martes, 4 de junio de 2013

.

Tras cierto recorrido en auto o en bicicleta, mi observar del derredor se acentúa conforme encuentro personas tanto en su auto como por la calle.

Dicho observar a detalle tiende a volcarse mucho más sobre el sexo femenino: su manera de vestir, su característica al andar, el dejo de su probable fragancia tras su paso, su semblante o quizá algún detalle que realce su presencia en dicho derredor.

Y no termino por entenderlo del todo cuando recapacito en ese deseo en ellas de sobresalir de las demás, de mostrarse más joviales, más atractivas o sensuales... la pregunta es "para qué"... y es que aún me provoca desgaste esta actitud o manera de ser cuando ellas no terminan de comprender quizá que todo esto se vuelca directo al líbido masculino de quien se encuentre cerca.

No, no es mi caso en un porcentaje elevado. La vida me ha enseñado a reservar la postura y/o comentarios ante cualquier eventualidad de ese tipo y, sin embargo, no puedo pasarlo por alto... sigo tratando de entenderlo y asimilarlo sin que deba entorpecer más mi razón.

No me recuerdo si hace tiempo ya me di a la tarea de comentar al respecto y, al saberme hombre, qué ganas entonces de ser mujer y poder "entrar a esa competencia" y, todavía mejor aún, poder comprender del todo este comportamiento masivo que nos abruma un tanto en estos años.
Luego me recuerdo de esa frase que en ocasiones suena un tanto absurda y que reza: no hay que comprenderlas... solamente amarlas.



Supongo que seguiré observando este acontecer femenino en mi entorno, en mi lar y en cada sitio que visite pues, de cierto es, que no puede pasar desapercibido ante mis masculinos ojos mas, por otro lado, les podría decir que existen "otros detalles" (que no son físicos propiamente) que saltan más y llaman poderosamente mi atención cuando observo a detalle la presencia de una fémina cercana a mí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario