martes, 13 de julio de 2021

 .

No ha sido una vez en que ella me ha repetido que, al parecer, yo me encuentro en una situación cómoda... que, supuestamente, estoy en "la gloria" al referirse a mi estado "de soltería" por mi separación... e indagando un poco en quienes le rodean pude descubrir que, a pesar de lo crucial que fue para muchos la situación el año pasado, para dichas personas no lo fue tanto.

Dicho año fue de lo más difícil para mí en todo aspecto como persona independiente y que se maneja así dentro del ámbito musical (ámbito, que fue sumamente lastimado, frenado y desmerecido por nuestras autoridades)... qué decir de lo individual, de lo emocional, de lo cultural y social que te orilla a ser proveedor. Todo eso ha sido irrelevante en ella; lo comento así, porque así lo demuestra con sus aseveraciones o acusaciones.

Resulta pues cómodo el ejecutar un juicio sin antes ponerse en zapatos ajenos, sin antes valorar todo lo antes acontecido, la lucha constante, la responsabilidad ante todo y, aquí, debo callar a colocar cualquier tipo de punto positivo que pudiera tener porque, seguramente, volveré a ser juzgado.

Qué importa entonces el que la situación "te desarme", te frene, te limite, te menosprecie, te deje sin campo de acción y te haga desvalorarte como persona, como proveedor, como ser autosuficiente y como portador de responsabilidad mostrada ahora trunca a raíz del todo.

A la mierda se va lo logrado, el valor que pudiste sembrar siendo competente y/o colmado de trabajo. Todo ese tiempo invertido hoy sólo es nada y te miran con desdeño, con "comodidad" sin echar un ojo a tu trinchera, a tu vacío emocional, a tu probable estado de depresión profunda que sencillamente no importa.


Y es que con todo esto, y mientras sigan sumándose situaciones desfavorables, no habrá manera de "corregir" la desesperación, la tristeza, la desgana, la impotencia, la falta de apoyo y un sin fin de colores que terminarán por teñir todo mi entorno, mi profesión y la vida misma... todo, aunado, a ese juicio absurdo que sólo me orilla a creer en que "no se piensa nunca en los demás" o "sólo lo mío cuenta" cuando, entre esos "demás", es justamente donde me encuentro.