jueves, 28 de septiembre de 2017

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Sólo es cuestión de cerrar los ojos por un momento para que regresen las imágenes al recuerdo, para poder ver aún así el sufrimiento y padecer de muchos...
Para entender que hoy tienes poco y en segundos ni siquiera un grumo.

Sólo es cuestión de cerrar los ojos un instante para volver a sentir la lágrima que escapa acompañada por el dolor solidario... ese que tu propio instinto posee y que no puedes erradicar por menos que desees no cerrar una vez más esa ventana a la luz.

Sólo es cuestión de cerrar los ojos por un momento para que duelan los niños, los jóvenes, los ancianos, los no conocidos que están allá y que, a pesar del todo, aceptan con enorme valor el laberinto que tienen frente suyo colmado de ruinas.

Sólo es cuestión de cerrar un momento los ojos para repetir un diecinueve de septiembre colmado de desgracia, de polvo, de escombros, de decenas de ulular de sirenas y de volver a encontrar en las calles a un sólo corazón en miles de personas.

Sólo es cuestión de cerrar los ojos por un instante para volver a sentir lo frío de la lluvia que llora con nosotros, que lava un poco la sangre y la impregna en este hermoso país que habito y que muchos más miran con respeto, reverencia y admiración...


Sólo es cuestión de cerrar los ojos un breve momento para que surja desde alguno de ellos la lágrima colmada de tristeza... el problema es que mis ojos ya confunden el cerrarse por un instante a su simple parpadear...

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