domingo, 23 de julio de 2017

.

...y sigo observando desde fuera del dédalo.
Aquellos que sueñan con el matrimonio perfecto; que desdeñan oportunidades por mantenerse al lado del otro sin saber que, pasados los años, verán con tristeza que el cerco se cae o es derrumbado por aquel que se creía férreo e inamovible.

Aquellos quienes siguen soñando en que "se logrará" a pesar de haber sufrido una u otra decepción con la misma persona, que insisten sin imaginar siquiera que siguen perdiendo su valioso tiempo y hacen perder el de aquel...

Aquellos quienes consideran que, sin compromiso, es "más fácil" y corren menos riesgo de decepción cuando, les llegará su momento, en que se decepcionen por igual o mayormente aún sin tener papeles legales de por medio o el haber estado frente a un altar jurándose amor eterno.

Aquellos otros que se sugieran viajes, regalos ostentosos, detalles que terminarán siendo fútiles dados los fundamentos vagos que sostienen su relación... o peor aún, destrozando su economía creyendo que "no existe interés económico alguno" de parte de su cónyuge cuando, sabemos, todos deseamos estabilidad monetaria.

Aquellos más quienes siguen soñando el "formar parte" a sabiendas que jamás estarán ni en el último de los contratos, que sólo son "reservados para un poco de esparcimiento" o que definitivamente provocan hasta náuseas a la contraparte su sola presencia.

Aquellos quienes no entienden el natural paso de los años y desean "apariencia joven eterna"... qué más valor que portar orgulloso ese montón de arrugas y/o canas y saberse íntegro, pleno, vivido, con gran corazón aún y con experiencia para compartir o presumir.


...sigo observando desde fuera del laberinto... me reconozco así, lo vivo, lo palpo, me muevo, cito, comulgo, deduzco y concreto en que no habrá más dédalo para mí; que prefiero seguir observando y sólo sonreír ante lo falaz que dibujan o muestran muchas de las personas y parejas que ante mi mirada cruzan.

...a pesar de yo mismo cruzar ante la mirada de otros quienes me ven y también sonríen.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario