, aunque no resulta nunca del todo fácil, en esta ocasión lo único que me traje fue un grato ardor de espalda por el candente sol que predominó en el lugar.

Fue grato el saber que, en la urbe, "las cosas sucedían con normalidad", las necesidades se sucedieron y, mi presencia, nuevamente fue demandada.
Mas, fue sumanente grato (insisto) que me demandaba más el entorno que me rodeaba... y sí, fui feliz allá.

Ya con el regreso, algunas noticias dolorosas, dos fallecimientos y ciertas notas en la radio que me retornan a esta realidad que, en ocasiones, pesa.


Ojalá que no pese tanto a ti que me lees.
Me daré oportunidad de desgranar lo vivido allá para plasmar mi nuevo texto mas, no quería, hacerlo hasta entonces. Gracias por recibir mis llanas e insípidas letras esta vez.

martes, 12 de mayo de 2015

.

Alguna vez creí el haber insistido ya en este menester del observar desde fuera del dédalo y, de esta forma, poder descifrar (o al menos intentar) cada motor ajeno que hace que las vidas ajenas "se muevan", el cómo se enfrascan en errores y del cómo suponen llevar su vida acorde con los tiempos y los días.

He descubierto muchos detalles que sólo encumbran más a quienes los llevan a cabo y, a pesar de ello, pareciera que "están en lo correcto" cuando los ejecutan.
Intimidaciones, desfalcos, andar errático, excesos, posturas, desvíos sin ton ni son y otros tantos que no quiero ennumerar.

Es justo aquí cuando creo observar el que, probablemente, mi estar fuera del laberinto sea la "causa" que me orille a no entender lo que en realidad ocurre en mi entorno pues, ellos inmersos en el suyo, realizan cada viro con la certeza de que "están en lo correcto" y transcurre su ir y venir con suma naturalidad.
Algunos de los integrantes de mi familia están bajo este "régimen".

Sí, entiendo, que no soy nadie para juzgar y, créanme, no lo hago; sólo intento descifrar su motor, su motivo, su arista, y sonreír a costa de mi tristeza y apoyarme en cierta felicidad ficticia que observo y de la que presumen todos ellos.

Algunos sumergidos en las redes sociales, otros tratando de nutrirse desde ahí, algunos más sin idea perdida del qué significa "ser social" y un tanto más que conforman el grupo de los "amargados" o los "conformistas" pues, "los resignados", ya están en un lugar muy específico en el entorno y en el mundo.
Y no quiero hablar aquí de "los envidiables"... esos serán tema aparte.


Habrá qué seguir ruñiendo de todo este pastel que, por viejo, ya está más que seco y carece de frescura para descifrar quizá lo indescifrable y/o tratar de comprender lo incomprensible.
Sólo espero que no me lleve toda la vida el hacerlo y pueda contar (a mediano plazo) lo que entrelaza lo que se mueve a mi derredor y que me conforma.

lunes, 4 de mayo de 2015

.

Mayo inicia con la sensación de estar en el exterior del dédalo más que de costumbre.
El punto radica justo ahí: en "la costumbre".

Alguna vez Juan Gabriel escribió para una de sus canciones que la costumbre es más fuerte que el amor y, el desgranar esa frase, en ocasiones nos lleva años.
Algunos otros más afortunados lo logran en unos pocos meses al estar con su pareja.

Hay otras palabras que se cruzan en la vida de cada relación y el amor (como tal) pareciera que pierde fuerza o pasa desapercibido (en suma apariencia) ante los ojos y actividad en el todo cotidianeidad de la vida marital.
Dichas palabras como responsabilidad, tolerancia, cariño, apoyo, comprensión, dedicación, cuidado y otras más son a las que me refiero.

Muchas veces, al tratar de descifrar el verdadero significado del amor y lo que en sí "debe representar", solemos caer en sumas contradicciones y en desviaciones que no nos llevan a ninguna parte y terminamos confundiendo el verdadero y profundo significado de dicha palabra.
Suponemos entonces que no conocemos en realidad lo que significa y cómo se describe cada sensación de lo vivido u ocurrido en nuestro interior cuando se está en amasiato o en matrimonio.

De manera por demás lamentable, nos lluevan comentarios u opiniones que sólo bifurcan y entorpecen más nuestro conocimiento pues, todos opinan, conforme "les fue o va en el baile". Los prismas refractan la luz de manera diferente si dicha luz es desde direcciones distintas.

Mi "postura como hombre" (varón) en todo este sentido ciertamente tiende a simplificar las cosas, a no buscar "traspiés" y a intentar llevar el todo de una manera más sencilla, quizá cordial y hasta práctica. Sin embargo, mi vida está acompañada de una mujer y, ella, tiende a opinar y a magnificar lo que yo observo y considero que debería ser más simple.
Tristemente todo esto ha mermado ya bastante a la propia relación y constituye una amenaza (por decirlo de alguna forma) a nuestra familia.


Habrá qué tomar más cartas en el asunto, remozar algunos votos o romperlos en definitiva, adecuarnos un tanto más el uno del otro e intentar redefinir esa "costumbre" que distrae por completo lo que a nuestro matrimonio refiere pues, de no ser así, se supone que seguimos acompañándonos uno del otro sólo cual si fuéramos hermanos, buenos cuates o siendo inquilino el uno del otro.