martes, 25 de diciembre de 2012

.

No se necesita estar fuera del dédalo para percatarse de cada cambio en el derredor, en las personas, en nuestro actuar o en el actuar de los más cercanos a nosotros.

No creo que sea necesario estar fuera del dédalo para entender otras cosas que, a simple vista, son más que elocuentes... supongo que, de mantener una postura "ciega" ante el todo, terminaríamos por dejar de creer en dicho todo.

No es necesario estar fuera del dédalo para postear en un día como este y así dar a entender que "no tenemos nada qué hacer" en esta fecha y que tenemos "algo" por decir que sea alusivo... mas no debe ser precisamente así.

No es necesario estar fuera del dédalo para recordar a aquellos quienes aún me envían algún mensaje, un pequeño mail donde me desean que los buenos momentos aneguen mi lar y entorno... a pesar de entender de cada cambio en cada cual o cada cosa.

No sé qué tan frecuente fue que me percaté de tanto cambio estando inmerso en el laberinto, de esos cambios que dices que tuve, de los que tuviste tú y cuándo fueron apicados a mi entorno... de hecho, existen algunas palabras que aún mellan mi entender de aquel pasado trocante tuyo.

Y, en este recapacitar de los momentos, es que sigo entendiendo y tratando de asimilar cada cambio, cada frase, cada momento e intentando olvidar (si esto fuera posible) de una fecha como hoy hace un año en que mi razón e integridad se vio por unos instantes en los suelos, en el total olvido, inmerso en aquella ley que pocos entendemos y que reza que "a toda acción existe una reacción"...


No es necesario estar fuera del dédalo para percatarse de cada cambio en el entorno, en las personas o en el todo... mas sí considero necesario el estar de este lado del laberinto para valorar, entender y asimilar cada uno de ellos desde donde provengan.

Feliz navidad 2012 para todos!

viernes, 21 de diciembre de 2012

.

En verdad que ya no sé qué es preferible... si mantenerme lo más cercano al dédalo o seguir estando fuera de él.
Y es que todo parece que se estabiliza y mejora con cada día que transcurre.

No quisiera entender (a la larga) que todo este permanecer así sirvió para poco, para sólo observar e intentar el detallar cada imagen, cada escena o cada sentimiento.
No quisiera entender (a la larga) que hasta mis sueños fueron en vano y que sólo estuvieron ahí para recordarme y hacerme saber lo que en realidad debí hacer en un momento determinado.

...que si el fin del mundo está cerca, que si los mayas "esto" y los europeos "lo otro", que el día es hoy... bla, bla, bla... Sólo espero en verdad que no haya suicidios masivos como ya han ocurrido en otras ocasiones en que algunos estúpidos llegan a manipular tanto a ciertas personas que las llevan a la extinción con sólo el poder de su palabra y aprovechándose de la fragilidad y debilidad de esas mentes.

...que si las posadas o las fiestas decembrinas, que si el dinero me hace tanta falta y que, según los estudiosos, nuestra mentalidad debe de cambiar, nuestra conciencia será diferente a partir de este día donde sólo estamos pensando en el dinero y las posesiones y no en el amor o lo intangible y que nos da felicidad en lo profundo, en el alma misma...

...que dos de tres personas que conozco perderán la vida... y ¿qué, si yo soy una de esas dos?
A fin de cuentas todos perderemos en su momento este derecho de vivir, bien sea por algún agente exterior y natural, por enfermedad o gracias a otro ser que, en su decisión, opte por quitarme este derecho.

La muerte de este, ese o aquel me dolerá también... créanme, pues no soy un ser que sea indiferente ante aquella masacre en Connecticut ocurrida hace algunos días y que me resistí a opinar al respecto... sólo hice eso: resistirme a opinar... mas, el dolor estuvo ahí y se reflejó también un tanto en mis sueños de las siguientes noches.


En verdad, deseo que haya ese cambio de conciencia del que todos hablan, que seamos más capaces de entender nuestro derredor y de por fin comenzar a crear un mejor mundo menos materializado, más amoroso, más consciente del daño que podemos provocar tanto al prójimo como al mundo mismo...

...y ojalá que mi vestigio de vida tanto en este espacio como en los demás no haya sido en vano.

domingo, 16 de diciembre de 2012

.

A un día de "tu día" sé que no debería pensar en ti y, sin embargo, no he dejado de hacerlo desde que encontré toda esa gama de coincidencias que alguna ocasión creí pudieras tú también descifrar para vida de acercarte a quien hoy está a mi lado.

A un día de " tu día", el entorno se siente más que diferente desde aquel año en que pudiste omitir por momentos mi nombre en el recuerdo de ella; la tarde llega con cierta pesadumbre del qué pudiera suceder entre ella y yo gracias a ti, por ti o a pesar de ti.

A un día de "tu día" habrá muchas cosas que aún no sepas y que, en verdad te digo, ya me es por demás indiferente el que quedes enterado, el que puedas quizá formarte una nueva imagen y entorno de este humilde escriba que no encuentra sino sólo apoyo en las grafías para vida de trascender y, donde tú, puedo creer que no podrás estar de la misma manera al no tener la poca gracia para hacerlo siquiera.

A un día de "tu día" rogaré al destino siempre estar lejos, poder convertirte en olvido y no tener más malas caras desde ella cuando te menciono o cuando tu nombre sale a relucir en nuestras charlas... es sin duda obvio que te defiende, que te recuerda con cierta linda añoranza y que fuiste en ella más que un vago recuerdo en todos esos años en que no estuviste presente ante sus ojos.

A un día de "tu día" dejaré un vestigio más de lo que fuiste, de lo que eres y del ser humano que debes ser, de cierto recuerdo ingrato, de aquella vorágine de inestabilidad y de terquedad que sembraste desde tu persona y que jamás sirvió para bien... aunque tú hayas creído "inocentemente" lo contrario.

A un día de "tu día", saberte más una pesadilla en mi vida que un sueño, creerte más un sueño en alguien que una pesadilla, vivir soñando y despertar luego de estar sumergido en cierto delirio donde nunca quisiste estar, una donde nunca "perteneciste" y, cierto sueño, que no ha concluído por convencerte estando donde, supones, la vida se torna de "ensueño"...


A un día de "tu día" sé que no debería pensar en ti y, sin embargo, no he dejado de hacerlo desde nuestro último intento fallido hace un año.
Ojalá y estés bien, con más criterio y madurez y con cada suerte que los años te brinden sólo para mejorar tu calidad de vida, tu humanismo y/o tu bienestar mundano.

...lo demás no creo que te importe.

sábado, 8 de diciembre de 2012

.

Leía hace algunos días el pensamiento escrito de mi entrañable amigo Armando Vega y, en ocasiones, coincido con él al creernos "hechos de un material diferente" y desear escapar de cierto mundo extraño en el que nos miramos inmersos; sin embargo, no quiero parecer idealista en extremo o considerarme en totalidad un ser tan especial "que el mundo no me merece".

Ciertamente él hablaba en su texto del cómo es, del cómo se siente y piensa ante tal o cual situación o del "qué está hecho" y cómo es que puede comportarse... Yo no llego a tanto.
Quiero creer que resulto ser "más sencillo", quizá más conformista debido a mis necesidades y, muy a pesar de todo esto, no llego a la vez a ningún extremo cuando algo en verdad no me convence del todo.

Así, con esto, he desdeñado un par de trabajos donde, los protagonistas y dueños, han sido más que estúpidos a mi parecer y han optado por ser más "del montón" que especiales y extraordinarios.
Qué lamentable es entonces el mundo consumista en el que vivimos y termina por hacernos consumistas también a nosotros que nos "salimos" un tanto de ese esquema.

Los textos de Vega no son para leerse de una vez. Tendría que analizar bajo lupa cada apreciación, cada ponencia y analizar si realmente me siento parte de ese "grupo especial y único" al que él pertenece (y perdón por ponerlo entrecomillado... pues sinceramente creo que él es más que especial y jamás podré compararme).

El caso vino a mi mente luego de observar cómo, a las seis de la tarde en un sábado, la colonia donde viví siendo niño, termina convertida en un triste muladar, en cerros de basura debido a cierto tianguis que ahí se postra semana a semana para beneficio de algunos y molestia de otros.

No quiero terminar diciendo que "por fortuna" yo estoy lejos o que no terminará por afectarme pues ya de hecho me afecta al alimentar mis gratos recuerdos de escombros al caer la tarde... la tarde otoñal y preciosa que hoy se mostró en el cielo sobre aquella colonia donde habité siendo niño.

Qué más recuerdos gratos acabarán en mi memoria siendo muladares? Qué pensarán todos aquellos que contribuyeron este día a dejar su "marca de puerco" en las aceras y calles de esa colonia humilde y que, de manera más que lamentable, ha tendido a convertirse en un nido de vándalos y de gente con poco escrúpulo ante el cuidado del medio ambiente...?


Bien decías mi buen amigo:
sic
"...y me refiero a los enojos por mi mal llamada civilización, que se muestra menos que eso cada día y menos con la gente que me rodea, que parece mas bajada de un árbol que de otra cosa se trate..."

Y es que, al menos, en esto coincido contigo en totalidad... y no porque me crea "de otro costal o hecho a mano" sino por esas muestras de ineptitud y poca educación.

martes, 4 de diciembre de 2012

.

Y es que eventualmente lo sigo imaginando...
Lo sigo casi observando desde este exterior del dédalo y no termino por descifrarlo... sin embargo, eso no "me quita el sueño" y dejo que los acontecimientos se sucedan, que sea tu alma quien lo diga, que sea tu cuerpo quien lo haga, tu boca quien lo diga y, así, mantenerme estable.

Y es que eventualmente lo sigo imaginando...
Lo he visto pasar a través de alguno de mis sueños y, si bien he llegado a temer el desenlace, es siempre la claridad la que me indica que ha sido sólo un juego de Morfeo, una burla más del psiqué, una fotografía más del exterior del laberinto que me sigue lacerando tenuemente.

Y es que de manera eventual se dibuja en tus palabras...
Y vuelvo a temer de tus actos, de ese acertijo que anida aún en tu inquietud, en tu falta de, en tu interés por conocer... Y es justo cuando mi boca regresa a tu intimidad, cuando vuelve a conversar con tus pies en silencio, cuando te conviertes en el platillo fuerte de la noche o cuando deseo estar tan dentro de ti como nunca.

Pues es de manera eventual que permaneces en silencio...
Y quisiera tener la telepatía suficiente para acallar esos pensamientos que no te acercan a mí, o la empatía y juventud necesaria para convertirme en sed de tus manos e intentar alcanzarte en un orgasmo sin necesidad de tocarte; hacerte estremecer con el simple recuerdo y cerciorarme de que será así siempre.


Y es cuando justamente lo imagino y lo sé de cierto...
Y volverá a ser un sueño, una fotografía imaginaria, un recuerdo vago que te atraviesa, una llama que permanece encendida y que puedo intentar sofocar a mi manera aún con estos años, con este amor que permanece inamovible para ti y que se sostiene desde tu figura, desde tu desnudez, desde tus ataduras invisibles que te hacen mi dueña y/o viceversa...

Y termino más que eventualmente sólo imaginando...

lunes, 26 de noviembre de 2012

.

Analizando la belleza de tenerte a mi lado identifico algunos factores que Dios quiso poner en mi haber para que lo nuestro fuera posible... a la par de ello, supongo que "debería" ser también en tu caso, mas no puedo hablar por ti y decir con esto que ha sido una bendición el estar juntos.

Aquellas ceremonias que semana a semana se gestan con motivo de una unión moral ante los primeros dignatarios de la iglesia (católica, cristiana, lutherana, mormona y demás) nos dan esa oportunidad de recapacitar y, aunque yo no "formo parte de cierto gremio", ese peso se siente con cada día que transcurre (y digo "peso" en cierta manera pues, realmente, es enormemente grato el poder estar así en comunión contigo cada hora, cada semana, cada año).

Dichas ceremonias me han orillado a contemplar el que, tu alma, se encuentra en este tiempo a mi lado, compartiendo, aprendiendo de cada sentimiento que encierra la vida, creciendo en conocimiento y optando por un mejor porvenir mutuo y no pude con esto sino ir más allá en el tiempo, en un futuro que quizá jamás conoceré nuevamente el día que ya no estés conmigo y que, para entonces, formes parte esencial de otro ser, de otro cuerpo y, con ello, puedas hacer feliz a alguien más que no sea yo.

No, no quiero que esto se lea a manera de egoísmo pues es sólo el recapacitar de las cosas, el entender que el designio divino jamás estará en mis manos o en las tuyas, e incluso yo podré quizá reencarnar en un cuerpo diferente a este, con más solvencia y oportunidades a mi derredor o en el sufrimiento extremo de una guerra, de una discapacidad, en soledad o en el peor de los escenarios y, aún así, poder expresar amor en la propia manera que esta vida (y cada vida pasada) me ha enseñado para poder demostrarlo.

Ojalá que este mar de sueños nos orille a querer seguir siendo mejores tanto el uno para el otro como para con los demás, hacia nuestros hijos, hacia esta humanidad que sigue en decremento y que muchas ocasiones nos provoca el "encierro" del sentimiento, el reservar nuestro amor sólo para nuestro seno o el crear un propio mundo donde sólo habitamos individualmente.

Ya sabrán ellos, los nuncios y presbíteros con el paso de los años, si sus palabras tuvieron el peso y la garra para dejar marca en la moral personal de cada uno a quienes desposaron y no terminaron por olvidarse de aquellos votos, de aquellos juramentos públicos que sólo ellos supieron por qué los dijeron...


Y, será nuestra labor, de nueva cuenta el demostrar al mundo que es posible tener una relación más que sólida y duradera aún sin dichos votos y/o juramento frente a un altar. Que este tiempo es nuestro tiempo, que hoy tu alma está aquí y la mía contigo, que este coincidir en el reloj universal es más que sagrado con el simple hecho de existir así... que la palabra 'amor' ha sido verbo en nosotros...
A pesar de todo lo negativo que hemos vivido el uno del otro.

lunes, 19 de noviembre de 2012

.

A dónde huyes con tu alma cuando estás en soledad? Qué sitios visitas donde en definitiva no puedo estar contigo...?
Si crees acaso que ese sitio podrá ser tuyo y sólo tuyo en ese estado, recuerda que es justo desde ahí donde provengo.

A dónde te escondes mientras intentas conectarte con tu pasado? Qué sitios visitas donde en definitiva jamás pude haber estado contigo?
Si crees acaso que ese pasado es tuyo y sólo tuyo, recuerda que también estuvo cercano a ti el mío y es justo desde ambos provenimos.

A dónde es que crees poder esconderte mientras la soledad y tu pasado te encadenan al estado de ánimo y mental "provocado", al pasado y soledad de aquel y el de esos otros que nunca lo supieron...?



Si crees acaso que esa soledad y pasado son sólo tuyos, el mismo pasado y soledad te harán ver que siempre hemos estado ahí, contigo, interconectados de alguna manera, a distancia o muy cercanos...

Sólo es cuestión de querer conectar tu alma a la nuestra, tu pasado al nuestro y tu soledad a la de todos quienes te hemos soñado o imaginado en ese "estado mental provocado".

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Desde fuera...


.

...y por un momento estuve frente a ti sabiéndote mi esposa, mi compañera de vida, con otra actividad, en otra búsqueda, sin este empleo que me caracteriza pero con todo el potencial que poseo como para hacerlo y hacerte feliz.

Y digo “hacerte feliz” porque fue el primer deseo que tuve al verte y saber que no eras la mujer con la que siempre he estado (sin ningún agravio a mi esposa a quien tanto amo) pues, a pesar de todo, desee enormemente en ese instante saber qué era de ella, en qué otros brazos estaba, cuántos hijos tenía, si vivía en aquella casa de fachada verde y yo sencillamente me encontraba en otro cuerpo observando desde una nueva perspectiva el laberinto… tu laberinto.

Recorría tu cuerpo bajo la camiseta que te dejaste no sin antes haberte insinuado quién era en ti y de lo que te haría sexualmente al salir de aquella casa a donde habíamos ido a una reunión… aunque, de manera extraña, el dueño de la finca y quien aparentemente era nuestro anfitrión, te fotografiara en esas condiciones y te mirara con cierta mirada sencilla y a la vez lasciva, con ganas de poseerte y hacer las veces de Morfeo en tu cama. Su rostro me fue muy familiar.

Recuerdo que hacíamos algo en la azotea de aquella finca. No entendí nunca el que, al subir una y otra vez ahí contigo, tuvieras qué terminar en completa desnudez e intentando “quitar” algún rastro de tu pierna pues utilizaste un estropajo y un poco de jabón para removerlo; todo esto ante mi mirada tranquila que ya te festejaba sexualmente en mi recuerdo. Muy en el fondo, mis deseos eran otros.

La noche caía ya y un vigilante en la calle nos hizo varias observaciones previas a nuestra partida intentando cuidarnos de la zona y de las personas que por ahí rondaban… mas eso no nos importó nunca y proseguimos en nuestro redescubrir del momento, de las miradas, las sonrisas, de lo ya consumado y de lo que estaría por acontecer entre nosotros. Toda esa actividad mundana en la que se sumerge una pareja.

Las preguntas que te hacía eran claras y a la vez muy extrañas para ti al percatarte de que había olvidado todos nuestros años juntos y “necesitaba recordar o readaptarme” a mi nueva vida (la cual, de manera obvia, seguía siendo la misma). Tú terminabas cada pregunta mía con una hermosa sonrisa.
Me hablabas con tanta naturalidad de nuestros hijos que, si bien nunca me dijiste los nombres, yo sabía que no eran los que hoy tengo (y quise saber de ellos… con quien vivían, quién entonces era su padre y si él contaba con ese auto rojo pues, yo, tenía uno blanco)

Y las dudas y contradicciones acudían a mí, y deseé continuar así por el resto de mi vida, contigo, con quien nunca supe tu nombre (y es que no te lo pregunté), viviendo de momento en casa de tu madre, pernoctando contigo, intentando entender cada detalle que vivía y sabiendo o sosteniendo que, de no ser un sueño, podría hacerte enteramente feliz toda tu vida…

Fue entonces que desperté… y lloré. Me supe amando a quien amo, en el mundo que tengo por mundo, con mi música como empleo, con estos cuatro hijos y mi esposa a mi lado en cama profundamente dormida.

domingo, 4 de noviembre de 2012

.

En ocasiones debería mejor conservar el silencio, permanecer callado y dejar que las cosas resulten más desde aquellos quienes las gestan y no las que yo preferiría adoptar o rehacer.

En otras ocasiones debería mejor conservar la calma ante el vicio, ante la desgana, ante esa postura absurda de tantas personas que sólo me orillan a fruncir el seño y a reconectarme con mi sentencia más desdeñante y que suele apoyarse muchas otras veces del silencio.

En esas ocasiones en que vuelvo a saber de ti y no me encuentro en una trinchera nueva, casi sostengo que debería mejor no salir de esta donde estoy profundamente inmerso por temor a que sea bombardeado por la vida, por las sentencias del desamor o por aquellos recuerdos que me harían saltar y recibir mucho más que una total soledad.

Y es justo en esta ocasión en que debería no prometer, no decir nada que pudieran luego echarme en cara, no bajar la guardia y dedicar una noche al canto del alma, al amor filial, al llamado del frío fuera de mi habitación y terminar por recordar que estás tú conmigo y no tendremos temor a dicho clima en las afueras.


En ocasiones, cuando hago una pausa en el camino, vuelvo a observar detenidamente lo que acontece, lo que se deriva, lo que se desata y lo que permanece liado... Me estremece un tanto lo que sueño, lo que redescubro y lo que me detiene a seguir con dicha pausa.


Será acaso que, en esas ocasiones debería mejor no estar, no decir, no callar y sólo vivir y dejar vivir?

miércoles, 24 de octubre de 2012

.

Por qué será tan vacía algunas veces nuestra estadía en el dédalo?
Por qué no existe ese vínculo perenne, ese "módulo de información" siempre abierto donde poder llegar a indagar sin preocupación alguna de ser rechazados o con la seguridad del poder encontrar un rostro amable que te ayude de manera afable?

Supongo que este tipo de remansos deben ser necesarios para poder entender y disfrutar los otros puntos álgidos pues, de no ser así, los otros sencillamente no existirían... y es entonces cuando descubro que estos también deben ser disfrutables.

------

Y, en el entretanto del que ellas demandan ser iguales que los hombres, sabemos todos que no es posible y que, en definitiva, es mejor así.

