jueves, 23 de febrero de 2012

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De pronto, puedo entender que a pesar de estar paralelo al laberinto, poseo una especie de "espejo" de dicho dédalo... y vuelvo a enrolarme, a sentir que viro aquí y allá y, aunque no es con la misma intensidad que antes, suele darme una que otra sorpresa este andar sin rumbo aparente.

...que, algunas situaciones que yo creí no poder superar, sencillamente se han visto más que en mi pasado y entendí también con ello que "voy caminando", que ciertamente existe ese "rumbo" del cual comento y que, sin duda, me llevará a algún destino.

Sin embargo, he aprendido a identificar o a revelar con cierta facilidad frente a mí a esos sentimientos que solían burlarse de mis viros, los que solían atravesar mi garganta y oprimir mi corazón; y casi todos ellos han sido en escencia los que me han mostrado "el espejo" del cual hablo.

Resulta lamentable el que mi intuición juegue más que mi certeza a descifrar otros tantos rubros o menesteres, que la duda predomine (al menos en estos días), que se enfrasque en tristeza alguno de esos pasos que he podido identificar a lo largo de este extraño y nuevo recorrido y, pronta y lamentablemente, termino por bloquear la felicidad que debe predominar en mi ser...


Ojalá y no termine "más mal del como empecé", más callado, más humillado, más confundido y, tú, más triunfante, más incapaz de poder dar felicidad, menos tolerante y con la plena certeza ambos de que vamos por el mismo "empedrado" rebotando e hiriéndonos más sin percatarnos del todo.

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