viernes, 1 de junio de 2012

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Fuera del dédalo las citas toman un nuevo rumbo, los recuerdos se enlazan más fácilmente, el sentimiento aflora a la menor provocación y los detalles negativos siguen mermando en el entorno cual si fueran llagas que no paran de sangrar.

El amor cobra nuevo rumbo también; se torna más franco, se siente más sincero (o, al menos, es lo que aparenta). El sexo retoma su fuerza avasalladora la cual he necesitado enormemente en todo este tiempo desde que ella me "sacó del laberinto" e hizo los "cambios" que demandó en su momento.
Los pormenores que se añaden tienden a complementar el marco... un marco más prometedor, más llevadero, más colmado de unión y sinceridad.

Por cierto, entorno a esto último, mal o bien hemos hecho en confiar al extremo el uno del otro para fin de hacernos partícipes hasta de ese recóndito sueño que podría en determinado momento distorsionar un tanto los esfuerzos... el punto en sí es que ya "no sabemos" cómo subsanar eso o intentar "corregirlo" pues así nos hemos manejado por más de veinte años.

Aquellos quienes se han visto afectados por este menester o quienes nunca han llevado así su vida, podrán creer que estamos en un grave error y, podría en este caso, resultar por demás el que ofrezca una disculpa pues, muy en el fondo, hemos descubierto que quizá este sea la mejor manera de llevar nuestra vida personal.

Aquellos otros quienes han intentado adentrarse a nuestra dupla y lo han conseguido, podrán advertir de inmediato (o de manera superflua) que sí resulta ser lo mejor e, insisto, si han intentado modificar nuestro actuar, espero en verdad que no puedan hacerlo pues, he descubierto con suma tristeza, que lo han considerado como tal para quizá un beneficio inmediato o a largo plazo con sabrá Dios qué intención de trasfondo.

A pesar de todo esto, nuestro deseo de convertirnos en un férreo muro impenetrable parece dar sus primeros frutos en estos días y, eso, llena de energía, vitalidad, fe y confianza todo nuestro entorno.
No puedo sino sólo terminar agradecido con quien (quizá con un excelente fin) me ha sacado del dédalo...

Resulta obvio decir que no veré resultados inmediatos en totalidad sino hasta algunas semanas más y en base a lo que continúe predominando en este seno.
Mas, si aún así vuelvo a quejarme, supongo que forma parte de este nuevo engranar pues, es casi un hecho, que dejaré en mí muy presente el que nadie más (desde mi exterior) pueda modificar lo que deseo enormemente atar con quien vive conmigo.

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