Sabemos en específico qué es en sí a lo que se refiere dicha frase, esa equidad que solicitan y esa discriminación poder dejarla a un lado en este mundo machista.

Y es que me tocó escuchar a una mujer cantando en un bar el tema "lástima que seas ajeno" y que el buen Vicente Fernandez colocara en nuestra popularidad y, créanmelo, no les queda nada bien a ellas el interpretar este tipo de letras donde es "todo contra ellos" en el sentido que dicha canción describe...

Supongo que las preferiré más calladas, más perceptivas y con ese mismo tacto que poseen tan hermoso para vida de conseguir lo que desean y sin tener qué llegar a ese extremo donde, el hombre, toca fondo abruptamente mucho más frecuente que una fémina.

-------

Por otro lado, resulta lindo el poder "quejarme" en cierta forma y sin decirlo y, acto seguido, tú tomar las riendas amorosas una vez más y hacerme volar desde o hasta tu trinchera colmada de deseo para luego volver a dejarme a un lado del dédalo, libre, pensativo, quizá dormido, semi desnudo, con el cansancio impreso en la piel... y tú sonriendo.

miércoles, 17 de octubre de 2012

.

Si alguna vez me escribes:

Hazlo cuando no tengas qué esconderte para poder hacerlo. Podrás entonces susurrar cada palabra si lo deseas y repasar frase a frase lo que pretendes que mis ojos descubran mientras descifro.

Hazlo cuando no tengas distracción cercana, cuando las ocupaciones te puedan dejar ese minuto libre y puedas dedicarlo enteramente a mí... cuando sientas la necesidad que deben ser mis ojos los que te lloren al leer o que lloren al leerte.

Hazlo cuando no tengas la presión de un sentimiento negativo que nos haya hecho separar más de lo que probablemente ya estamos. Acerca a ti alguna prenda y, mientras la observas, recapitula detenidamente lo que pretendes plasmar con grafías desde tu pensamiento y piensa que, la desnudez, en ocasiones favorece a extremo la sensibilidad y entrega en tus letras.

Hazlo cuando sepas cuánto valgo para ti o si tuve algún valor contigo. Podrás así hacermelo ver con más credibilidad y sabrás de cierto que necesitaré enormemente el recibirlo y leerlo desde tus palabras.

Hazlo cuando estés segura de que lo leeré y que tendré el corazón más que atado a cada grafía tuya.
Hazlo, cuando no estés segura de que me tienes atado.
Hazlo, escríbeme y después leeme teniéndome atado ante ti...


Si alguna vez me escribes, ojalá y aún conserve mi cordura, que aún sea tiempo de retomar lo impreso por tu inteligencia; ojalá y aún pueda entonces valorar en cien toda y cada palabra que me refieras... ojalá y pueda tener vida para vivirte, amor para amarte y voz para leerte con la gana de interpretar eso que brotó desde tu razón y sentimiento... darle sonido a tu ser convertido en texto.

Si alguna vez me escribes...

domingo, 14 de octubre de 2012

.

Nadie se ha atrevido a asegurar de dónde es que proviene todo esto.
Nadie ha podido desmentir cierto dicho y, en ocasiones, lo único que nos queda es quedarnos mirando de manera mutua y no decir una palabra.

Nadie ha terminado por creer que esto tenga alguna relación no benéfica y, sin embargo, la secuela que nos deja tiende a desgranar un tanto lo que somos con un fin más bélico que comprensivo.
Nadie ha dicho que yo soy el culpable o que lo eres tú.

Nadie fuera del dédalo me ha aconsejado cómo proceder y, observo con cautela, que tampoco nadie dentro del laberinto sabe la respuesta.
Nadie, ninguno de los dos hemos buscado asesoría respecto a esto.

Nadie, se ha creído ser el salvador en este aspecto y mucho menos se ha ofrecido para subsanar o "tapar el hueco" que todo esto conforma.
Nadie, insisto, ha sido nadie para creer lo contrario.

Nadie se compromete, nadie lo comprende, nadie asoma al menos un poco para determinar el camino a seguir o la ruta a emprender.
Nadie, ni desde fuera o desde el interior.

Nadie, ni siquiera tú que me lees lo podrías comprender y, aquel quien opinó que era por culpa o motivo mío y nada más, considero que está realmente equivocado, que no posee siquiera un ápice de experiencia en ello como para permitirse el opinar... de hecho, nadie pidió su opinión.

Lo sé porque nadie querrá "pagar los platos rotos", nadie optará por "pisar las calles nuevamente" y, nadie, obtendrá beneficio alguno de nadie con respecto a esto...


Tú, considérate nadie y, probablemente, entenderás.

miércoles, 10 de octubre de 2012

.

Cómo poder obtener desde ti lo mejor a partir de ahora?
Cómo poder hacerte ver quién soy en estos instantes?
Cómo poder soportar el peso de lo que ha sido de ti y que se muestra siempre en contra mía cuando menos creo debes hacerlo?

Cómo poder vaciar ese sentimiento de tus recipientes y depositarlo entre mi amor y el olvido?
Cómo poder crear un mundo nuevo donde sólo habite tu amor y el mío?
Cómo seguir en la lucha de cada día sin tener qué entrometernos en ese trasfondo que sólo lastima?

Cuándo debo de dejar de indagar?
Cuándo es que debo entender que estás a mi entera disposición?
Cuándo es que en realidad caerás en el trance de la edad y termine por perjudicarnos dada nuestra nueva perspectiva de vida?

Por qué hemos de indagar siempre lo mismo?
Por qué solemos dejar que las caricias digan todo y, al llegar el nuevo día, el olvido tiende a desfigurar la noche anterior?
Por qué es tan penado un sólo error entre nosotros?

Cuándo es que dejamos de confiar?
Cuándo es que dejamos de madurar?
Cuándo es que dejamos la huella necesaria para sabernos eternamente amados?

Cómo es que se pierde una brújula amorosa sin siquiera estar a la deriva o bajo una tormenta?
Cómo es que se escapan nuestros días y el azul tiende a tornarse gris sin sabernos daltónicos?
Cómo es que las manecillas del reloj tienden a manipularnos más que nosotros a ellas?

Qué camino debemos tomar?
Qué tan hondo fue que llegué a estar en el laberinto?
Qué tan retirado estoy ahora del tuyo?


Cuándo es que sabremos afrontar el rumbo de cada dédalo y aceptar que no funciona una decisión aislada?
Qué seremos dentro de diez años?

miércoles, 3 de octubre de 2012

.

No, no me he "desconectado" de lo que alguna vez fue mi laberinto.

Si bien he dicho en casi todas las ocasiones que estoy paralelo o fuera de él, sigo observando muy de cerca todo lo concerniente a ese pasado pero ahora con miras más a este presente que se mueve, que se gesta de manera diferente con cada día.

Aquellos días fueron unos... y definitivamente estos son otros.
El clima sigue cambiante; las mismas canciones que había interpretado con anterioridad hoy se escuchan diferentes, tienen su esencia y, los nuevos escritos que tengo el honor de recibir (que, por cierto siguen siendo escasos) cobran su vida ante mis ojos de una manera singular, propia de este tiempo.

No, no me he "desconectado" de lo que alguna vez fue mi dédalo.

Si tú formaste parte de él, tenlo por seguro que sigo ahí, contigo, recordándote eventualmente, con todo y mis altibajos, con este o aquel menester actual... visto quizá desde otro ángulo, pero con el peso que tuvo en su momento, importancia o relevancia.

Es cierto que se requiere de dichos cambios y que todo debe adecuarse a lo actual y, es justo ahí, el que las cosas se reacomodan, que no pierden su esencia o validez y que me siguen sorprendiendo cuando acuden a mis sueños, a mis recuerdos o a alguna de mis conversaciones.

No, no me he "desconectado" de lo que alguna vez fue mi laberinto... es sólo que intento adecuarme a esta perspectiva donde, a pesar de estar tú, no estás... o a ese entender que, a pesar de que no estés, estás.
Todo, visto, desde fuera de él, desde el lado que más respeto, desde el ángulo donde puedo coger fuerza de aquí y allá y no volver a desvanecer o a recaer.

...sí, aunque creas, entiendas o mires que "estoy desconectado".

miércoles, 26 de septiembre de 2012

.

Aquel veinticinco debí haber encontrado algo en toda aquella vorágine de circunstancias hace siete años.

Debí haber asomado al color de tu piel, a la luz tenue que despedían tus ojos y volver a enamorarme de ella; a ser testigo sólo de la caricia reprimida y no al sentirme copartícipe de aquella acción.

Debí haber llorado contigo y aceptar que la vida cambia, que el coraje se lleva dentro y nos hace llevar a cabo todo cuanto se nos presente y obstruya el camino del dédalo... Probablemente es ahora, estando fuera, que lo puedo apreciar mejor.

Debí haberme hincado ante tu milagro, ante tu valentía, tu apremio, tu arrojo y osadía y no centrarme solamente en mí y en lo que pretendía desde ti desde hacía meses...
Debí decirte que te amo una y otra vez hasta hacerte llorar...

Debí consolarte en las sábanas, redescubrirnos y sostener mucho más nuestro amor que antes...
Debí haber hecho tanto!

Hoy sólo existe arrepentimiento profundo en cada tarde que llega, en cada veinticinco que asoma a un temprano otoño, en este ciclo anual donde Libra tiende a jugar por sus dominios y sus días...

Habrá luna después que te guíe (y nos guíe); tendremos tierra bajo nuestros pies que nos asiente y, espero, que volvamos a superar ese duro momento donde llanamente descubrimos que somos totalmente diferentes en necesidades e ideologías cuando más nos aprieta la distancia, la soledad o la necesidad de amar o sentirnos amados.


Aquel veinticinco debí haber encontrado algo en toda esa vorágine de emociones... pues nunca quise o pretendí encontrar desamor...

viernes, 21 de septiembre de 2012

.

Estando fuera del dédalo las estaciones del año se aprecian más quizá que estando dentro. Lo sé porque cada detalle de estas pareciera clavarse en el recuerdo cual si pretendieran quedar perennes.

Supongo que no eran así mientras me encontraba inmerso en el laberinto que, a fin de cuentas, sigue siendo una especie de laberinto paralelo donde, el camino, tiende a ser más claro en ciertos aspectos y menos deseable en otros.

