jueves, 18 de junio de 2015

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Hoy, entre rupturas, decesos, treguas, espacios, lágrimas, regaños y otros enseres propios del vivir.

Hoy, aún sin dédalo, sin la esencia que podría hacerme volar y erradicar mucho de lo que siento arraigado y que no me permite desenvolverme con la soltura que desearía.
Aún sin fundamento respecto a lo vivido y sintiendo que el entorno está igual; que somos simples marionetas de la vida y, en el "querer dotarnos de cordura", terminamos destruyendo aún más lo poco construído.

Hoy, colmado de crudez, de detalles que no dicen mucho a los demás aún a sabiendas que salieron del corazón.
Colmado de frases que el mismo derredor te brinda y que te orillan sólo a desmentir, a llorar, a maldecir un poco y a recapacitar sin llegar a la determinación deseada.

Hoy, un día más en soledad, en las afueras de lo que bien puede ser un laberinto virtual y que, seguramente, me ha tenido atrapado sin darme cuenta creyendo que estaba sólo fuera de él.
Abrir y cerrar los ojos como tratando de saberme en un sueño, uno de esos que no son "bien recibidos" y del que indiscutiblemente se debe despertar.

Hoy, donde otros pequeños seres se acercan a brindarme su mundo incondicional, que fungen como duendes y mediadores de la cruda realidad y que a la vez hacen ver a estas letras como simples grafías que no dicen nada en absoluto.
Donde otros sencillamente opinan sin tener la gana, la experiencia o ejemplo para hacerlo y, los que sí, sencillamente callan y dejan que todo suceda.

Tanto hoy, como ayer, tienen que ver para mi mañana. Mis sueños o pesadillas deberán encontrar un mejor nido y, mientras se siga gestando la música, habrá esa condición que me aclare el camino en cualquiera de los laberintos que esté pisando... aún creyendo que sigo fuera de.


Tanto tú como yo tendremos esta vez (y como tantas otras) agarrado al destino por sus recovecos e intentaremos hacerlo virar a nuestro favor... aunque sea por separado.

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