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...llegará el momento en que no existirá la incertidumbre entre nosotros.
Que bien sabido es ya para ambos que nuestra postura resulta inamovible; que ha permanecido estática desde hace ya algunos años y que no habrá modificación alguna para un nuevo intento o para discernir lo ya repetido.
El silencio será más que cómplice...
...llegará el momento en que deje de simbolizar algo en nosotros la luna.
Que bien sabido es ya para ambos que simbolizó cierto renacer, cierta intimidad o cierto crepúsculo a la intimidad o al descanso y se convertirá en sólo el satélite natural terrestre que es.
La luz que emana desde ella será más que cómplice...
...llegará el momento en que el mar será sólo eso para nosotros.
Que bien sabido tendremos ambos que sí se tornó en el más celoso, en el más grandioso, en la belleza extrema ante nuestros ojos y que también supo interceder íntimamente alguna noche o ciertos días colmados de atisbos de comprensión y complicidad.
El rugir de su oleaje será más que cómplice...
...llegará el momento en que el atardecer deje de impregnar color a nuestros ojos.
Que bien sabido tendremos ambos lo que fueron esos inicios, esos recorridos y todos esos días que fenecieron junto a nuestro idilio, a nuestro deseo de conocer, de sanar, de interceder en cada dolor o en vaticinio del día venidero.
Su fulgor tenue característico será más que cómplice...
...llegará el momento en que la noche deje de ser la nota de nuestra canción.
Que bien sabido tendremos el haber cantado justo a dúo, al unísono y tratando de alcanzar las notas de amor necesarias para seguir susurrando melodías en cada recorrido, con cada amanecer, tras cada crepúsculo, frente al mar, a solas, mirando la luna o repasando minutos de felicidad.
La oscuridad será nuestra cómplice sin temor a equívoco...
...llegará el momento en que nuestro sueño deje de ser sólo eso.
Pues bien sabido tenemos ambos que llegará el despertar inevitable y la soledad nos invadirá hasta hacernos volver a aquellos otros que poseíamos y que hoy son sólo recuerdos...
La vida misma será cómplice el resto que nos quede.
domingo, 23 de marzo de 2025
miércoles, 26 de febrero de 2025
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Y esto es a lo que muchos llaman "vida"? Y me refiero a la actividad rutinaria y cotidiana que nos convierten en sólo entes trabajadoras que van y vienen semana a semana, mes a mes, año tras año...
Pronto cumpliré mis 58, y recuerdo bien este número como algo representativo de mi infancia, cuando aún no sabía lo que haría con mi ser en cualquier aspecto... y fue entonces que intentaba descubrirme y descubrir cada detalle que me formaría y diría quién y qué soy actualmente.
Y podríamos decir que, actualmente, no existe "gran cosa más por conocer, por sentir o experimentar".
Es extraño ver cómo las personas se aferran a la vida cuando, prácticamente, ya lo han visto casi todo, ya han sentido casi todo y sólo observan el desenvolvimiento de la prole o de los más allegados amorosa, amistosa o filialmente.
En lo personal, descubrí desde temprana edad lo que era padecer por una mujer, el cómo el estudio se iba filtrando en el quehacer y representar así una actividad que me orillaría a ser quien soy profesionalmente hablando. En este mismo colmarme de estudio conocí muchas de las mieles que ofrece el romance y el sexo. Las amistades sólo jugaban un papel secundario (muy secundario) pues mirando su actuar y estar cercanas a mí fue sencillamente que conocí también el no desear ser o estar en "los zapatos" de alguno de ellos.
A mi temprana edad el extrañar se filtró recio en mi sentir, algo de deporte compartió muchos de mis días y sí, también llegué a ser cuan vago se pudo acompañado por este o aquel quien no sólo instruía mis días, sino que a la vez me dictaba con cada actuar que no era ese mi futuro a largo plazo.
En cada uno de los viajes entendí el quehacer en otras latitudes y las costumbres de quienes habitaban ciertos lugares mostrándome así lo que desearía para mi futuro. Llegué a amar a mi país, a apreciar su cultura y arte, su gente y a la vez crecía acompañado de la caja idiota que nos dictaba una manera quizá absurda de ver la vida o de al menos hacernos perder las horas frente a ella. Con todos mis años, los cambios drásticos y vertiginosos de la tecnología.