Había planteado ya en otros escritos el que pretendía seguir inmerso y también te culpé al sentirme fuera de él debido a tus acciones y/o decisiones y, hoy sigo sosteniendo, que es así, que son tus propuestas las que predominan, las que siguen determinando el curso de lo nuestro y, sospecho, que en definitiva seguirá así.

Me he percatado también del cómo es que me haces partícipe aún del convivir en tu dédalo y ha sido muy agradable el cotejar impresiones, el compartir emociones y el poder establecer un punto de vistasin "compromiso" pues, cuando se ha de tratar algo verdaderamente riesgoso entre ambos, es cuando alguno de los laberintos ya no está en el mismo viro o recorrido.

Mas, todo esto sale a relucir entre estación y estación... y ya han transcurrido tres desde aquella ruptura del "Laberinto Cotidiano" que solíamos trazar y no sé cuándo será que volvamos a estar en el mismo y hacernos copartícipes el uno del otro disfrutando y haciéndonos uno tanto en otoño como en invierno.


Muy a pesar de todo esto, no debes olvidar jamás que mi amor está contigo.

lunes, 17 de septiembre de 2012

.

Fuera del dédalo por fin puedo entender la esencia de lo que aquel libro rezaba: Ante toda situación o cosa, siempre habrá una contra; la dicotomía divina estará siempre presente ahí a pesar de que no estés de acuerdo con ella pues, en ausencia de lo que no es, lo que es, no es.

Y es que debe existir, por ende, aquel vestigio de desamor para entender qué es el amor, debe haber mal para entender el bien y así sucesivamente.
No puede existir en esta creación sólo una de las partes pues, de ser así, dejaría de existir, de ser.

Es entonces que, a pesar de no soportalo, debemos ser más comprensivos al menos con ello. La desgracia, deberá tocarnos algún día para entender la gracia como tal; tendremos qué vivir a ciegas para dar gracias por la existencia de luz y, nuestra estabilidad deberá truncarse para saber apreciarla y/o valorarla y entenderla como lo que es.

Cada trance por el que atravesemos será no una prueba, sino una simple y llana muestra de dicha dicotomía y, sabremos elegir, lo que es "mejor" para nosotros.
¿Cómo es pues que aquel ente elige ser asesino? - Sencillamente porque lo elige.
¿Cómo podemos nosotros elegir el vivir sin problemas y discusiones? - Porque así lo elegimos...

Dejemos de atacar a quienes eligen lo contrario a lo que creemos como única verdad. No es lo más sano para nadie el aceptarlo así.
Elige lo que creas prudente para ti; toma entre tus manos ambas y analízalas como parte del todo... no las maldigas.

Es y será un hecho que, deberá "tocarnos" lo indeseable para entender lo que es deseable... sólo será cuestión de tolerancia y aceptación (incluso resignación) para vida de entenderlo ...con todo el desorden emocional y psicológico que ello implique.

martes, 11 de septiembre de 2012

.

Qué tristeza el poderme ver estando fuera del dédalo como un verdadero ogro, como un manipulador, como alguien que exige "lo que nunca he dado" o, al menos, eso es lo que cierto espejo cercano a mí ha reflejado.

Qué tristeza el llegar al grado de no poder opinar, del tener qué permanecer callado a razón del que todo "pudiera ser usado en mi contra"... del tener qué agachar la cabeza cuando se menciona eso o aquello que hizo y provocó tanto daño en mi seno.

Qué tristeza el tener qué alzar la voz de nueva cuenta y volver a entender que cada acción tiene una reacción y, cuando esta es negativa, todo se torna un tanto confusión y desequilibrio.

Qué tristeza el colmar por unos instantes la cabeza de dudas, que cada acción realizada en pro de una mejoría no sea vista con la magnitud que esta conlleva... más cuando es de ambas partes.
Qué tristeza el que tengan qué echártelo en cara...

Qué tristeza una vez más... Y digo una vez más porque creo recordar un posteo similar a este fechas atrás y ahora, fuera del dédalo, volver a retomar el tópico, volver a sentirme el ogro, el malo del cuento, el manipulador o incluso quien intenta privar de su libertad de opción y acción a quien vive conmigo.

Más lamentable, supongo, es continuar con estas posturas que, ya en un pasado, nos han hecho tanto daño...

miércoles, 5 de septiembre de 2012

.

Fuera del dédalo puedo ver con más claridad el que, en verdad cuesta trabajo (y mucho), el luchar contra ciertas convicciones que ya tenemos bien arraigadas en nuestra manera de ser o de proceder.

Y no me refiero propiamente a vicios en específico (bien sean de dicción, adicción u otras manías adquiridas en un pasado) sino a aquellas características que nos han forjado desde pequeños, valores bien cimentados u otros de carácter moral que consideramos que son los idóneos para nuestra vida y para el mejor desempeño con los demás.

Bajo este menester es que me recuerdo todo aquel sentimiento y convicción personal con el cual luché en un pasado y que, al desear modificar, sólo conseguí deteriorar mucho más mi entorno tanto familiar como marital y, de lo cual, sigo sumamente arrepentido.

Supe que, en esos días, estuvo de más el desear aclarar "algo que resultaba inaclarable", creer entender lo ininteligible y, aunado a ello, "arrastrar" a cuanto ente intentaba interponerse en dicha tarea... Resulta por demás detallar el caos que propicié y en el que envolví a otros.

Hoy lo entiendo y lo asimilo como tal y, ruego e imploro a todos aquellos a quienes ofendí, lastimé o hice fruncir el seño por más de una ocasión, el que sepan perdonar a este escriba que, cual humano, comete (y sigue cometiendo) grandes errores conforme vive sus días.

...desde un escrito más redactado, hasta cada palabra que conformó las frases lastimeras, los desvíos extraños, las posturas más inimaginadas provenientes de mi persona y que han concluído en deterioro mutuo.

Y, cómo entonces luchar contra un amor tan bien cimentado? ¿Cómo atacar por la espalda a quien te ofrece ya la segunda mejilla para ser golpeada? ¿Cómo modificar el mostrarse ante los demás como lo que se es? ¿De dónde se cogen los principios de lo que comienza a ser más que extraño tanto para el alma como para el derredor?

No quiero culpar a nadie... las fuerzas o influencias negativas que circundan nuestro ir y venir dentro del laberinto nos hacen trastabillar, tanto, que en ocasiones (en verdad lo creo así) se necesita estar fuera del dédalo por unos momentos para recapacitar en tanta vejación a la que podemos estar sometidos o en la que podemos sumergir a los demás.

Pido pues, fervientemente, sepan perdonar mis erros y desvaríos momentáneos.

viernes, 31 de agosto de 2012

.

Supongo que, al estar fuera del dédalo, también mis sueños tienden a mostrarse de una manera diferente en el psique y, probablemente, la prueba esté en que ya no estás tú en la manera que solías.

Ya no están aquellos otros en que lo fantástico se apoderaba de mí y podía contar con esas virtudes sensoriales o físicas no propias de este mundo y superiores a cualquier ente terrenal que, muchas de las veces, sirvieron de sonrisa al despertar o de preocupación y un tanto de tristeza al percatarme que ya no poseía dichas características al abrir mis ojos.

Morfeo, pues, ya es diferente conmigo. Juega conmigo y en su mundo con papeles de mayor relevancia en la vida, con detalles sensibles que me hacen recapacitar y otros tantos donde es inevitable el despertar llorando... y, no por eso, desearía no tener esa visita del dios del sueño y sus sorpresivas expresiones.

Morfeo vuelve a mí cual si se hubiera extraviado por algunos días y, sentado frente mío un tanto desafiante o al lado cual viejo amigo que recapacita, me relata detalle a detalle su travesía mientras que le observo silente, con la impresión que deja el momento y sin indagar demasiado pues, pareciera, que no le agrada mucho que le interrumpan pues cambiaría drásticamente el tema.

Para él resulta fácil el hablarme de cocina, de vacaciones, de cierta diversión que para él ha sido de lo más recordable y amena y puede fácilmente envolverme, llevarme hasta donde él sólo quiere, dejarme ahí y no regresar... mas, cuando me hablaba de ti, lo hacía con más dedicación y profundidad, con más detalle a recordar, con toda la intención de que fueras más que perenne tanto en su mundo como en el mío luego de despertar.

Para él resultó sencillo también quizá el relatarme de ti en aquellas otras de sus visitas todo lo que melló de ti en mí en su momento, me hizo recapacitar cuando más "peleados estuvimos" y me gritó en varias ocasiones el que valía la pena hacer todo o pelear el todo por ti... Descubrió conmigo tu desnudez y me hizo partícipe de tu sexo, tus lágrimas y de lo más profundo que anidara contigo.
Supongo que dicha información la tomó desde ti y luego me la hizo saber a su manera (jugando al "teléfono descompuesto") hasta que "dejó de hacerlo"...

Probablemente tú le comentaste o le pediste a Morfeo que dejara de hacerlo dejándome con más incertidumbres que antes y con la gana de saber si en realidad eras así o sólo era parte del mundo que sólo él podía y pudo crear en mí con el paso de los años... años atrás que extraño y que, en verdad deseo, volver a hacer renacer en ese mundo donde sólo este dios milita y "hace de las suyas" a pesar del todo, aunque no estés conmigo o aún te tenga al lado.

sábado, 25 de agosto de 2012

.

...verte huir de nuestro presente.
Encerrar tus emociones en cierto cofre donde ni siquiera tú posees las llaves para accesar él y vaciarlo en mí como "debió ser desde un inicio".

...escucharte en silencio.
No poder satisfacer a mis oídos desde tu garganta debido a ese sentimiento que se agolpa en ti, que te limita a decir, a opinar, a dejar que el amor reluzca como "debió ser desde un inicio".

...mirarte desde lejos.
Entender que tu gana es estar lejos, al menos, el tiempo suficiente para poder crear esa satisfacción personal que sólo otorga la soledad y hace renacer la añoranza y la propia necesidad como "debió ser desde un inicio".

...refugiarme entre tus sombras.
O, al menos, en el recuerdo de éstas y volver a sentir el frío que, perenne, se agolpa mes a mes en un rincón de mi cama, de mi corazón, de nuestra habitación... sin que nadie pueda explicar el por qué "ha sido así desde un inicio".

