martes, 27 de enero de 2015

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Sé que en ocasiones, estando fuera del dédalo, intento guardar un poco más las emociones para, luego de disfrutarlas y darles su cauce, compartirlas aquí con el más vívido deseo de contagiarles y de que compartan conmigo esa pequeña ventana que describo de mi vida.

Mas, sin embargo, muchas veces he creído que mi vida en sí no representa gran cosa ni para el medio y mucho menos para el mundo entero; mi trabajo musical se resume a unos pocos logros y mi vida entera gira entorno a la familia mucho más en este tiempo que en el pasado.

Entonces, qué resultaría si para tus hijos sólo eres un monigote sin jerarquía?  Sin voz de mando? ...con rumbo más que incierto y, lo que es peor, sin esos planes y/o proyectos ambiciosos a largo o mediano plazo?

Qué resulta de todo este "experimento de vida" que concluye con una discusión absurda entre padre e hijo?
De qué sirve entonces tanto, tanto y todo aquel pasado donde las muestras de afecto y cuidado se manifestaron y "terminaron de alguna forma" más que bifurcadas y revertidas en sendas posturas mediocres donde de ninguna manera predomina el silencio y la ecuanimidad para aminorar cualquier daño posterior?

Cuál es entonces, me pregunto hoy, el real sentido, valor y educación que debe otorgarle uno a sus hijos si llegan a esa edad donde te pierden el respeto, donde no comprenden el papel que cada uno en la familia representa y donde se malentiende cada haz de luz que se desprende de su prisma...

Por qué se debe siempre pagar con lágrimas, dolor abdominal, diarrea o ayuno...  O es que "sólo el sillón" entiende del por qué de su uso toda la madrugada?  ...o él también termina por no entender...


Sé que en ocasiones, siguiendo fuera del dédalo, intento guardar un poco más las emociones para, luego de disfrutarlas y darles su cauce, compartirlas aquí con el más vívido deseo de contagiarles y de que compartan conmigo esa pequeña ventana que describo de mi vida...

...lástima que esta vez no pude.

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