sábado, 22 de enero de 2022

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Sé que me lees, mas ya no tan a menudo como antes...
Que "he pasado a otro término" en lo que a mis escritos refiere.  Que cuando menos lo esperas se lee aquí el regaño, la desventura, el quebranto o quizá la desdicha y decepción.

Sé, que cuando recurres a este espacio lo haces de manera un tanto temerosa, por costumbre o simple morbo y sueles recurrir a los recuerdos para conciliarte con el comentario, para la búsqueda del exhorto y así no adentrarte tanto en el sufrimiento de un pasado.

Sé que te aferras a este presente de manera sutil pero firme, que intentarás sufrir el menor daño posible y casi rogar que tu nombre no aparezca al calce del texto cuando de grafías grises se tiñe el comentario o el ensayo escrito.

Sé que me lees...
Sé que seguirás llevando contigo parte de esta "maldición" vivencial y quizá optarás por hacer caso omiso al tono, a la secuela, al destello o al retroceso de los hechos que nos han orillado a lo que somos...
Pero, sabes y sé, que juntos lo dibujamos en el tiempo y lo hicimos real.

Sé y sabes de lo valioso en que se convirtió, en lo profundo que llegó a formarse, en lo inigualable y jamás soñado que se trocó... Sé y sabes que ambos estamos conscientes de los hechos,  de esos maravillosos hechos que terminaron por dejarnos marcados para siempre.


Sé y sabes que juntos lo logramos, que la distancia no es más que eso... que será en definitiva imborrable y perdurará por siempre porque fue bello, real, constante... casi divino.
Sé y sabes que lo hiciste conmigo y que lo hice contigo, que me conoces y te conozco y será casi imposible superarlo con quien se acerque tanto a ti como a mí.

Año nuevo, vida nueva para ti! ...que yo, cargado de toda la que me diste, me basta para sentirme vivo hasta mi muerte.