domingo, 19 de septiembre de 2021

 .

Ciertamente ya no soy el mismo que hace algunos buenos años.

Allá, cuando creía que podría gustar con mis escritos o mi música y, después del después, las letras que más he deseado fueran leídas han estado más que ausentes a los ojos de quienes importa y, mi música, ha terminado por gustar más a hombres que a mujeres en un porcentaje exageradamente elevado.

Ya no soy aquel que intenta soñar despierto. La vida misma se encargó de ponerme "en orden" con algunas ideas (no todas) y, otras, han seguido tropezando entre los demás que (como dicen muchos) deberían "buscarse su vida" y no fijarse demasiado en la de los demás.

Mi preocupación ha terminado por devastar lo ya preocupante, mi economía sencillamente se ha ido al traste y, aunque no falta para el alimento básico, sí, aquellos que dependen de mí, ya han tenido que tomar un viro más que apremiante para vida de mantenerse con vida... cosa que suma preocupación a lo ya preocupante.

Más cansado día a día de mensajes y/o frases de motivación, de otras con carácter meramente romántico o amoroso, de canciones dirigidas a quienes no entienden o no quieren escuchar, de posturas grupales que sólo orillan a la desgana y, en mi observar, prefiero dejar que todo se suscite.

Y es que "los buenos años" pareciera que ya no son para mí. Resulta más grato observar cómo la juventud impera, se mueve, gesta, sueña, añade, lucha, despierta...
Aquellos años, supongo, también fueron míos y los viví como maravilla al despertar, como precipitación al vacío en un buen sueño o cual viaje vertiginoso con la sonrisa a flor de.

Y es que ciertamente ya no soy el mismo que hace algunos mejores años...
Hoy "sólo son años" e intento, intento e intento sin lograr más nada... sumando más crítica, más caras molestas por alguno de mi proceder, frases negativas desde cualquier fuente mientras que, yo sólo pido, que se enfoquen, que no porten estupideces ni cosas negativas que los distraiga.


Llegará el momento en que pueda quizá escribir más sensato acerca mío, más coherente con la vida, más acorde con la necesidad del amor, con menos nostalgia o sin tanto resquemor hacia aquellos quienes me han señalado o he lastimado.

Llegará un momento... que, lamentablemente, tal vez no sea pronto.