jueves, 23 de febrero de 2023

 .

A pesar de seguir fuera del laberinto y saberme "seguro" en esta posición, ha sido entretenido el poder observar así a mi derredor con otra perspectiva, sin juicios, sólo siendo parte del entorno, de ese ir y venir cotidiano y de entender que aún formo parte del todo.

Y me entretengo observando el cómo las personas siguen estorbando y sin respetar la entrada y salida de los usuarios en el metro; ese convertirnos en robots que laboran por unos pocos pesos que sólo traen un momento de tranquilidad a cada necesidad cotidiana dentro del gasto familiar.

Me entretengo observando el movimiento de los mismos astros en nuestro cielo al atardecer y al caer la noche. El eclipse maravilloso que está por venir y ese prepararse de las personas de una nueva generación que comprenden que, eventos como éste, estará muy lejano en el transcurrir de los años como para dejarlo pasar sin disfrutarlo.

Me entretengo contando escalones en cada estación del tren en mis recorridos u observando a través de las ventanas en cada edificio que se encuentra frente a lo elevado de dicho tren intentando descubrir algo curioso o ilícito dentro.

Me entretengo entre acordes mientras, en dicho recorrer del diapasón, doy con la tonalidad correcta para interpretar el tema siguiente en cada presentación que ofrezco a sabiendas que sigo siendo sólo música de fondo sin que esto llegue a molestar.

Me entretengo aún sin entretención cuando la actividad laboral cesa por momentos, el celular se acalla y las opciones de distracción aminoran.  Por fortuna no padezco de algo severo o grave y ello da pie a seguir "seguro" en este observar.


Me entretengo con guitarra nueva mas no con temas nuevos; con recorridos similares mas no novedosos, con conversaciones redundantes y recurrentes mas no alimentadoras, con marquesinas conocidas que, al menos, éstas sí cambian constantemente y determinan que no debería ser menester humano el estar estancado tanto en actividad como en pensamiento.