jueves, 28 de diciembre de 2023

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En la vida no ocurre aquello de que una mujer hermosa tropieza al lado tuyo y, al ayudarle, las miradas se cruzan y terminan enamorándose ambos a primera vista para luego vivir felices por siempre.

No ocurre el que, con sólo un boleto de lotería, te ganes el premio mayor y puedas hacerlo rendir tanto que hasta sucursales de tu propio negocio podrías tener y vivir holgado económicamente y hasta la muerte.

No ocurre el que tu llanta ponchada aguante hasta la llantera más próxima y sólo requieras el suministrarle aire para seguir tu camino o el que un sólo tanque de gasolina te lleve y traiga de la ciudad a la playa...

No ocurre el que, a más dientes caídos o extraídos, el ratón de los dientes te dejará más y más dinero o el que se te aparezca un hada y te haga el más santo y bueno... qué decir del genio famoso de la lámpara...

No ocurre el que tu agenda se cubra a la perfección y que todo salga exactamente como fue planeado... qué decir del uso racional y/o proporcional del tiempo para que te alcancen para todas tus actividades las horas del día.

No ocurre el que tu organismo aguante todo cuanto ingerimos sin enfermar o sin padecer de gastritis, úlceras gástricas y demás padecimientos intestinales... al menos no en un par de meses.


Lo que sí ocurre, y todos los días, es que ciertas personas impidan que ingreses al tren urbano dado que se quedan en la puerta porque bajarán en la próxima estación sin entender los pendejos que ES LA ÚLTIMA y que TODOS bajaremos ahí por ser justamente el final del recorrido!

Es acaso por el querer ganar algunos segundos de tiempo para llegar más pronto a la escalera eléctrica y subir primero a ella y escalar más de prisa!!?
¿¡Sólo por unos segundos!?

sábado, 18 de noviembre de 2023

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Quédate con todo aquello que te hizo sentir bien, que te creyó rejuvenecer al tiempo mismo que transcurría un año u otro... así como está casi por terminar éste.

Quédate con la llamada, con el abrazo, con la mirada misma que se postró donde sólo tú sabes y que fue discreta cuando se requirió, cuando se erizó el vello, cuando la llama misma del amor se encendió.

Quédate con las sombras que te compartieron intimidad, que te descubrieron desnuda y te ataron por un momento a su soledad, a la desdicha de lo efímero, al sollozo apagado o escondido.

Quédate con una de dos, con dos de tres o con la cantidad que precises para que nada te falte en ese momento de incertidumbre, de desgana, de parquedad... que tu llama no fenezca y que sobre calor.

Quédate con el recuento de los daños, con las ganas mismas de seguir, con ese desvariar cuando te apoyas en la droga del amor, del sueño, del desvelo o de alguna droga (por qué no)... que no habrá más vida para repetirlo.

Quédate con todo entre tus manos, con los bolsillos llenos y la mirada perdida... que nadie se atreva a reclamar su espacio cuando es el tuyo o la voz cuando sea la tuya la que se deja escuchar.


Y luego, quédate vacía ante mí... que yo apeteceré cuando me ofrezcas desde tus manos llenas, tu amor entero, tu desdicha, tu sollozo o tu soledad pues, hasta tu sombra, deseará siempre ser parte de mi vida.

martes, 17 de octubre de 2023

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Y, a propósito de, el mes pasado me visitó en el lugar donde trabajo Edxon Castro. Uno de los integrantes del famoso grupo de música andina "Cuya Pique" y que, al lado de otros talentosos músicos, hicieron saber a Los Cabos que existía la mejor música con la mejor interpretación.

Fueron por demás insuficiente las tres horas en que estuvimos recapitulando anécdotas y escenas vivenciales. Nombres importantes y demás salieron desde nuestros relatos.
Mas cabe aquí aclarar que, gracias a su visita, pude exteriorizar mi enorme afecto hacia todos y cada uno de quienes se cruzaron por mi vida en mi estancia en aquel lugar paradisiaco... obviamente él uno de ellos.

Cada lugar, cada cita, cada comentario y acción no "tuvo relevancia" entonces, sino hasta años después en que, remembrando y analizando lo vivido conforme pasaron todos estos veintidós años, pude entender y desgranar inmerso en mi experiencia actual y analizando quién soy y qué tanto "fui forjado" gracias a todos allá.

