jueves, 13 de octubre de 2011

.

No me preguntes qué es estar fuera del dédalo...
Las tardes cobran un significado diferente, frío en ocasiones, sin una razón coherente y, aquellos quienes siguen inmerso en él, van de un lado a otro sin percatarse quizá de su girar y girar en cierto "círculo perfecto" (determinando así su "propia perfección") mientras que, yo, simplemente observo.

Aquellos quienes me han preguntado qué es estar fuera del dédalo han obtenido ligera respuesta o absurda con probabilidad pues, no han terminado por comprender del ciclo que termina aquí y principia aquí mismo pues, su espectro de vida y, probablemente de razón, no les brinda la comprensión necesaria aún como para dilucidarlo.

No me preguntes qué es estar fuera del dédalo...
No pienso responderte con más preguntas o con simples comentarios que no darán pie alguno a la reflexión... preferiré simplemente que observes a la par mía que, si bien eres tú quien aún se encuentra inmersa en el laberinto, sí puedes detenerte y analizar en el brillo de mi mirada cada destello que desde ella asoma, cada sonrisa o mueca que en mi boca se dibuja y cada dolor que he venido arrastrando hasta hoy que, intuyes, todo podría terminar.

Aquellos quienes me han preguntado acerca de lo aprendido inmerso en el dédalo han tenido sólo una respuesta ligera, concreta pues, no creo, que nadie sea capáz de aprender en cabeza o en cuerpo ajeno y deberán ser ellos mismos quienes se adentren en lo más escabroso del suyo o, por qué no, de este mismo del cual yo he salido (sólo para caminar paralelo a él y observar) y puedan comprenderme mejor.

No me preguntes qué es estar fuera del dédalo...
Pues ha sido en este andar a la par de él que he abierto mucho más mi espectro humano, mi integridad como ser de amor y, si supones que no es hacia ti, sencillamente te equivocas...

No me preguntes qué es estar fuera del dédalo... al tú hacerme esa pregunta, sencillamente adivino que sigues inmersa en él y que no terminarás por soltarlo, por liberarte, por querer sacar lo mejor de ti y para un bien general, para tu salud, para tu entereza...

¿Supones acaso que lo único que debes hacer es "brincar el muro"?
Permite que ría un poco...


Es mucho más que sólo eso.

No me preguntes qué es estar fuera del dédalo... a ti no pienso responderte, pues es más poderoso lo evidente, lo que tienes frente a tus ojos y que sencillamente no deseas ver... que es más poderoso y precioso lo que escuchas y que, sencillamente no deseas escuchar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario