domingo, 20 de febrero de 2022

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Muchas, muchas veces sólo llegué a necesitar tan sólo esa mirada tuya para entablar una lasciva conversación silenciosa...
Ahora, ya podría ser "riesgoso" el poder siquiera mirar a una mujer en el metro o en el transporte público que pueda despertar sensualmente algo.

Algunas más, requerí de observar a detalle tus pies calzados en hermosas zapatillas para dar rienda suelta a mis hormonas sexuales...
Ahora, será "riesgoso" el poder siquiera clavar unos segundos la mirada en otros femeninos.

En muy repetidas ocasiones... tus manos... tu cabello, o el simple mirarte embelesada o sumergida en algún texto, un juego, cierto programa... qué decir del mirarte dormida.
Ahora, será casi tajante y definitivo el no mirar, no decir, no insinuar... y terminar yendo cabizbajo al andar pues, será "riesgoso" el que se pueda malinterpretar algún atisbo no deseado o consensuado.

Alguno que otro día, cantando, me he preguntado si realmente debiera seguir cantando al amor...
Habrá qué cantar ahora a la indiferencia? ...al acallar a la bestia interna? al romance frustrado? al silencio mismo e indiferencia que nos deberá supeditar cada que salimos a algún recorrido citadino?


No, no estoy para nada arrepentido de todas esas veces que pude disfrutar la silueta femenina, su aroma, su garbo, su simple andar, su selecto vestir, su cabellera, su color de piel e, incluso, sus pensamientos plasmados en texto en cualquier plataforma social electrónica...

Soy, por fortuna, muy dueño y controlador de mis actos e impulsos salvajes pero, me dolerá en el alma, sólo poder volar en imaginación ya (y por sólo segundos) y no poder exteriorizar de alguna forma lo que ellas provocan en mi heterosexual gusto... pues no, no es que lo gritara a los cuatro vientos o lo hacía notorio cada que sucedía era quizá que un suspiro pudiera delatarme, una palabra "clave", un silencio abrupto o el observar hacia otro lado para no desgarrar más lo lascivo que anida en mí.

Quieres llamarme "puerco"? cerdo? ...supongo que la sinceridad no es sinónimo de algún animal... y, sí, el instinto que mueve ese termómetro sexual.

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