domingo, 7 de diciembre de 2014

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Más fuera del dédalo no pude haberme sentido luego de tu llamada...
Más perdido en el tiempo que nunca, con la noticia un tanto fresca frente a ti pero con la consabida ignorancia del todo debido a tantos años que ya han transcurrido desde aquella última ocasión en que te vi.

Podrás haber adivinado que no recordé tu voz pues, la que realmente se quedó grabada en mí, fue una serie de risas que me llenaron de tristeza y amargura muchas veces en honor a tu recuerdo.
Las visuales eran sencillamente sonrisas, alguna mirada perdida y la forma maravillosa que poseía tu rostro en aquel entonces. Podría incluso creer que era tu lozanía más que nada.

Más fuera del dédalo no pude haberme sentido luego de tu llamada...
Más desconectado del mundo que nunca (tu mundo en este caso) pues, si bien es cierto que daba vuelta al globo terráqueo que poseo de vez en vez y descubría en él ese país que te acogió por tantos años, resulta por demás creer que estuve cercano a ti muy a pesar de la distancia.

Incluso, pude haber adivinado parte de tu devenir y maldije un tanto al reloj que me frenó en esa charla de "reconocimiento" que intentaba adentrarse mucho más a cada año pasado, a cierto sentimiento apagado o a cada canción en tu honor que, supongo, no supiste que existió.

Pude haber adivinado parte de tu desenlace pues, mis palabras lo dijeron en su momento, y existió un hombre que siempre quiso estar mucho más cercano a ti que nadie (aunque, pensándolo mejor, probablemente fuiste tú quien quiso que fuera así pues, si bien yo me acerqué en su momento, tus expectativas nos demostraron a algunos más y otros, que debía ser "a tu manera y a tu tiempo" y nada más... y, eso, será quizá algo que jamás podré decirte a la cara).
Dicho hombre pues, fue quien se "quedaría con el premio mayor": tu total compañía.

Supongo que fue en sí su tesón y/o empeño, su paciencia y su complejidad, su simple existir cercano a ti o su naturaleza que llenó parte esencial tuya y que sigue (desde que lo recuerdo) llenándote la boca cada que mencionas su nombre.
Mas, no pretendo que esto se torne o se malinterprete cual envidia, no, es sólo que prosigo con mi comentario al decir que pude haber adivinado parte de tu desenlace... la otra parte, justamente vendrá desde ti y se hará historia a través de tus palabras.


Y es que suman ya veintisiete o veintiocho años y...   si tan sólo te platicara lo que ha ocurrido en todo ese tiempo...!  La vida que se me ha ido de las manos o la cantidad de corazón que me ha sido arrebatado o que ha terminado un tanto marchito!

Es obvio que quedaré más que impactado con esa parte de tu historia que aún desconozco y que, muy en el fondo, algo me dice que no debo conocer (bien sea por ti o porque, de nueva cuenta, la lejanía volverá a hacer de las suyas entre tú y yo o porque sigues eligiendo a quién y en quién depositar gran parte de tu vida).

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