No quise quedarme en aquel momento en Los Cabos. Pude haberlo hecho.  Era entonces célibe, joven y con toda la vida y la música por delante... pero ya existían "suficientes heridas" como para nunca regresar siendo crudo y tajante.
Y es que conocí de todo en aquel pueblo... de todo! Desde la dicha más inmensa hasta la desdicha más profunda, las decisiones más importantes hasta las más absurdas, las más grandes hipocresías, la tranquilidad y estabilidad tanto económica como sentimental, lo hermoso de la vida y lo grande y enorme que pueden ser los amigos... sí, aquellos que sólo caben enumerados con una mano. Qué decir de mi aprendizaje musical...


Y, reitero hoy y siempre, gracias mil a todos ellos, a todos sin excepción y desde lo profundo de mi raciocinio, alma y corazón.
No tengo ni tendré palabras suficientes para tanto aprendido y rescatado desde ustedes y, en esta ocasión, sobre las palabras y presencia del propio Edxon... a pesar de las lágrimas.


Con cariño y afecto para: Edxon Rodrigo Castro Pérez Cortés.

domingo, 17 de septiembre de 2023

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Fue en Los Cabos (B.C.S.) a fines del siglo pasado donde forjé gran parte de mi vida tanto sentimental como musical.
Quienes me conocieron en dicho sitio lo podrían constatar sin dudar.
Ahí, con sus altibajos mayúsculos referente al clima es que desarrollé al extremo mi corazón y desde donde me jacto de haber vivido lo más intenso de todo mi existir siendo joven.

Hoy acuden a mis recuerdos sus calles, su carretera transpeninsular, su gente, aquellos rincones que "prometían" ser atractivos cuando ni siquiera los nativos podrían llegar a asegurar tener.
Y cómo no recordar lo denso de su aire en verano estando tan a pie de mar, cada andar callejero a altas horas de la noche en busca de la distracción (sobre todo musical) o aquellas caminatas descalzo sobre la arena cálida en invierno aún a dichas horas... Ese rumor nocturno, los puestos callejeros, el aroma a humedad.

Cómo olvidar los pocos, muy pocos lugares donde se podía encontrar estancia acorde al gusto...
Uno de ellos y que ofrecía música en vivo era nada menos que "Amigos Pizza" (en San José del Cabo)  propiedad del señor Ángel Mares donde se presentaba el maravilloso "Cuya Pique" (originario de la ciudad de México) y que casi cada semana, en su descanso, me ofrecía su escenario para hacer de la trova el momento... y yo, con mi bandera de Silvio Rodríguez, hice de aquellas noches algo diferente para todos quienes ahí se encontraban.

No podría asegurarlo, pero quizá era entonces el único sitio donde se podía escuchar un género diferente a cuanto se dejaba sonar en cada lobby hotelero de toda la gama que ahí se ofrecía o en los distintos bares y antros de la zona.

Los años pasan y algunas personas apuestan a lo diferente en aquellos lares como lo es hoy "Bardo, mezcal, fuego y canciones" y que sugiere tanta diversidad musical y de calidad que me haya provocado el frenetismo total si hubiera existido cuando viví allá...
La vida me juega actualmente así y añoro todo tiempo aquel y este mismo presente sin poder estar allá para vivirlo y revivirlo, catarlo y gozarlo... perderme entre acordes, canto y sudor.


Quiero aclarar aquí que no "se me pagó" para hacer este reconocimiento a tal lugar... es sólo que mi nostalgia por sitios así hoy me invadió pues, aquí en la "rancheril" Guadalajara, hoy día no existe un sólo lugar dedicado a esa diversidad musical que "Bardo" ofrece y que, a mi juicio, debería ser "vergonzoso" para esta metrópoli.

Quizá "Flor de Toloache"... quizá.


Con afecto a Jaime Martínez y familia.

domingo, 20 de agosto de 2023

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A mi edad, en muchas ocasiones me llegan imágenes a manera de flash que forman parte de mi remembrar en la vida.

Como el lugar donde estuve cuando nació cada uno de mis hijos; algunos de ellos, recuerdo, donde incluso sentí frío o inutilidad al "no poder hacer nada por mi esposa" en su trance y proceso para traer a alguno de ellos a la vida.

El primer día que conocí a mi esposa, la situación que lo generó y la displicencia que jamás existió de su parte para que nuestro encuentro desembocara hasta culminar en años de relación y convivir.
Bajo este protocolo de recuerdos, cada una de las situaciones que más removieron mi sentir refiriéndome a las demás mujeres que han atravesado por mi vida.
Cada una con el extra del entorno, el clima, mi sensación interior, preocupación, temor, desespero, alegría, deseo y, por qué no, incluso desgana.

