miércoles, 24 de octubre de 2012

.

Por qué será tan vacía algunas veces nuestra estadía en el dédalo?
Por qué no existe ese vínculo perenne, ese "módulo de información" siempre abierto donde poder llegar a indagar sin preocupación alguna de ser rechazados o con la seguridad del poder encontrar un rostro amable que te ayude de manera afable?

Supongo que este tipo de remansos deben ser necesarios para poder entender y disfrutar los otros puntos álgidos pues, de no ser así, los otros sencillamente no existirían... y es entonces cuando descubro que estos también deben ser disfrutables.

------

Y, en el entretanto del que ellas demandan ser iguales que los hombres, sabemos todos que no es posible y que, en definitiva, es mejor así.

Sabemos en específico qué es en sí a lo que se refiere dicha frase, esa equidad que solicitan y esa discriminación poder dejarla a un lado en este mundo machista.

Y es que me tocó escuchar a una mujer cantando en un bar el tema "lástima que seas ajeno" y que el buen Vicente Fernandez colocara en nuestra popularidad y, créanmelo, no les queda nada bien a ellas el interpretar este tipo de letras donde es "todo contra ellos" en el sentido que dicha canción describe...

Supongo que las preferiré más calladas, más perceptivas y con ese mismo tacto que poseen tan hermoso para vida de conseguir lo que desean y sin tener qué llegar a ese extremo donde, el hombre, toca fondo abruptamente mucho más frecuente que una fémina.

-------

Por otro lado, resulta lindo el poder "quejarme" en cierta forma y sin decirlo y, acto seguido, tú tomar las riendas amorosas una vez más y hacerme volar desde o hasta tu trinchera colmada de deseo para luego volver a dejarme a un lado del dédalo, libre, pensativo, quizá dormido, semi desnudo, con el cansancio impreso en la piel... y tú sonriendo.

miércoles, 17 de octubre de 2012

.

Si alguna vez me escribes:

Hazlo cuando no tengas qué esconderte para poder hacerlo. Podrás entonces susurrar cada palabra si lo deseas y repasar frase a frase lo que pretendes que mis ojos descubran mientras descifro.

Hazlo cuando no tengas distracción cercana, cuando las ocupaciones te puedan dejar ese minuto libre y puedas dedicarlo enteramente a mí... cuando sientas la necesidad que deben ser mis ojos los que te lloren al leer o que lloren al leerte.

Hazlo cuando no tengas la presión de un sentimiento negativo que nos haya hecho separar más de lo que probablemente ya estamos. Acerca a ti alguna prenda y, mientras la observas, recapitula detenidamente lo que pretendes plasmar con grafías desde tu pensamiento y piensa que, la desnudez, en ocasiones favorece a extremo la sensibilidad y entrega en tus letras.

Hazlo cuando sepas cuánto valgo para ti o si tuve algún valor contigo. Podrás así hacermelo ver con más credibilidad y sabrás de cierto que necesitaré enormemente el recibirlo y leerlo desde tus palabras.

Hazlo cuando estés segura de que lo leeré y que tendré el corazón más que atado a cada grafía tuya.
Hazlo, cuando no estés segura de que me tienes atado.
Hazlo, escríbeme y después leeme teniéndome atado ante ti...


Si alguna vez me escribes, ojalá y aún conserve mi cordura, que aún sea tiempo de retomar lo impreso por tu inteligencia; ojalá y aún pueda entonces valorar en cien toda y cada palabra que me refieras... ojalá y pueda tener vida para vivirte, amor para amarte y voz para leerte con la gana de interpretar eso que brotó desde tu razón y sentimiento... darle sonido a tu ser convertido en texto.

Si alguna vez me escribes...

domingo, 14 de octubre de 2012

.

Nadie se ha atrevido a asegurar de dónde es que proviene todo esto.
Nadie ha podido desmentir cierto dicho y, en ocasiones, lo único que nos queda es quedarnos mirando de manera mutua y no decir una palabra.

Nadie ha terminado por creer que esto tenga alguna relación no benéfica y, sin embargo, la secuela que nos deja tiende a desgranar un tanto lo que somos con un fin más bélico que comprensivo.
Nadie ha dicho que yo soy el culpable o que lo eres tú.

Nadie fuera del dédalo me ha aconsejado cómo proceder y, observo con cautela, que tampoco nadie dentro del laberinto sabe la respuesta.
Nadie, ninguno de los dos hemos buscado asesoría respecto a esto.

