sábado, 31 de mayo de 2014

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Fuera del dédalo también puedo extrañarte, desearte como nunca antes o simplemente apreciar tu belleza.
Decirle al viento con una simple sonrisa que estoy tranquilo disfrutando de los quehaceres cotidianos o de mi trabajo pues, gracias a mi estatus, es que puedo optar por esta postura benevolente.

Sí, fuera del laberinto también puedo molestarme... pero ya no suele ser con la intensidad de antes o con el recelo engañoso y perjuicioso que sólo demacraba mi semblante. No sé si se lo deba a los años o al saberme con la vida resuelta aún estando en solitario.

Fuera del dédalo observo a la parca en televisión que ha visitado a otros, que ha socorrido a unos tantos más y se sigue manteniendo lejos de mi círculo... Cuando ocurra su visita "estaré informando desde esta única plataforma".

Fuera, sigo fuera y a pesar de ello pareciera que estoy dentro, dentro de un círculo donde el interior parece el exterior y viceversa... Un sentimiento nace con cada día a pesar de la cotidianeidad y el ver crecer a mis hijos me conmueve, me llena y me aferra a seguir aquí.


Sí, no es necesario a veces el tener qué mencionarte, sabiendo tú de antemano que todo es debido a ti.

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