sábado, 25 de abril de 2015

.

El texto decía: Cuando sientas que caes mal a alguien sin razón alguna, dale una buena causa para que ello se afirme en dicha persona.

Y es que no ha sido una vez en que, por causas aparentemente ajenas o extrañas, el rostro de aquel o aquella se muestra incómodo con mi presencia cuando, según yo, no hay razón alguna para eso.
Lo viví alguna vez al ser sincero, lo confirmé cuando le hice ver la verdad de las cosas a otra, una más cuando cambié de parecer respecto a algo o algún sentimiento y así con otros menesteres.

Mas, qué se puede pensar y/o creer cuando, en tu "fan-page" en Facebook te aparece una serie de mensajes diciéndote "te odio", "ojalá nunca te hubiera conocido" y un tercero más que rezaba "por tu culpa ya no quiere nada conmigo"...
Mi primer gesto se hizo notar y se reflejó de inmediato en mi estómago y me distrajo toda esa noche mientras desempeñaba mi trabajo.

No fue sino algunas horas después en que pude cerciorarme de dónde provenían los mensajes y supe entonces que todo fue un error. El hecho de que mi nombre sea Eduardo Ulloa no significa que sólo exista yo en el mundo con dicho nombre. Más de dos decenas existen ya en dicha red social e, incluso, existe uno o dos más con mi apellido materno también haciendo de todo esto una de las razones más propias para posibles o probables confusiones.

Y es que en verdad no he hecho nada en meses para dar pie a envidias, malos ratos o para simplemente caer mal a alguien y, si bien me gustó aquella frase que mencioné en inicio, no es mi estilo el seguir al pie ni esa ni otra sentencia que me orille a caer mal o a "superar" lo aparentemente insuperable en lo que a lo mundano o sentimental refiere.
Considero que, a mis años, ya es difícil que algo me haga cambiar o me defina más en rubros o aristas propios de la ola o mar que representa tanto una red social como la vida misma.


Más me mueve el seguir impulsando buenos sentimientos, seguir proponiendo la música y conservar lo poco que tengo en el ámbito laboral, sentimental y familiar... y, aunque no niego que me provocó cierto escozor dichos mensajes, supongo que fue sencillamente porque no suelo dar pie (al menos no intencionalmente) a desear caer mal a alguien o a ser en esencia una persona que naturalmente provoca odio con el simple hecho de mostrarse.

Lo lamento mi estimada Javi Vasquez (Chile)... no soy yo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario