lunes, 21 de noviembre de 2022

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En verdad, no recuerdo haber sido así en mis años mozos...
No recuerdo haber usado lugares reservados para adultos o discapacitados "sólo por el simple hecho de hacerlo" o porque "me vale siete chingadas el hacerlo"... y lo sigo viendo día a día aún en estas fechas, en estos años.

No recuerdo haber fumado a bordo de un camión de pasajeros a sabiendas que es de lo más incómodo para los no fumadores... No me recuerdo "violando esa norma"... (claro está, cuando era permitido aún).
No me recuerdo ocupando dos lugares en los estrechos asientos de un transporte público sin importar que personas "cansadas", mujeres o ancianos estén cerca del "asiento disponible"...
No entiendo el cómo es que sigo viéndolo cuando viajo en tren urbano.

No me recuerdo provocando riñas en el tiempo que estuve en algún plantel escolar, destruyendo el mobiliario o dañando la reputación de algún compañero o faltando el respeto a algún profesor.
Es increíble la cantidad de "bulling" que hoy se manifiesta y, sí... hice algunas vagancias (como quemar chiles secos en el aula o usar mi butaca como batería acústica pero no al grado de llegar a destruirla).

Me recuerdo en alguna reunión con familiares o amigos conviviendo... no sumergido en un aparato celular que me controla en totalidad mis horas despierto y, cuando acudía a recitales o conciertos, lo hice siempre con el gran afán de disfrutarlo y que "el ingeniero de audio o el indicado" se encargara de grabar el evento...

Es tan lamentable saber que, ni siquiera "teniendo el mundo de la información en sus manos" vía teléfono inteligente, puedan llegar a saber el por qué de una manifestación en la ciudad o el cierre de algunas calles debido a obras o situaciones por contingencias.
Es extremadamente lamentable el mirarlos sumamente inmersos en las redes sociales y enterarse sólo de banalidades, de información falsa o estúpidos retos cuando, en el exterior, la vida se gesta! el mundo se mueve!

Nunca me supe prepotente, indiferente, soez, ofensivo, desinteresado en lo común, anti humano, ruidoso con los vehículos que poseí, acaparador de recursos naturales escasos, misógino, agresivo, "gandalla" o un sin fin de actitudes más que, por desventura y con tristeza, observo en estos días mientras me traslado de casa al trabajo y viceversa.


Si bien mis hijos piensan que soy un arcaico y que mis ideales "ya no aplican" a la actualidad mas, sostengo, que se equivocan en casi la totalidad de su percepción... y es que, en lo personal, nunca critiqué a mis padres así o los señalé de "dinosaurios" (como mi hija lo hace conmigo y su madre) y "no entiendo" de dónde es que pescan esa ideología, de dónde es que se "creen mejores" para sobrellevar la peripecias mundanas o de plano creerán que la tecnología es sólo para ellos y no para "quienes ya vamos de salida de este mundo"...

No tengo la menor idea de "a dónde vamos a parar" como humanidad donde, al parecer, nada ha cambiado sustancialmente pues quizá sólo se había mantenido "oculta" en cierta forma y asoma hoy a la luz la tanta mierda que antes no solía por la ausencia del Internet y las redes sociales.
Diría un amigo: "es triste la tristeza..."

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