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Ya en alguna ocasión me había puesto a recapacitar en ello y aún no termino por descifrarlo pues, quiero creer, que el tema en sí es algo más que subjetivo o algo más que indescifrable.
Por otra parte, a mi edad, ya no resulta tan sencillo "hacer las paces" con mi manera férrea de pensar pues, gran parte de ella, se ha venido abajo con el paso de los años.
El tema: la mujer.
Cómo es que "debe ser" en esencia, en porte, en garbo, en conjunción con la salud o la luna; qué tipo de perfil debe llenar, su tiple de voz, su gana de luchar, su interés por ciertos tópicos, el cuidar de sí, de su medio social o de sus cercanos.
Qué educación tiene; cuán "perfecta" pretende ser, qué tan romántica, qué tanto valora su todo o qué tanto le afecta el decir o hablar de los demás entorno suyo para bien o para mal.
No pretendo con este texto descifrar el modelo femenino de mi gusto pues, las mujeres que he conocido "me han bastado" para colocar en mi razón un buen mosaico desde donde se desprende mi recapacitar, mi "evaluación" o mi juicio (estúpidamente denominado así).
Las mujeres que han marcado mi vida han sabido hacerlo a su manera... me han encontrado cada lado o arista de mi ser, de mi profesión y de mi sexualidad y ya no sé si deseo a alguien más que acompañe mis últimos días pues, a mi edad, "las cosas surgen por milagro y ya está algo gastado el diario".
Lo absurdo de lo repetitivo que suelo ser no creo sea de atracción para nadie... por ejemplo.
Y entonces, ese recapacitar en ellas, ese redescubrirlas basado en mi experiencia o intentar siquiera "elegir" ya no aplica para mí, pues primero me autoevalúo y todo se desvía para terminar en dicho autoanálisis sin poder llegar a algo concreto.
Siempre terminan ellas por ganar.
Y es que, cuando hablo de "ellas" sí, me refiero a cada mujer con la que topo en trayectos, en el transporte público, en mi trabajo o en la calle con el simple andar... desde ahí, me "rebota" al recuerdo cada uno de sus aromas y termino colocando un gesto en mi semblante.
Lo demás podría terminar en un simple suspiro anhelante o sencillamente continuar mi camino sin esbozo alguno.
Termino por sólo amar la gama que la vida ofrece, cada frase que me rebota en la mente al presenciar alguna escena y maravillarme con esa vastedad que anida mis recuerdos para sólo sonreír o llorar según sea el caso.
sábado, 20 de septiembre de 2025
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