domingo, 14 de diciembre de 2014

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Estando fuera del laberinto decidí seguir siendo sólo observador desde cierta plataforma de las redes sociales que me ha dejado un tanto abrumado respecto al uso que cada uno de sus usuarios da a ella.

Así, desde mi ventana pude ver un poco más a detalle a aquel quien sólo se amarga, al que tiende a dar un reporte meteorológico cada mañana, al que se encierra y se omite de la sociedad en el momento más inoportuno, al que sólo habla de bendiciones celestiales o a quien convierte su presencia en dicha plataforma en un noticioso de su prole.

Hay quienes no se deciden en ser claros en sus publicaciones y sólo bifurcan el principal sentido de cada una de ellas y tienden a dejar nubes en quien los lee; o aquellos que sólo son ellos y nadie más que su círculo social y necesidad personal es tal que ni siquiera pueden mostrar al que realmente se es.
Qué decir de los pésimos redactores... los que siguen pensando que les cobrarán por excederse en caracteres al publicarlos.

Los naturistas, los engreídos, los que tienen chingomil amigos y que no contestan a nadie cuando se les notifica o escribe... los que se esconden tras nombres falsos o que carecen de vida personal (aunque ahí pareciera que son más populares que muchos de nosotros).
Los beatos que no ejercen eclesiásticamente o que sólo envían cadenas imposibles para muchos o ellos mismos las crean al redactar pésimos textos trillados sobre una cierta imagen con colores bonitos.

Los "cronólogos", las felicitaciones cumpleañeras inundan la red con cada día. Los que detallan cada uno de sus movimientos conforme caminan, comen o publican lo que harán un minuto después (aunque a nadie le importe).
Hipócritas, mentirosos, falsos, cobardes, desviados, informantes, necesitados de amor, engañosos, anunciantes y un sin fin de adjetivos que me detallan lo que es en sí la diversidad humana y que tiende a revolcarse entre sí cada día en nuestras ocupaciones cotidianas.


Habrá alguien que también tenga su opinión acerca de quienes sólo nos mantenemos expectantes.

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