De manera obvia, la música! Tanto en la radio como en mi propia interpretación a la guitarra... más allá, mi pasión volcada en ese arte que aún me sostiene en todo ámbito y me refuerza semana a semana, día a día, hora tras hora.
Cada una de las mujeres que acompañaron en su época mis meses lograron depositar en mi alma el conocimiento amoroso, la desdicha, la inconsistencia, el celo, el nerviosismo, el deseo acérrimo hacia la piel u otras partes específicas del cuerpo femenino. Conocí el desvarío, la intimidad, la inmoralidad, la sensualidad, la complicidad, la fidelidad, la maravilla del amanecer estando acompañado, lo perfecto de la desnudez, la soledad e innumerables placeres y adjetivos que me resultaría imposible describir en totalidad aquí... Y gracias a una de ellas, qué decir del convertirme en padre de familia!
(Sí, ella, la que más... el amor más grande que pude haber vivido, la palabra con mayúsculas al igual que su nombre. El sentirme pleno en todo ámbito, todo! Mi musa entera. La única que ha conseguido resumir mis días y entender que nada me falta por vivir. La que luchó a mi lado para conseguir todo lo material deseable económicamente hablando y que tiene aún quizá las mismas llagas que yo y las ganas de continuar mirando crecer a otros, casi, sin pensar en sí misma... Me llevaría horas escribir y describir tanto y tanto).
Y entonces vuelve la pregunta: para qué seguir despertando en el día a día "si ya todo está consumado"?
Cuando la vida ya se consumió en ser un gasto constante, un trabajo incesante, una lucha perenne, una repetida actividad que ya no va hacia ninguna parte.
No se supone que esto, lo actual, es lo que es en sí el motivo de vivir... No le encuentro sino sólo trazar el camino a las nuevas generaciones. Destino? Qué destino? Calidad de vida? Qué calidad?
Recompensas... las tuve en su momento. Esas ya las viví.
Pasado? Mucho y en exceso... futuro?
lunes, 20 de enero de 2025
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Atrás, quizá muy atrás en el tiempo, quedó aquel sentimiento de conformidad y bienestar recorriendo una calle, sintiendo el viento y el calor tenue del sol que, gratificante, asoma en tiempos invernales para tibiar el entorno... sentimiento que, por rareza, volvió a anidar en mi ser haciéndome sentir vivo.
Atrás, quizá muy atrás en el tiempo, quedó ese disfrutar de tu piel, de tu silencio, de la tibieza de tu regazo o la sonrisa cómplice.
Ahora, y gracias a algunas pocas imágenes que aún poseo, es que difusamente se anida en mi recuerdo y me recuerdan vivo en un pasado.
Atrás, quizá muy atrás en el tiempo, quedó ese acompañarte con lo extraño de tus preguntas, con lo sencillo que era jugar, con la manía de "meter mano" a cuanto descubría en la red o cuanto se gestaba en el seno... Y hoy día es mejor al mostrarse en ti la gana de tragarte al mundo, el afán de saberte con vida y transmitirme dicha vida con el simple hecho de estar a mi lado.
Atrás, quizá muy atrás en el tiempo, quedó esa gana por arrebatar un pensamiento, una lágrima (por qué no) o un simple recuerdo en lo que mi guitarra sonaba y acompañaba cada noche a quienes asistían al café, a la tertulia o al simple "matar" la noche de un martes... Dicha gana ya no está mas, cuando se presenta silente o extrañamente, me vuelven a mantener vivo.
Atrás, quizá muy atrás en el tiempo, se ha dejado de mostrar afanoso el día, hacerse consecutivo a la labor gustosa, a desear el fin del día para buscar una vez más la compañía filial o la simple gana de estar acompañado... Y, a pesar de estar todo ello "lejano en el tiempo", el simple hecho de saberme aún vivo no descarta la posibilidad de un nuevo encuentro.
Atrás, quizá muy atrás en el tiempo y desde entonces, es que me sé con vida, sin pretensiones más, sin grandes metas a conseguir, sin ese afán por gustar o allanar algún nuevo corazón... sabiendo de la existencia del sol, del atardecer, del viento, la noche, del amanecer o del amor.
La misma vida me sabe vivo y yo simplemente vivo con la vida.