...llevarte a cuestas donde vaya.
Decirle a los cuatro vientos que soy tuyo, que estas cadenas amorosas que porto conmigo yo mismo las he deseado, las he apretado más aunque, quizá para ti, no sean tan necesarias y goces de la seguridad como "debería haber sido desde un inicio".

...volver a beber desde mi llanto.
Incomprendido, celoso, impotente ante alguna que otra circunstancia que, contigo, suele servir más de tortura que de llaga amorosa sin que nadie pueda entender el por qué "ha sido así desde un inicio".

...ser así como en un inicio.


Qué gana de volver a ser en ti, contigo, por ti, desde ti, para ti y aún sin ti... como en un inicio.

lunes, 20 de agosto de 2012

.

Dicen que "siempre hay una primera vez" para todo y, supongo, debemos tomar siempre para bien o coger lo necesario de dichas experiencias.

Quién te asegura que estarás al lado de quien amas para siempre, que te llamarán para ese trabajo, que poseerás la salud todos los días y el mundo seguirá siendo el mismo... Es obvio que estaremos lejos de nuestra pareja alguna vez por un día, dos o por semanas, que te llamarán de todos los trabajos excepto en uno y que caeremos con enfermedad.

Quién me aseguraba entonces que siempre sería "divertido" en el bar donde laboro?
Quién creería que ocurriría ahí esa "primera vez" en que, una tercia de energúmenos, pondría a prueba mi temperamento y paciencia con un resultado (en verdad) más que positivo dada la situación.
Mi esposa y mi madre fueron mudos testigos de la sarta de pendejadas que profirieron a este escriba con tal de que bajara del escenario y concluyeran musicalmente ellos la noche acompañados de seis o siete féminas que compartían el lugar en otra mesa.

Mientras manejaba rumbo a casa al lado de mi compañera de vida, reflexionaba ante mi emoción y, si bien había una ligera tristeza, no iba más allá; no terminó por convertirse en odio o repulsión hacia dichos sujetos que, seguramente, carecen de educación cívica y respeto hacia los demás.
Todo terminó ahí. Un leve gesto en mi semblante y una reflexión, insisto, más nada.

Entonces sucedió que, entre este recapacitar de dicha eventualidad y al conversarlo con algunos otros compañeros de trabajo, fue que recibí, en otro de los sitios donde laboro, una hermosa y pequeña nota que decía:
"Le felicito en verdad. Canta usted como los verdaderos ángeles...! En verdad le reitero mis felicitaciones..."


Dicha nota "me hizo el día" y, a su vez, un meneo de cabeza aunado a cierta sonrisa sarcástica acompañó dicho momento al tiempo que, quienes se enteraron de la "misiva", se sumaron conmigo a convertir el comentario en sana broma.

lunes, 13 de agosto de 2012

.

Fuera del dédalo descubro también los llamados de otros seres que, cercanos o no a mí, tienden a emitir un llamado, a acercarse tanto de nueva cuenta como por repetida ocasión... y me descubro alelado mirando hacia el interior del laberinto y no es sino gracias a estas voces y llamados que "me salgo" de dicho trance.

Esta vez el llamado fue de un ente humilde que, sin decir mucho, atrapa mi atención... así como lo haría alguna vez en el pasado... y no es sino ese pasado el que me hace recapacitar en el cuánto tiempo es que llevo sumergido en mi propio laberinto y observando ya desde fuera.

Quizá, es que el pasado como tal juega en nosotros ese dejo del "cómo sería", "qué habría sido" y otras decenas de preguntas que nos orillan a trastabillar en nuestro presente y nos quita "cierta parte de piso" que, en caso de aceptarlo, nos cuesta mucho trabajo el recuperar para volver a poner los pies en firme.
No, no es mi caso... pero me hizo pensar en el caso de "alguien más".

Es justo en este juego con los recuerdos que nuestra mente vuela, viaja, se traslada, se inmoviliza, queda atrapada y se ata en cierta manera a todo lo hermoso que fue... y es aquí que reitero y subrayo el por qué de nuestro trastabilleo.

Mas, gracias a ti que me has hecho dejar de mirar embelesado a ese interior del dédalo del cual cada vez parece que formo menos parte; gracias por despertarme de cierto letargo, por volver a recordarme coherente con mis convicciones y por agradecer a la vida el haberme conocido en aquel pasado... pues, aunque sé que no lo has dicho así con esas palabras, lo puedo percibir con cada suspiro que seguro te he provocado con cada acercamiento a mi obra, mi texto o mi remembrar mismo y, del cual, se desprende todo mi recapacitar esta noche.

Gracias a ti también por haber existido en mi vida en aquellos años y, ojalá, este presente se muestre en la mejor disposición para continuar el contacto...
Solo... perdona si de pronto sigo alelado y tú me llamas por tercera ocasión sin obtener respuesta.

martes, 7 de agosto de 2012

.

Interesante resulta también, estando fuera del dédalo, el cómo ciertas cosas tienden a pasar a un segundo plano; el cómo aquello que antes era de suma relevancia hoy sencillamente deja de serlo o el cómo también algunas situaciones que parecían realmente relevantes se reducen a cotidianeidades... a aquellos propios remanentes de aquel "dédalo trivial".

En aquel tiempo, me recuerdo, decidí escribir sin pretexto ni excusa por un año sin omitir un sólo día... y pude conseguirlo, sin embargo, hoy eso ya no significa nada para nadie... incluso creo que ni para mí.
Son, pues, otras las cosas que siguen asomando desde este ángulo y que me dejan de impactar, me provocan mayor desazón, me anegan de desgana o me colman de suma tristeza al ver que, muy en el fondo, las cosas permanecerán igual con los que en mi derredor pululan y obran... pues pareciera que no han aprendido su lección aún (o en su defecto, yo me he vuelto más exigente o he cambiado demasiado para ellos).

En esta estadía, observo cómo me hablan, cómo se refieren a mí, quiénes me buscan y para qué; qué tanto he sembrado en los demás o qué tanto han sembrado ellos en mí.
No he dejado de recibir regaños todo este tiempo cual si fuera un pequeño que raya en lo tarado frente a la vida... y no sé si creerlo ya o no pues: quién no puede envidiar en parte esa manera de mirar al mundo desde los ojos de un niño? Desde su inocencia, desde su afán por sólo vivir!?

No soy estúpido. Siento, vivo y entiendo el ángulo que deseas que entienda; acepto tu opinión como parte del todo pero puede ser que no la comparta.
Sueño y sigo soñando con esa felicidad que alguna vez conocí al lado de una mujer y que hoy parece que ha emigrado, que ha desaparecido o que se ha cansado de ofrecerme esa parte de dicha debido a enfado o resentimiento.

Sé que aún me quedan notas por cantar, textos por escribir, años por vivir... y en verdad considero que, si sigo aquí (fuera del laberinto), seguiré percatándome del cómo es que se mira, que se siente, que se escucha... Aunque muchos de esos sonidos sean sólo blasfemias o palabras soeces para mí, regaños, observaciones radicales y/o manera errónea de llevar mis días.

Gracias a ti que has colaborado con estos últimos detalles de mi vida... Detalles que en realidad me encantaría conocieras desde mi arista y supieras cuánto duelen a la manera del cómo me los has dado.

jueves, 26 de julio de 2012

.

Ahora, permíteme felicitarte!
Por ese optar para provecho tuyo (más que el ajeno); por no callar lo que tienes qué decir e invertir menos tacto a esto y aquello.

Por ese optar no ceder más y, "caiga quien caiga", hacer ver a todo y a todos que sólo es importante el "tú", incluso, a costa mía.
Felicitarte, por seguir sonriendo a pesar de que no quieras hacerlo, por sonreír para otros más que para mí y por mostrarte más feliz allá que aquí.

Felicitarte en verdad por haber sido aprendiz de este esúpido maestro quien escribe hoy a sabiendas que pude contagiarte de lo negativo, de ese deseo de venganza, de hacer girar la misma moneda que cierta ocasión estuvo en mi bolsillo y que hoy ostentas como tuya.

Felicitarte por haber aprendido a manejar los artefactos electrónicos en tu beneficio, por saber ocultar en ellos lo que no deseas que te descubran y por contar o mostrar sólo lo que "te conviene" o lo que no nos puede provocar daño debido a la poca relevancia de ello.

Felicitarte por aprender a manejar sin tanto tacto lo nuestro, por haber perdido un tanto el interés al todo y despertar tarde, sin ganas de seguir, viviendo al día y sólo esperando a que arribe la fecha de tu nueva partida a solas... lejos.

Felicitarte por seguir aprendiendo desde el mundo, desde mis palabras que, pasados algunos años, por fin toman coherencia y relevancia aunque parezca tarde... Por seguir molestándote en atendernos y aún así hacerlo con ahínco.

Felicitarte por seguir participando en mis juegos, en nuestra intimidad repetitiva, por seguir manteniéndome (y cada vez más) fuera del dédalo y luchando día a día por mantener esta paz que se muestra más ficticia cada semana, más tomada "con pinzitas", más delicadamente.


Felicidades en verdad!  ...mas, llegará el día en que tú lo hagas para mí?

domingo, 22 de julio de 2012

.

Llueve...
Haz que deje de caer agua desde mis ojos en silencio, que sea sólo la luz la que predomine en nuestro sendero y que nadie pueda volver a decir jamás que somos dos.

Llueve...
Y dentro, la humedad se muestra tan llana como ella sola, tan volátil como un suspiro, tan en búsqueda de cada rincón como el aire mismo...

Llueve...
Y desde fuera del dédalo puedo respirar de dicha humedad, de catarla, de mantener ese sabor conmigo y doquiera que vaya... de saberle permanente en mi recuerdo.

Llueve...
Y cada gota va sumando cada una de las remembranzas que me hacen sabedor de tu cuerpo, de tu propia humedad, de lo efímero de tus lágrimas en tu rostro y de todas aquellas otras que se perdieron mientras no estuve contigo.

Llueve...
Y su sonido me transporta, me acerca al más allá, me detiene en la carretera, me hace acurrucar bajo las sábanas y seguir llorando de impotencia, de cierta soledad, de la llamada de la incomprensión o a causa de creer que ya no me amas...


Llueve...
Dentro tuyo, por fuera mío... dentro y fuera del dédalo.
Ahí, donde tú... acá donde yo.

martes, 17 de julio de 2012


.