Aquellas aceras, tardes, andanzas, vergüenzas o el pavor constante que ha sido siempre el desnudarme sexualmente ante alguna de ellas.

Y no propiamente mi texto en esta ocasión desea resumir mis relaciones con alguna fémina, sino que quiero hacer denotar que cada uno de dichos recuerdos me acompañan en suma cotidianeidad en cada andar, en cada traslado u observando algún detalle, postura, comentario o vestimenta en las personas que me acompañan en el transporte público... qué decir de los aromas.

Qué añadir de las tardes lluviosas, de ese petricor citadino que se suma o hace detonar en mi memoria otras andanzas, otros lugares y habitaciones u otros días o noches de insomnio o con llanto...
Aquel asomar constante a la ventana como queriendo conectar con el entorno sin estar ahí y a sabiendas que "todo está en orden" en el interior del hogar.

La soledad da para tanto recapacitar que muchos de esos días en ocasiones sólo es preferible adentrarse y sumergirse en lo trivial más que cotidiano de cada trayecto al trabajo y el retorno a casa... todo con el fin de no recrear momentos hermosos que sólo podrían anidar tristeza por añoranza o, en gran contraparte, revivir dolor e intransigencias que terminarían por "agriar" alguna tarde-noche o incluso "golpear a Morfeo" y hacerlo huir para no hacerse aparecer en horas...

domingo, 23 de julio de 2023

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Y en el siguiente atisbo percatarme de que amanece...

Del que ha sido una nueva madrugada de insomnio colmada de escenas desastrozas donde tu nombre y el mío, tu rostro sobre el mío, tu amor y el mío se encontraron y se tuvieron de frente al fracaso conocido, al escrutinio mismo y sin conclusión relevante... sólo para el abismo o el dédalo.

Madrugada interminable donde el reloj pareció jugar con sus minutos, donde el sonido de la respiración inundó toda la habitación sin jadeos, sin sollozos, sin que nadie más pudiera adivinar siquiera de que ocurría ahí una hecatombe silente mientras el ventilador se mantenía estable con sus giros... sólo para volver a refrescar mi dolida piel colmada de ausencia.

Donde la ausencia de Morfeo, con su acostumbrada maravilla, sólo plasmó siluetas frente a mis párpados que no terminaron por crear la luz y así poder adentrarme a ese mundo sublime, pleno, con sus valles y parajes coloridos... mundo donde se puede salir del laberinto o crear uno nuevo. Mundo intocable e inasible con cada hora transcurrida.

Y que, si bien en la habitación reinaba el silencio y el sonido de mi palpitar, muy a lo lejos en mi recuerdo resonaba alguna frase, algún reclamo, alguna sonrisa transformada en lágrima con cada ir y venir de mi cuerpo de un costado a otro sobre el colchón que yacía esa noche debajo mío como intentando sostenerme para protegerme de una posible caída al abismo del dolor...

Y en el siguiente abrir de mis ojos, ese percibir de la luz del nuevo día...


Qué inutilidad entonces del teléfono, de las redes sociales, del servicio de paga en el televisor, del recurrir a las letras o a la guitarra...
Qué "buena resaca" mundana y sentimental por todo lo vivido quizá en exceso, por lo amado u olvidado...
Qué gran día avecinado lastimando en los ojos... con el peso del laberinto sobre la espalda y, dentro de los oídos, gritos provenientes del dédalo mismo que nadie más escucha.

martes, 20 de junio de 2023

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Para esta fecha en que lees ya habré librado o digerido gran parte de la vorágine de emociones que en inicio de este junio se sucedieron en mí.

"Ataques" de parte de Morfeo hacia mi integridad física, hacia mi remembranza y amor o hacia aquello que aún no he superado por no haber "hablado en su momento" con cada implicado.
En este ámbito, recuerdo a aquellas quienes pudieron exteriorizar en su ocasión y hacia mí gran parte de lo que les aquejó y dejar en claro cada sentimiento "sobre la mesa" para, así, aligerar su paso y marcha por la vida.

Recuerdo a mi hijo arrojando sentencias altisonantes a mi rostro mientras lloraba e intentaba comprender mi postura (que quizá para él resultaba absurda) referente a mi papel y actuar en mi relación... supongo que, en aquella ocasión, al menos pudo desechar y quizá procesar gran parte de lo que le aquejaba y, al ponerlo "sobre la mesa", se liberaba al mismo tiempo de ese lastre.

