domingo, 17 de julio de 2022

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Resulta por demás extraordinario el cómo es que un simple aroma me traslada hasta treinta y siete años atrás en el tiempo (y un poco más en ocasiones).

Y es que es de asombrarse el cómo hasta una lágrima puede llegar acompañada de dicho recuerdo donde, mi mayor anhelo, mi más grande sueño y mi deseo más vehemente lo fue aquella mujer que me desdeñó en totalidad y que sólo pude tenerla a través de su boca en dos o tres ocasiones...
Cómo fue posible entonces que ni siquiera mi nombre cupiera en su lenguaje pues, la única vez que lo nombró teniéndola cerca, la gloria entera corrió por mis venas.

Entonces trataba de comprender al amor, ese deslumbrarme por una mujer a primera vista, el no cejar en el empeño hasta lograr cierto cometido, cometido, que terminó siendo pisoteado y poco valorado...
Después de ello no quise saber nada de lo amoroso y mi guitarra fue fiel refugio con sus notas tristes y acordes melancólicos... qué decir de mi llanto; ese profundo llanto que ella jamás vio o le importó tan sólo un poco.

Luego, creer que ella hizo lo correcto conmigo: no terminar por enamorarse o alargar lo nuestro.
Sospecho, que todo fue porque ni siquiera poseía arma alguna para luchar por ella como otros lo hicieron y la consiguieron en muy breves días... Yo sólo sufría y sufría y quizá mi dolor nunca me permitió pelear ante los demás que, cuales lobos, deseaban tenerla consigo y poseerla.

En ocasiones he podido mirar "su reflejo" en alguna que otra mujer andando por la calle, pasando cerca del plantel educativo donde le conocí y le acompañaba dentro de un aula... pero es siempre ese aroma más poderoso que todo... esa fragancia que caté desde su piel aquellas breves tardes o mientras sollozaba a su lado la última en que me dijo adiós.


Y vuelve a ser extraño que otra lágrima quiere asomar este instante en mis ojos mientras escribo pues, es inverosímil que, a treinta y siete años, su recuerdo me haya acompañado mientras recorría el trayecto a mi empleo... pues no, no era ésta o aquella mujer a bordo del tren, sino un breve instante de su aroma que terminó desvaneciéndose en el viento esta mañana.

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