Algunas veces me he llegado a preguntar qué otro rumbo podría tomar esta única ruta del estar fuera del dédalo, este seguir paralelo a él sin apenas tocar suelo firme pero seguir andando a pesar de saberlo, sentirlo y entenderlo así.

Y es justamente cuando, por alguna razón (que por cierto casi siempre es desde o hacia el corazón) dicho andar se torna complejo, incierto y plagado de cierta incertidumbre que termina por opacar gran parte de lo ya recorrido, de lo ya plasmado en el entorno, de lo ya “digerido”.

Y es que no del todo han quedado atrás aquellos momentos que han formado parte de nuestro laberinto; uno a otro los recuerdos se muestran o los agolpas en mi frente cual pequeño en preescolar a quien le adhieren una estrellita por su buen comportamiento y regresa a casa con la sonrisa y la satisfacción de sus acciones… mas, aquí en mi caso, no propiamente quisiera regresar o “seguir siendo premiado”.

Ciertamente nuestras acciones son las que dan forma a nuestro presente y, desde ese principal aspecto, me resulta por demás lamentable terminar siendo un “mata-perros” cuando sólo "he matado a uno de ellos". El resultado de todo esto parece no poder cobrar resultado favorable ante ti o en mi caso tener una cura total o absolución.

Vivir así, pues, resulta cada vez más difícil y concluyo cada día con ese mismo temor del que puedan regresar a tu boca los improperios, las mismas acusaciones o aquellas posturas tuyas cuando mis días se tornaron de lo más frío y caótico que jamás imaginé vivir a tu lado.

A cambio de todo esto, lo único que recibo desde tu razón es que “cualquiera de los dos puede repetirlo con sólo decidirlo” y, a su vez, se conserva en el entorno como amenaza más que resolución a no volver a cometerlo.

Por mi parte, puedo decir lo que siento, lo que pretendo, lo que tengo ya por plena convicción después de lo vivido y, en tu caso, no podría saberlo con la misma certeza al percatarme que tus palabras pesan un tanto menos que tus acciones… e, insisto, no se puede vivir plenamente con esto encima.

No quiero parecer mártir, no es en esencia lo que pretendo al plasmar este escrito, es sólo intentar poner como manifiesto el que, a pesar de todo lo que en apariencia estamos luchando, existen ciertas lagunas que terminan por ahogar parte de la esperanza de que lo nuestro resulte o concluya con bien… y termino derramando una lágrima después de mi última reticencia.

miércoles, 11 de julio de 2012

Diez

No podría en diez cuartillas describir siquiera lo que son diez segundos contigo y/o en determinado momento de nuestro estar.

Aquellos diez días de asueto que seguramente tendrán más de diez vertientes de dónde tomar un rumbo para la siguiente escritura o para crear la nueva caricia.

Las más de diez canciones que, aunque pudieran sumar más, se muestran profundamente cargadas de sentimiento y guardan una lágrima por cada una de ellas en tu honor, en tu recuerdo y/o en el celo que aún conservo hacia ti.

Deberán ser más de diez años los que deba guardar reposo y afecto en ti para quizá erradicar tanto daño del que fui capaz de sembrar que, los otros diez restantes de los cuales gozamos en historia, deberán a su vez poseer su peso para salvar parte de dicho daño.

Sostengo que han sido diez lunas las más representativas en nuestro andar nocturno y sé que desearemos muchas más de ellas en nuestro transcurso.

Y, aunque no debo hablar por ti, me agradaría enormemente el tener más de diez sueños en ti que te hayan sembrado el deseo de seguir a mi lado como yo lo deseo sin siquiera dormir o evitar hacerlo estando contigo.

El desear saber al menos diez palabras que provoquen en ti el más sincero de los deseos, que emanen las más hermosas sonrisas, que puedan arrancarte una lágrima, un trozo de tu apreciable y entrañable deseo y/o poder tener de tu compañía con sólo decir una más.

Con sólo diez días de saberte, diez semanas de espera, diez lustros de amar u otras tantas decenas de razones es que quisiera morir en menos de diez segundos...
Todo ello, sólo por el placer de haberte conocido, de haber catado tus diez principales razones para amar, para vivir y/o para querer seguir a mi lado después de las decenas de estupideces que he cometido contigo.


Diez mil veces gracias, amor.  Diez mil veces perdóname.
Diez mil te amo aneguen tus oídos al tú leer en este espacio.

miércoles, 4 de julio de 2012

.

Qué ganas de volver a aquel pasado donde todo era elocuente, donde podía formar parte esencial de cierto todo, de ser co-partícipe de la esperanza, de llevar en la frente el beso de quien me ama y mostrarlo con una sonrisa a sabiendas que provenía desde ella.

Qué ganas de volver a erizar los bellos con un simple roce, de poder transmitir o infectar con un leve canto la emoción y la pasión de quien me escuchaba, de poder ser parte del guardarropa, de vestir con traje de Adán e ir y venir a placer entre sombras o plena luz diurna en casa...

Qué ganas de esperar esa llamada, de entender que, del otro lado de la línea, estabas tú con ese deseo quizá no tan intenso como el mío de volver a encontrarnos en intimidad y que fueras "aire para la vela de mis ganas"... De contar una vez más los días y las noches juntos e imaginar deseosos y plagados de intriga el que sumarían miles pasado algún tiempo.

Qué ganas de regresar a ese pasado donde la lluvia acompañaba nuestra despreocupación, donde el amor intentaba darnos forma, donde la luz era símbolo pleno de esperanza y/o donde el trabajo no era sino sólo un "reloj detenido" que frenaba nuestro próximo encuentro.


Qué ganas de tener hoy más que estos veinte años... que se repitiera todo nuestro inicio con la convicción, la certeza, la seguridad, el amor y la experiencia que hoy tenemos...
Qué ganas de tener hoy más de todos esos miles de días sumados... y qué enorme es el deseo de que nunca terminen, que este amor pueda durarnos y alimentarnos por siempre sin hacernos trastabillar en vano por dudas mal fundadas o erros en nuestros comentarios...

Qué ganas de tener hoy más que ese todo que ya vivimos, que llegue poco a poco, que cale en lo profundo, que duela... que nos haga recapacitar una vez más que intentamos ser el uno para el otro a pesar de romper con los esquemas que alguna vez nos propusimos individualmente...

Qué ganas...

lunes, 25 de junio de 2012

.

Vuelve a mirar el calendario...
Son sólo números que se repiten una y otra vez en grupos de treinta (otros poco más y otros poco menos... bien sabes eso).

Compara cada atardecer...
No podrás mirar uno igual a otro... Resulta ser irrepetible lo que te ofrece el creador (aunque es una verdadera lástima que no lo apreciemos como es).

Piensa en ese regalo...
Podrás mirar vacuidad en la mayoría de ellos... Qué mejor regalo que el que puedan ofrecerte amor, vida, tranquilidad , una que otra sonrisa de manera cotidiana (e incluso sin respetar fecha) y otros detalles que, indiscutiblemente, sabrás apreciar más que una pantalla de plasma.

Vuelve a entender la fecha...
Ahora, entérate que es mucho más relevante e importante el que estés viva, el que tengas lo que tienes, el que puedas catar desde tus años todo ese avance tanto sentimental como de experiencia...

Observa a quién tienes al lado...
Y déjame agradecer que sea yo quien te acompañe desde hace veinte años y que, a pesar de todo, nuestra lucha sigue vigente por colmar de cordialidad nuestro entorno.


Felicidades, amor.

jueves, 21 de junio de 2012

.

Una tarde más que se gesta grisácea, una lluvia que pinta a ser amenaza sin que sus gotas se acerquen siquiera un poco a mi lar; una noche más fuera del dédalo y que, a pesar de ello, se torna la más deseada por aquel quien pudiera imaginarte siquiera un poco como suya o poseerte entre sueños.

Un día más de recorrido diurno, de música repetida, de soledad acompañada; del ruido de motores y velocidad en esa avenida que frecuento. Una tarde más que se gesta grisácea por "fuera" y que se torna poco a poco la más amorosa al adentrarse la noche.

Un beso perdido, ese palpitar de tu corazón reflejado en tu cuello mientras duermes, una caricia en la entrepierna y, con ello, la invitación más silente al sexo. Una tarde que, grisácea, no deja de tener su sol, su luz, su detalle ante mis ojos y el tuyo en mi piel.

Una bocanada de humo, las luces de la ciudad ya entrada la noche, el viento que huele a humedad y que recuerda esta temporada de verano, de lluvia, de tardes grisáceas que concluyen con sombras mojadas, arroyuelos callejeros y el calor de tu cuerpo cercano al mío ya entrada la madrugada.


Una tarde más que ha transcurrido en nuestra vida, grisácea ella, cálida tú, silente yo... y el nuevo amanecer que traerá su propio crepúsculo que no será jamás hosco para nadie y desde donde podré tomarte desnuda, en sueños o despierta mientras lo desees.

domingo, 17 de junio de 2012

.

Ese reconsiderar de las cosas probablemente es lo que nos tiene así... Esa "probabilidad reconsiderada".

Y es que es en ese entretanto del estar fuera del dédalo que las situaciones se miran de una forma diferente, quizá con menos menoscabo, con más prudencia, con menos cautela o tacto y, aquí la probabilidad, de que alguno de los dos resulte lastimado.

Aquella frase de cierta persona que reza que existen algunas cosas que en definitiva no deberían decirse a la pareja la considero de las más acertadas en los últimos días.
Ella, me decía que, si bien uno se prepara, se programa para ser fiel y amar sólo a una persona, la mente por su parte es tan libre de volar y explayarse que es ahí donde caben ese cúmulo de situaciones que, de ninguna forma, el otro se debe enterar.
Supongo pues que el silencio deberá jugar su papel predominante o, al menos, el buscar otro tópico de conversación será lo más prudente.

Es justo aquí que cada quien debería reconsiderar lo ya considerado, repasar lo ya repasado, volver a analizar ese enorme trecho recorrido e intentar a la vez erradicar cuanto daño atrás se ha hecho. Y, aunque esto se torna en ocasiones de lo más difícil por hacer, la gana debe existir, debe estar ahí perenne... pues es triste encontrar siempre un resultado amargo con cada sueño relatado, con cada imaginación y, lo que es peor, el intentar consumar al menos una parte de lo ideado.