Aquel quien, aprovechando un enorme destello mío de sinceridad, lo restregara en el piso, me humillara y me llamara mentiroso e hipócrita... supongo que gran parte de su propia frustración la descargó en ese mismo momento "para su bien" mas "sus cartas terminarían por caer de la mesa" luego de unos años cuando recapacitó en lo enorme de su error y suplicara perdón... lastre de aquí... lastre de allá.

Aquella quien, desde una mesa en plena presentación musical mía, dirigía una mirada crucial para mí a manera de reclamo, de lucha interna, de revalorar lo que se tuvo o qué sé yo...  supongo que, al menos con ello, pudo en cierta manera hacerme entender que algunas cosas quedaron por decir y que ya no habría manera de replantear o recapitular en un futuro.

Aquella quien, desde la comodidad de su casa y apoyada en dos o tres copas de alcohol, arrojó sin piedad lo que fingió y predijo de nuestro pasado y para nuestro futuro "sin yo percatarme de ello"; trocando toda la charla en un suplicio colmado de injusticia y falsedades...  Sostengo que, al menos esta última, sí "arrojó todas sus cartas" frente a mí con el más ferviente deseo de olvidarme y quitarse la lápida que desde su espalda arrojó por su boca.
Lápida que, luego de tenerla yo por unos días, terminé por dejarla recargada en un poste en alguna calle.

Luego, yo mismo haciendo las veces de juez y parte hacia mí, hacia lo logrado, hacia lo omitido, hacia lo callado...  El recuento de las situaciones, las pausas obligadas que interfirieron y crearon ausencias, las lágrimas silentes de alguna mañana o coche que sólo yo digerí y sequé desde mis mejillas sin haber testigo alguno... incluso, sin mi guitarra.


Trozos de "culpa" que se siguen cayendo a pedazos o que se mantienen un tanto latentes en mí y, todo, por no poner "las cartas sobre la mesa", por creer que ya estaba "digerido" o simplemente por la enorme proporción del daño causado...

Muchas veces he llegado a creer que el perdón no existe en los humanos.

viernes, 19 de mayo de 2023

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Considero que, "sueño", es una de las palabras que más curiosidad, misterio y deseo brinda a quien se sumerge en su entorno y definición.
Y es que en un sueño cabe tanto... tanto por descubrir, por hurgar, por incluso compartir.

Quién no ha deseado el poder sumergirse en ese viaje de Morfeo efectuado por nuestra pareja sentimental y acompañarle en "su aventura" con la mejor disposición, con la templanza del momento ante cualquier adversidad imaginaria... o con el amor a flor del instante para bañar con él todo cuanto podamos tocar, ver o efectuar.

Sueño, como tal, ineludible a la intriga... al "a dónde nos llevará hoy?" "Qué tanto podré recordar después de?" ...me recuerdo escribiendo cada uno de los que pude recordar al despertar e intentar desgranarlo entre lo difuso que termina siendo luego del entrar la luz de la mañana en los ojos.
Y es que algunos que nos despiertan de madrugada "pueden ser retomados" sólo con volver a reacomodarnos en cama.

Aquella frase del "soñar no cuesta nada" o la que dice que "no hay edad para soñar"...  Frases que vienen y van incluso sin impacto inmediato refiriéndonos al sueño en sí.
Mas, cuán difícil será el "seguir soñando con aquel ser querido que ya no está"...
Cuánta tristeza podremos acumular a lo largo de la madrugada para llevarla a cuestas por la mañana e intentar desempeñarnos de manera cotidiana todo el día..?

Miradas perdidas, somnolencia, algunos pasos sin rumbo, distracción, silencio, lágrimas furtivas, canciones o sonidos diversos, imágenes, lluvia, mar, luna o sol que sirven de motor para el arribo pleno de la nostalgia y/o la melancolía...

Hacia dónde es que se dirige un ente que no puede soñar? ...que no quiere soñar.
Cómo hacer entender a la gente que lo primordial dentro de nuestro existir es el soñar (y aunque pudiera sonar contradictorio o vano).


Que no sea sólo hoy en que, andando por el parque, reflexiones en que no existe el tiempo, la prisa, la deuda insoluta o el desamor como tal y aún por encima de la necesidad fisiológica o alimentaria te detengas un instante a respirar, cerrar dos segundos los ojos y trasladarte a esa planicie desde donde Morfeo cobra impulso y que podría plasmarse en tu día si lo quisieras...

...que, justo, el "soñar" no es sólo para el dormir.

sábado, 22 de abril de 2023

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Dentro y a lo largo de mi trayectoria musical he pisado diversos escenarios donde he desarrollado géneros musicales tan diversos como algunos tantos compañeros más y, ellos sabrán, que lo dicho "cuesta" años de entrega, de esfuerzo, de estudio y demás.

No intento presumir con esto. Mi inquietud radica en que "sigo siendo un don nadie" musicalmente hablando para muchos compañeros en diferentes áreas musicales. Me explico:
Aún trabajando casi veinte años en un grupo de música versátil, muy pocos compañeros del gremio y "rubro" es que saben de mi experiencia y capacidad.

Aún trabajando por más de tres años en un piano bar (haciendo bohemia), extremadamente pocos compañeros me creen capaz de desarrollarme en dicha "plataforma"... es más, quienes "dominan" ese género, nunca se han enterado de que puedo también con eso.

Lo que es peor... muchos compañeros trovadores y/o compositores mexicanos ni siquiera saben que existo y, con ello, muy pocos se "atreven" a participar en lo que he desarrollado a lo largo de casi cuarenta años en la modalidad de mi composición y/o producción.

Alguna ocasión "culpé" de todo esto a la familia... esto es, el ser padre responsable de un seno y con prole, me orillaba a no formar parte de reuniones, viajes, promociones y/o presentaciones que no fueran las laborales en sí y sólo iba al trabajo y regresaba a casa (con lo que, todo lo demás, siempre pasó a segundo o tercer término pues no obtenía remuneración alguna de o por).

Y, de pronto, uno sólo de los compañeros me hace reflexionar, desvariar o hacerme caer en depresión y desear en verdad el retirarme de todo esto, de no hacer más que labor de empleado y, lo mío, lo realmente mío musicalmente hablando, arrojarlo a sólo hacerlo por mero amor al arte... que, si bien siempre he impreso amor en lo musical, gestarlo ahora más enfático y en soledad.


...luego, otro compañero me dice que "debo ser más humilde" en toda esta concepción y dejar que "el mundo ruede", que quienes realmente estarán conmigo se verán en su momento y que no debo "juzgar a todo un mundo" sólo por la decisión y postura de uno solo...

Incluso, me atreví a decir a mi esposa que, el día de mi muerte y en la capilla de velación, llegarán decenas de personas a ofrecerle condolencias... y ya comienzo a dudar de ello.

lunes, 20 de marzo de 2023

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Dentro de un fatídico sueño resultó que, al igual que otros dos quienes sufrimos la misma suerte, regresamos "con vida" para de alguna manera "despedirnos" de quienes más amamos.
Sólo fue por unos momentos según la narración imaginaria de Morfeo pero fue tal la emotividad del suceso que mi despertar se trocó en sumo sentimiento que me acompañó por todo el día.

Por otro lado, qué afán cotidiano de "tener qué cuidar" con candados y enseres de seguridad los implementos  adicionales de tu auto que, si bien no representan sino sólo su aspecto, eso no le quita la gana a los amantes de lo ajeno de querer poseerlos con el simple hecho de arrancarlos de tu vehículo.
No son pocas las casas habitación actualmente quienes cuentan con circuito cerrado de cámaras para poder tener al menos una borrosa imagen de los causantes de cualquier hecho delictivo en su domicilio o en las afueras de éste.

Ahora, nuestra "nueva normalidad" se siente "como antes" refiriéndome a sueldos obtenidos desde los lugares de trabajo que frecuentaba.  No ha habido un sustancial incremento sino sólo en uno de los mencionados.  Los otros arguyen la falta de comensales o el incremento de sus enseres e ingredientes.  La mano de obra sigue atada a lo que el patrón dicta y las prestaciones cada vez son menores... cosa por demás lamentable.

En otro ámbito, de pronto se sumaron tres quejas por parte de clientes hacia mi persona supuestamente por atención deficiente o desganada...
Si bien adoro proveer de información y compartir conocimiento con cualquiera que acude a la tienda donde laboro es por demás extraño que se hayan sumado tres inconformes en menos de un mes.
Ya sé que no soy monedita de oro, pero pareciera ser que "de que los hay, los hay - quienes ni levantándose con el pie derecho pueden tener un mejor día"... y no me refiero a mí, sino a aquellos quejosos que más que eso son intolerantes o los han tratado con besos, arrumacos, palabras bonitas y cariño tooooda su vida.


