jueves, 28 de diciembre de 2023

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En la vida no ocurre aquello de que una mujer hermosa tropieza al lado tuyo y, al ayudarle, las miradas se cruzan y terminan enamorándose ambos a primera vista para luego vivir felices por siempre.

No ocurre el que, con sólo un boleto de lotería, te ganes el premio mayor y puedas hacerlo rendir tanto que hasta sucursales de tu propio negocio podrías tener y vivir holgado económicamente y hasta la muerte.

No ocurre el que tu llanta ponchada aguante hasta la llantera más próxima y sólo requieras el suministrarle aire para seguir tu camino o el que un sólo tanque de gasolina te lleve y traiga de la ciudad a la playa...

No ocurre el que, a más dientes caídos o extraídos, el ratón de los dientes te dejará más y más dinero o el que se te aparezca un hada y te haga el más santo y bueno... qué decir del genio famoso de la lámpara...

No ocurre el que tu agenda se cubra a la perfección y que todo salga exactamente como fue planeado... qué decir del uso racional y/o proporcional del tiempo para que te alcancen para todas tus actividades las horas del día.

No ocurre el que tu organismo aguante todo cuanto ingerimos sin enfermar o sin padecer de gastritis, úlceras gástricas y demás padecimientos intestinales... al menos no en un par de meses.


Lo que sí ocurre, y todos los días, es que ciertas personas impidan que ingreses al tren urbano dado que se quedan en la puerta porque bajarán en la próxima estación sin entender los pendejos que ES LA ÚLTIMA y que TODOS bajaremos ahí por ser justamente el final del recorrido!

Es acaso por el querer ganar algunos segundos de tiempo para llegar más pronto a la escalera eléctrica y subir primero a ella y escalar más de prisa!!?
¿¡Sólo por unos segundos!?