...Palabras aquí, palabras allá; suposiciones y quizás que no llevan a ninguna parte cuando se trata de algo que no compete a la pareja y que es maquinado desde el extremo de nuestra imaginación, fantasía o irrealidad.

Habrá qué ser más observador fuera del laberinto, más cauteloso, un tanto más silente y, de ser preciso, forzar a la mente y al recuerdo a no dejarnos llevar "tan a fondo" en esos menesteres que sencillamente dañan y merman el poco o mucho amor que aún exprimimos tanto tú como yo en este juego de pareja... de vida en común.


De antemano, ruego desde ti la más humilde de tus disculpas ante cada uno de mis actos de "escapismo" de nuestra realidad e intimidad.

miércoles, 13 de junio de 2012

.

No creo que deba conservar esa melodía conmigo para vida de recordarte...
No necesito del apoyo incondicional de la música para saberte en mi amor, en mi recuerdo o en algún centímetro de mi piel donde tu boca ha hecho más las veces de llaga amorosa que nadie más en lo profundo de mi corazón.

No creo que deba seguir diciendo a los cuatro vientos quién eres...
Ellos ya te conocen. Te han escuchado llorar, sollozar, conversar e incluso, sé, le has pedido a alguno de ellos que lleven consigo cierto mensaje que debe brincar fronteras y otros más que te encantaría jamás callaran en ese vaivén del norte al sur y/o viceversa.

No creo que deba abrir mis ojos para vida de verte...
No los necesito, incluso, si los tuyos tampoco se abren para vida de mirarme.  Ese siempre ha sido mi deseo y puedo sostener lo que digo pues, así, sin abrirlos, sé con certeza dónde se encuentra esa curva en tu rostro, en tu cadera, en tus piernas y en tus pies.

No creo que deba poner a prueba nada para vida de reafirmar...
Cada decisión resulta ser de lo más personal y, si la tuya no es el reafirmarte en mí, yo me sé decidido, me he visto de rodillas tanto en sueños como mientras tú duermes y, si prefieres verme así que imaginarme, sólo es cuestión que lo pidas.

No creo que deba creer lo que "debiera" para vida de seguir...
Ni considero que ese sería el mejor de los momentos para volver a fundirnos; que, si bien no apeteces del juego ese del ir y venir, del romper y rasgar para luego surcir y rearmar, quiero creer que es porque prefieres sólo demostrar amor.


El mismo que se derrama en mí y para ti con sólo posar tu mirada en mis ojos...

viernes, 8 de junio de 2012

.

Qué hermoso es el todo cuando todo es hermoso...

Qué difícil es el todo cuando todo es difícil...
Y mucho más difícil cuando nosotros mismos lo hacemos difícil; y es justo en este juego de palabras que no terminamos por entender, que caemos en la propia confusión, que seguimos arrastrando ese lastre y culpando al otro; que creemos estar en lo correcto cuando lo "correcto" es tan ambiguo...

Qué triste es el llorar el todo cuando todo se torna triste...
Y llevar a cuestas la incertidumbre del momento, de ese pasado que concluyó con su dejo de amargura y perdemos el tiempo en contar cada lágrima que rueda por nuestras mejillas cuando, quiero suponer, lo más sencillo habría sido no padecerlo... no por "causa del otro" o de "aquel".

Qué efímero es el todo cuando todo se torna breve...
E intentamos alargarlo lo más posible para, de manera lamentable, darnos cuenta que lo efímero es así y lo será siempre, que de ninguna forma merece la pena "estirarlo" hasta saciar lo insaciable y volver al inicio de una forma abrupta, sin sentido... y efímera al fin.

Qué doloroso es el todo cuando todo duele...
Y volvemos a hacernos a la idea que concluirá, que no existe pena que dure cien años o que no terminaremos por soportar ni siquiera una semana por corto que sea el padecer...

Qué amoroso es el todo cuando todo es amor...
Qué lástima cuando nos sabemos más que bizarros ante la vida y sus adversidades y nadie lo premia, nadie más lo entiende así o nadie mira y valora nuestra lucha...


Qué pensar del todo cuando todo "razona en contra nuestra"...

viernes, 1 de junio de 2012

.

Fuera del dédalo las citas toman un nuevo rumbo, los recuerdos se enlazan más fácilmente, el sentimiento aflora a la menor provocación y los detalles negativos siguen mermando en el entorno cual si fueran llagas que no paran de sangrar.

El amor cobra nuevo rumbo también; se torna más franco, se siente más sincero (o, al menos, es lo que aparenta). El sexo retoma su fuerza avasalladora la cual he necesitado enormemente en todo este tiempo desde que ella me "sacó del laberinto" e hizo los "cambios" que demandó en su momento.
Los pormenores que se añaden tienden a complementar el marco... un marco más prometedor, más llevadero, más colmado de unión y sinceridad.

Por cierto, entorno a esto último, mal o bien hemos hecho en confiar al extremo el uno del otro para fin de hacernos partícipes hasta de ese recóndito sueño que podría en determinado momento distorsionar un tanto los esfuerzos... el punto en sí es que ya "no sabemos" cómo subsanar eso o intentar "corregirlo" pues así nos hemos manejado por más de veinte años.

Aquellos quienes se han visto afectados por este menester o quienes nunca han llevado así su vida, podrán creer que estamos en un grave error y, podría en este caso, resultar por demás el que ofrezca una disculpa pues, muy en el fondo, hemos descubierto que quizá este sea la mejor manera de llevar nuestra vida personal.

Aquellos otros quienes han intentado adentrarse a nuestra dupla y lo han conseguido, podrán advertir de inmediato (o de manera superflua) que sí resulta ser lo mejor e, insisto, si han intentado modificar nuestro actuar, espero en verdad que no puedan hacerlo pues, he descubierto con suma tristeza, que lo han considerado como tal para quizá un beneficio inmediato o a largo plazo con sabrá Dios qué intención de trasfondo.

A pesar de todo esto, nuestro deseo de convertirnos en un férreo muro impenetrable parece dar sus primeros frutos en estos días y, eso, llena de energía, vitalidad, fe y confianza todo nuestro entorno.
No puedo sino sólo terminar agradecido con quien (quizá con un excelente fin) me ha sacado del dédalo...

Resulta obvio decir que no veré resultados inmediatos en totalidad sino hasta algunas semanas más y en base a lo que continúe predominando en este seno.
Mas, si aún así vuelvo a quejarme, supongo que forma parte de este nuevo engranar pues, es casi un hecho, que dejaré en mí muy presente el que nadie más (desde mi exterior) pueda modificar lo que deseo enormemente atar con quien vive conmigo.

sábado, 26 de mayo de 2012

.

Me había acercado al corazón de quien acompaña mis días sin aparente éxito.
Conforme transcurrieron los días supe que la limitante o traba provenía directamente desde el mío y, eso, lamentablemente no pude verlo en más de dos años trayendo severas consecuencias a cualquier intento.

Estando fuera del dédalo, dicho corazón endureció más, pasó por alto los llamados del amor, sugirió estrategias para rescatarse a sí mismo y casi estuvo al punto de perder el mío... Conforme recuerdo una situación u otra, todo mi ser se vuelve a infectar de tristeza, a colmar de desamor y a conocer de nueva cuenta la desgracia en vida.

Ha sido en verdad muy difícil el "estar del otro lado" en esta ocasión, el poder conocer del dolor justo como mi compañera de vida lo conoció en aquellos momentos en que estuve "ciego" por un sentimiento que me susurró cual demonio al oído e intentó de alguna manera truncar lo ya establecido.

La lucha se encarnizó, se tornó mucho más feróz hasta el punto de la ruptura, ruptura que hoy sencillamente tiende a enlazarnos de otra forma, desde otro arista y que, gracias a su temperamento, ternura, tesón y madurez, ha podido ser más que aquel lazo que en inicio me ataba.

El apoyo desinteresado de aquellos quienes se acercaron a nosotros ya ha sido agradecido o refutado por nuestra parte en su momento (incluso aquellos quienes debieron alejarse en nuestra cúspide problemática y que hicieron caso omiso del llamado... Todos y cada uno de ellos ya han recibido lo suyo).

Mas, el "sin embargo" permanece... la duda sigue matando en ocasiones, la incertidumbre trastoca la tristeza y la inseguridad mueve más pronto al desamor que "de costumbre"; las lágrimas aparecen con suma facilidad y suman esa melancolía que va más allá de las fronteras y sensibiliza a cuanto ente se entera de nuestro entorno...


Me había acercado al corazón de quien acompaña mis días sin aparente éxito... y mi deseo hoy está más aferrado y decidido a convertir dicho corazón en uno sólo con el mío.

sábado, 19 de mayo de 2012

.

Fuera del dédalo, los caminos se miran más claramente separados, los aconteceres ya no denostan similitudes o características similares, algunos sentimientos parecieran ser fieles pero las acciones y actitudes vuelven a mostrarse disipadas o con rumbos totalmente aparte.

Fuera del dédalo comparto con mi paladar y sólo conmigo esa bebida que solíamos compartir y, tú, degustas aquella que muestra diferencia de ánimo, de estancia mientras que, el resto, sólo observa un tanto atónito lo que acontece y se vuelve y me vuelve a preguntar lo que sencillamente no logro contestar o entender del todo.

Fuera del dédalo quedan a la vez esos pequeños seres que algún día me echarán en cara el que pase tantas horas fuera de casa en plan de trabajo y, espero, no acudan a ti con esa mala cara en el futuro y que te griten al rostro la falta que les has hecho, las ausencias que han vivido y esa sensación que quedó posterior a tus horas de diversión.

Fuera del dédalo nos sigues "echando" (en cierta manera) a todos cuantos estamos cercanos a ti y, si bien he tratado de convencer a esos chiquitos que cada quien tiene una vida y merece de sus horas y sus ratos, no termino por entender el por qué "debe ser" por separado... la palabra "importante" me da vueltas en la cabeza sin encontrar su sentido propio o su peso en este lado del laberinto.

Ese "querer ser importante" para alguien ya no tiene peso, no se mira (de momento) ni se siente con sostén o fundamento y, poco a poco, se colma el recipiente de nueva sensación que terminará por llevarme al desatino, a la soledad, a lo incierto, al nuevo error o a algo más severo que quizá después me lo vuelvas a echar en cara ahora tú.