El año y calor apenas inicia y, si bien no me fijo demasiado en ello, supongo que más sorpresas llegarán.
Estaré agradecido por ello pues "quién quiere y desea que todo sea igual y sin cambio"?
Imposible!

jueves, 23 de febrero de 2023

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A pesar de seguir fuera del laberinto y saberme "seguro" en esta posición, ha sido entretenido el poder observar así a mi derredor con otra perspectiva, sin juicios, sólo siendo parte del entorno, de ese ir y venir cotidiano y de entender que aún formo parte del todo.

Y me entretengo observando el cómo las personas siguen estorbando y sin respetar la entrada y salida de los usuarios en el metro; ese convertirnos en robots que laboran por unos pocos pesos que sólo traen un momento de tranquilidad a cada necesidad cotidiana dentro del gasto familiar.

Me entretengo observando el movimiento de los mismos astros en nuestro cielo al atardecer y al caer la noche. El eclipse maravilloso que está por venir y ese prepararse de las personas de una nueva generación que comprenden que, eventos como éste, estará muy lejano en el transcurrir de los años como para dejarlo pasar sin disfrutarlo.

Me entretengo contando escalones en cada estación del tren en mis recorridos u observando a través de las ventanas en cada edificio que se encuentra frente a lo elevado de dicho tren intentando descubrir algo curioso o ilícito dentro.

Me entretengo entre acordes mientras, en dicho recorrer del diapasón, doy con la tonalidad correcta para interpretar el tema siguiente en cada presentación que ofrezco a sabiendas que sigo siendo sólo música de fondo sin que esto llegue a molestar.

Me entretengo aún sin entretención cuando la actividad laboral cesa por momentos, el celular se acalla y las opciones de distracción aminoran.  Por fortuna no padezco de algo severo o grave y ello da pie a seguir "seguro" en este observar.


Me entretengo con guitarra nueva mas no con temas nuevos; con recorridos similares mas no novedosos, con conversaciones redundantes y recurrentes mas no alimentadoras, con marquesinas conocidas que, al menos, éstas sí cambian constantemente y determinan que no debería ser menester humano el estar estancado tanto en actividad como en pensamiento.

miércoles, 18 de enero de 2023

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Qué recuerdo te visita en enero?
Algún viaje que quizá sucedió en noviembre donde disfrutaste más de lo esperado y donde por un momento al menos no te preocupaste de tu aspecto, de lo económico, del simple regreso a casa; ahí, donde no hubo destello alguno de discordia, de mal momento al lado de los tuyos...

Alguna discusión quizá ocurrida a fines del verano donde te jactaste de la jerarquía que poseías en ese instante frente a tu interlocutor que sólo vociferaba y manoteaba mientras tu calma parecía más la de un estero...

Qué sentimiento se apodera de ti en enero?
El mismo quizá que predominó en diciembre y que sigues sin concretar?  Aquel que te orillaba a desear estar más cerca físicamente de quien acompañaba tus días a raíz del frío?  Ese que sigues creyendo que es el motor que te mueve?

Un sentimiento quizá donde sólo lo amoroso inunda el derredor a pesar de estar frente a los compromisos de paga anuales...  Sentimiento que ya casi no reconoces como tuyo o que te orilla a desear saborearlo como antes...?

Qué pormenores visualizas en enero?
Te miras con mejores planes para lo venidero?  Desearás quizá que casi nada se modifique o por el contrario notarás que el cambio será inevitable en todo tu quehacer?  Seguirás al menos saliendo a caminar a horas de la tarde para observar los colores del ocaso?

Buscarás la manera de acompañarte al beber café por la tarde?  Intentarás sanar la queja sentimental de alguien cercano a la menor conjetura?  Seguirás lidiando con lo que no permite cejo o concluirás que es por demás y vivirás a pesar o por encima de ello?


Cuántos "eneros" más?
Cuánto más esperar para llevar a cabo eso, esto, aquello?  Cuántos más para entender la realidad y asirte al tren que viaja tan suave que apenas es perceptible y sobreviene a cada día?
Mira a tu derredor... intenta llenar los vacíos que, aunque creas que es poco lo que tienes para, observarás con cada mañana que con eso basta y sobra.