lunes, 9 de noviembre de 2015

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Definitivamente nadie lo sabe, nadie conoce ese momento en que todo se troca, en que todo cambiará debido a nuestra edad y a la cantidad de demencias o daños que le habremos causado a nuestro cuerpo para entonces.

A todos nos gusta permanecer o parecer jóvenes y sólo nos es conveniente parecer viejos cuando se trata de dar algún consejo o cuando resulta sumamente necesario para no "revolvernos" entre tanto estúpido que vaga por la vida sin fundamento o con la poca sapiencia que presumimos tener debido a la edad.

Alguien me dijo por ejemplo uno de estos días que qué tipo de tinte utilizaba en mi cabello para teñir mis canas... "No uso tintes", respondí, y me llevé una frase y ademán de incredulidad que jamás esperé. Vaya, no necesito cubrir mi edad con pinturas en mi cabeza y, las pocas canas que poseo ahora, se irán multiplicando severamente en cualquier momento... cosa, que no me preocupa.

En otra ocasión me comentó un conocido que "los músicos de reproducen más que los establecimientos idóneos para tocar", refiriéndose a mi inestabilidad laboral y a la falta de... Qué razón! Mas, cuán decepcionante resulta el conocer a esos "nuevos valores musicales" que se atrincheran fuera de un establecimiento y buscan la labor por mucho menos que "lo establecido" por quienes sí tenemos necesidad y sólo nos dedicamos a la música.

Si ideología juvenil y osadía les cobrará su mismo precio con el paso de los años... mas no lo sabrán sino hasta que se miren en la propia necesidad.

Personas cercanas a mí se muestran con el deseo de parecer jóvenes asistiendo a lugares propios de adolescentes, al antro o terminando en un aula escolar debido a su deseo por continuar lo truncado años atrás... qué difícil se torna el todo después de tanto y, es justo ahí, en que algunos caen en fuerte decepción o en el deseo de regresar a ese pasado añorado.

Qué adulto no prefiere (me han dicho otros) una pareja de menor, mucho menor edad que la suya?
Es acaso una moda? Una inevitable situación con el paso de los años? Es sólo el deseo por tener una piel lozana entre las manos y que se torne besable para nuestra boca?


Muchas otras situaciones no las entiendo y, justo en estos días que mamá ha caído muy enferma, veo lo irremediable e inevitable del resultado que es el vivir en este mundo, el desgaste plasmado en nuestros males y, pocos, muy pocos, se detienen a pensar en la madurez adquirida, en que se es poseedor del mejor de los consejos, en que se tiene un mejor sazón y que, cada silencio y sonrisa, encierra mucho más que toda una vida.

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