Nadie, se ha creído ser el salvador en este aspecto y mucho menos se ha ofrecido para subsanar o "tapar el hueco" que todo esto conforma.
Nadie, insisto, ha sido nadie para creer lo contrario.

Nadie se compromete, nadie lo comprende, nadie asoma al menos un poco para determinar el camino a seguir o la ruta a emprender.
Nadie, ni desde fuera o desde el interior.

Nadie, ni siquiera tú que me lees lo podrías comprender y, aquel quien opinó que era por culpa o motivo mío y nada más, considero que está realmente equivocado, que no posee siquiera un ápice de experiencia en ello como para permitirse el opinar... de hecho, nadie pidió su opinión.

Lo sé porque nadie querrá "pagar los platos rotos", nadie optará por "pisar las calles nuevamente" y, nadie, obtendrá beneficio alguno de nadie con respecto a esto...


Tú, considérate nadie y, probablemente, entenderás.

miércoles, 10 de octubre de 2012

.

Cómo poder obtener desde ti lo mejor a partir de ahora?
Cómo poder hacerte ver quién soy en estos instantes?
Cómo poder soportar el peso de lo que ha sido de ti y que se muestra siempre en contra mía cuando menos creo debes hacerlo?

Cómo poder vaciar ese sentimiento de tus recipientes y depositarlo entre mi amor y el olvido?
Cómo poder crear un mundo nuevo donde sólo habite tu amor y el mío?
Cómo seguir en la lucha de cada día sin tener qué entrometernos en ese trasfondo que sólo lastima?

Cuándo debo de dejar de indagar?
Cuándo es que debo entender que estás a mi entera disposición?
Cuándo es que en realidad caerás en el trance de la edad y termine por perjudicarnos dada nuestra nueva perspectiva de vida?

Por qué hemos de indagar siempre lo mismo?
Por qué solemos dejar que las caricias digan todo y, al llegar el nuevo día, el olvido tiende a desfigurar la noche anterior?
Por qué es tan penado un sólo error entre nosotros?

Cuándo es que dejamos de confiar?
Cuándo es que dejamos de madurar?
Cuándo es que dejamos la huella necesaria para sabernos eternamente amados?

Cómo es que se pierde una brújula amorosa sin siquiera estar a la deriva o bajo una tormenta?
Cómo es que se escapan nuestros días y el azul tiende a tornarse gris sin sabernos daltónicos?
Cómo es que las manecillas del reloj tienden a manipularnos más que nosotros a ellas?

Qué camino debemos tomar?
Qué tan hondo fue que llegué a estar en el laberinto?
Qué tan retirado estoy ahora del tuyo?


Cuándo es que sabremos afrontar el rumbo de cada dédalo y aceptar que no funciona una decisión aislada?
Qué seremos dentro de diez años?

miércoles, 3 de octubre de 2012

.

No, no me he "desconectado" de lo que alguna vez fue mi laberinto.

Si bien he dicho en casi todas las ocasiones que estoy paralelo o fuera de él, sigo observando muy de cerca todo lo concerniente a ese pasado pero ahora con miras más a este presente que se mueve, que se gesta de manera diferente con cada día.

Aquellos días fueron unos... y definitivamente estos son otros.
El clima sigue cambiante; las mismas canciones que había interpretado con anterioridad hoy se escuchan diferentes, tienen su esencia y, los nuevos escritos que tengo el honor de recibir (que, por cierto siguen siendo escasos) cobran su vida ante mis ojos de una manera singular, propia de este tiempo.

No, no me he "desconectado" de lo que alguna vez fue mi dédalo.

Si tú formaste parte de él, tenlo por seguro que sigo ahí, contigo, recordándote eventualmente, con todo y mis altibajos, con este o aquel menester actual... visto quizá desde otro ángulo, pero con el peso que tuvo en su momento, importancia o relevancia.

Es cierto que se requiere de dichos cambios y que todo debe adecuarse a lo actual y, es justo ahí, el que las cosas se reacomodan, que no pierden su esencia o validez y que me siguen sorprendiendo cuando acuden a mis sueños, a mis recuerdos o a alguna de mis conversaciones.

No, no me he "desconectado" de lo que alguna vez fue mi laberinto... es sólo que intento adecuarme a esta perspectiva donde, a pesar de estar tú, no estás... o a ese entender que, a pesar de que no estés, estás.
Todo, visto, desde fuera de él, desde el lado que más respeto, desde el ángulo donde puedo coger fuerza de aquí y allá y no volver a desvanecer o a recaer.

...sí, aunque creas, entiendas o mires que "estoy desconectado".