Fuera del dédalo es que los caminos se miran y palpan más claramente separados, los atributos tienden a perder sentido y la compañía deja de resultar importante... (así pues, la esposa se covierte en "conocida" o simple cliente, la madre en una trivial visita, el desconocido "más que conocido", el conocido de antaño tu mejor amigo, y el más desconocido el que muestra más afán por conocerte...)

Así pues, difuso y poco a poco, todo pierde sentido, ruta, camino y razón de ser.

martes, 15 de mayo de 2012

.

Paralelo al laberinto, aún vivo con la incertidumbre, con ese temor de caer en el rumbo perdido que, casi sostengo, tú podrías llevarme a la brevedad y que, por desgracia y para mi desventura, supones fervientemente que podría ser más probable desde mis propias acciones.

Así, cada día que transcurre, dicha incertidumbre crece, se siembra en mí, no ha sido posible desterrarla y aquella apatía que descubro en ti por mitigar el sentimiento no cede ante mis palabras, mis acciones, mi tristeza misma o mi deseo porque me vuelvas a demostrar que estarás conmigo en cuerpo y alma.

Han transcurrido meses ya de aquellos primeros días fatales en que creí morir gracias a que mi convicción por tenerte para siempre conmigo había estado fuertemente aferrada y la sorpresa tuya de saberte volátil e inasible destruyó prontamente todas mis expectativas de atadura amorosa...

Han sido meses ya de descansos efímeros, de luchas con sabor infructuoso, de momentos aislados donde tu silencio me orilla a creer que estás en otra parte donde yo no y cada muestra de amargura, de vacío, de desamor o desinterés, vacía un tanto más mi arca de esperanza...

No sé cuánto más es que permaneceré atado a este sentimiento, cuánto más es que seguiré anhelando retomar ese amor que había estado presente por años en mi vida y que, si bien yo he cooperado para su extravío, el que tú hayas puesto una parte de dicho empeño, fue suficiente para que todo esto sucumbiera como hoy ocurre, como hoy se palpa... como hoy asoma cada mañana.

No sé cuánto más se mostrarán esas palabras que, llenas de amor, seguirán intentando colocarse en tu presente desde mí mientras que, con dicho estado, haya alguien más que te ofrezca "las misma frases" que tú recuerdes con otro acento, con otro derredor, con otro corazón y que terminan por desviar esa atención que tanto amé en su momento y que tanto añoro...

No sé...

jueves, 10 de mayo de 2012

.

Para esta hora en que escribo, ya cada una de ellas supo lo que vendría y/o tendría en el transcurso del día; supo de la ausencia nocturna, del nuevo amanecer quizá con ese sabor a desvelo provocado por la preocupación y otro cúmulo de situaciones tan propias de ella como sólo ella.

Para esta hora en que escribo, ya cada una de las razones por las cuales lo hago se reacomodaron una vez más en mi memoria y entender, volvieron a tener su enorme valor y/o sostienen con hechos cada mérito que, propio, sigue siendo sólo de ella.

Y es que mi admiración jamás cede, el amor por ella crece con cada etapa de mi vida y sigo en pro y en pos de hacer resaltar ante los demás el valor inmenso que el creador ha depositado en su cuerpo que, después de haber gozado quizá un breve instante, le vino una serie de cambios propios del embarazo hasta, con enorme dolor, parir y adoptar así la dicha inmensa de ser madre.

Reconozco y valoro la parte esencial y social que ellas tienen, la labor familiar, amorosa y de soporte que profesan y comulgan por siempre y para siempre por sus hijos (incluso, mucho más que por un hombre en particular) y, aunque existen excepciones a todo esto, no deja de ser un general de su naturaleza humana que hoy, con este breve texto, deseo dejar a manera de homenaje.

A ti madre que me lees: Dios te bendiga por siempre y te brinde la fortaleza para afrontar cualquier conflicto o contingencia que pueda ocurrirles a cualquiera de tu descendencia en ese sendo camino del descubrir la vida, vida, que tú ya has realizado a la misma manera del todo poderoso al haber creado vida desde tu vientre.


Mi mayor admiración y respeto estarán siempre contigo y hacia tí: mamá. (mía, tuya y/o de mis hijos)

viernes, 4 de mayo de 2012

.

Quizá deba desviar "de nueva cuenta mi mirada"...
Encontrar ese nuevo dédalo o retornar al mismo con la certeza de que ya no es el mismo, que ya todo ha cambiado y debe ser como yo lo quiero definir o redefinir pues, supongo, no debe ser como tú lo desees.

Quizá deba reencontrar el camino perdido...
Volver a recorrerlo con detenimiento y entender que es el que he elegido, el que "me ha estado esperando" desde siempre y que los astros sean quienes me guíen para toparme con el final anhelado.

Quizá deba volver a depositar mi confianza en los demás...
Entender que aquellos quienes me hicieron daño en su momento no lo volverán a hacer más pues ya están más inmersos en su propio dédalo que yo "en el mío"... y, esa, será la carga suficiente para caer en el caos.

Quizá deba ser menos prejuicioso...
Optar por sólo vivir y sonreír ante la adversidad misma, ante lo grato del estar, del trabajar, del conocer a aquellos quienes me he negado a hacerlo y sostener en mi cariño a quienes ya se lo han ganado.

Quizá deba escuchar de nueva cuenta al viento...
A ese mismo que me trajo tantas nuevas, que me apoyó a enviar amor a los amigos lejanos, que me sostuvo con su fuerza para seguir planeando en tranquilidad y estabilidad con la vida... que me ha dado tantos vuelcos también.

Quizá deba conservar este silencio propio...
No dejar que mis palabras sigan lastimando, que mis comentarios vuelvan a mellar en la confianza de alguien más o que no vayan cargadas de esa melodía que me alimenta cuando más la necesito.


Quizá debiera no llorar más...
Secar la última de estas lágrimas y decidir que es mi límite, que no volverán a mostrarse más para quien no las merece... ser un poco más rígido y no permitir que me dañes más!

Mas... qué difícil me resultaría llevarlo a cabo.

domingo, 29 de abril de 2012

.

Decidí esperar hasta el final del día para cotejar, analizar y continuar asimilando cada uno de los detalles de la noche previa y/o cada emoción y nuevo detalle que se sumó conforme transcurrieron las horas hasta que el alba lograra esta fecha.

Aquel rostro ensimismado en su quehacer, el otro que no atinaba a determinar el lugar propicio para depositar su profundidad visual; uno más que se llenaba de asombro y el que más... ese que tengo por bien amar desde que le conozco y que estuvo sólo unos instantes en el día previo para mí, para mi actividad, para mi música y presencia.

Aquel pequeño pastel que me devolvió una sonrisa que sentía perdida, la misma velita roja usada en dos ocasiones y el tenedor con que había ingerido mis alimentos... Todo, en el marco propicio para poder terminar con ciertas lágrimas en los ojos y que, para mi fortuna, no estuvieron ahí pues no pudiera haber disfrutado del todo el momento.

Aquel mensaje que data de 1989; fecha en que ella estuvo muy cerca y donde "supo" (según su apreciación) de que soy "un hombre que actualmente lo tiene todo" y no existiría por ende un obsequio más para añadir a la felicidad que hoy disfruto... Hermoso mensaje que, hasta cierto punto, me "hizo el día".

Y es que realmente quienes me hicieron este día (y que me hacen la vida) fueron justamente quienes viven conmigo y quienes, a pesar de su corta edad, aprecian enormemente cada festejo sabiendo que habrá viandas, regalos, comida en sí dulce o salada o juguetes que podrán ser compartidos con ellos... qué decir de su saludo y felicitación a muy temprana hora del día.

Aquellos más quienes me recordaron y que intentaron en vano verme debido a mi trabajo, gracias, gracias en verdad por su esfuerzo. A ti que me escribiste apenas entrado el día; a ti quien aún no encuentras las palabras idóneas para hacérmelas llegar... A ti que decidiste no gastar ni siquiera en un mensaje o invertir tiempo en el mail para felicitarme: gracias, en verdad gracias.


Es justamente por ello, por ellos y por ustedes, que permanezco aún en este lugar y donde, aún paralelo al laberinto, puedo apreciar lo que hacen por y para mí y determinar así cuán valiosos son cada uno.



P.D.
Mas, me sigo preguntando, el por qué a él sí le enviaste un mensaje de felicitación cargado de atención y buenos deseos y no tuviste uno para mí...

martes, 24 de abril de 2012

.

Habrá qué entender que, aquello del desear o querer ser "todo" en y para alguien, es lo más utópico e irrealizable que puede existir y, no entiendo por qué, el hombre se aferra a esa idea como base de su romanticismo o como propósito firme en su decisión de quedarse al lado de su amante.

Habrá qué entender que, el estar fuera del laberinto, me sigue otorgando la gama de sucesos y sentimientos que jamás pude ver mientras estuve dentro; que no podrá entender nadie en esencia lo que se padece o aprende y cada cual dirá lo que mejor le acomode en sus ideas y percepciones.

Habrá qué entender también que todos somos diferentes, que no se podrá comparar el dolor ajeno con el propio, que la soledad la vivimos "a nuestra única manera" y el amor con sus respectivas aristas.

Habrá qué entender que aquellos quienes nos escuchan no tienen la "autoridad" para hacer o deshacer en nuestra decisión final respecto a nada; que sólo son una compañía y apoyo pequeño para discernir nuestras ideas en totalidad... aunque cueste trabajo entenderlo.

Habrá qué entender otra vastedad de situaciones y aconteceres mundanos, sentimentales y personales; situaciones de cada día, aconteceres violentos e inhumanos y cada sentimiento que aflore en nosotros tanto de manera extraña como inusitada.


A ti, que me lees y optas por querer ayudar, supongo que ya tienes por "bien entendido" un espectro más amplio de vida y es por ello que te ofreces para hacerlo.
Mas, de no ser así, te pido e imploro que te mantengas al margen pues, si bien tu comentario sólo destruirá más algunos fundamentos, el resto de tu "bla bla bla" será más que inútil para conseguir nada.

A ti, que optaste por alejarte, gracias! Gracias en verdad por apoyar en esencia a mis sentidos y a cada fibra de añoranza que pudiera tener y que requiero para vivir con más cariño que otros.

A ti, que no comulgas, que no empatas, que deseas lo peor para mí y mi seno o que sencillamente jamás participarás en mi acontecer, gracias también por hacerlo así...
Todo y todos somos necesarios en este dédalo.