sábado, 1 de febrero de 2020

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Estos días han sido relevantes en cuanto al ámbito musical de mi pasado refiere.

Por ejemplo, el buen amigo Edxon Castro me envía algunos vídeos tomados desde un celular entre el público de aquella agrupación musical a la que él perteneció por muchos años y que yo conocí en 1990 en Cabo San Lucas (B.C.S. México).
Está por demás decir que una vorágine de hermosos recuerdos inundaron mi sentimiento casi al punto del derrame de alguna lágrima. Mi juventud era plena en ese entonces y "podría comerme al mundo" de haberlo deseado.

Y, siendo sincero, no he escuchado o visto todos esos archivos... bastó uno sólo para que todo eso acudiera a mi remembranza y sentir pues, lo consecuente de aquella estadía en Cabo San Lucas, sería también determinante para mi actualidad; con lo que, los nombres de algunos, son muy, muy relevantes.
Rápidamente recorrí veintinueve años en mi memoria y aún sigo en esto aunque ya han transcurrido algunos días de ese suceso.

Por otro lado, estuve viendo en YouTube algunos programas del comediante Franco Escamilla donde juega billar en su lar con algunas celebridades para otorgar un apoyo económico a alguna institución de beneficencia y donde estuvo "compitiendo" con Edgar Oceransky.
Ahí, los nombres de muchos más salieron a relucir entre anécdotas y experiencias personales del invitado, todo esto, apoyado por las preguntas que el anfitrión hace a quien "compite" contra él.

Los nombres de los lugares donde la música de trova era menester propio de un pasado saltaron hasta mis oídos trayendo consigo sonrisas fugaces, recuerdos imborrables y muy entrañables y alguna que otra sorpresa asomó quizá para mí desde dicho programa.

En mi remembrar, intenté deducir el por qué fue que no me dediqué "de lleno" a ese mundo bohemio y de canción si aún sigo inmerso en la música y, mis presentaciones, siguen siendo con una guitarra y mi aguardentosa y desgastada voz.
El "Sapo cancionero", "El Breve Espacio" (estos dos en la hermosa Ciudad de México) o las decenas de presentaciones en el "Rojo Café" en Guadalajara... ahí donde pululaban con su arte sonoro muchos de los tantos nombres que Edgar mencionó entre cuestionamientos y relatos y que yo tuve tan cerca sin poder concluir en ellos como uno más "del gremio".

Hace tiempo decidí escoger algún tema de este referido grupo de trovadores y hacer mi versión para mis contactos en Facebook que, por lo general, son muchos de estos mismos... y, si bien fui invitado hace un par de años para formar parte del grupo "Canción viva" (comandado por el finado Alberto Escobar y el compañero Gerardo Ochoa) observé en algunas de las reuniones el cómo sencillamente los jóvenes trovadores "nos iban desplazando" a los más veteranos.
Es obvio suponer que la generación de trovadores a la que "pertenezco" sirve de cierto apoyo a esos "nuevos " que incursionan pero, es lamentable y triste, que en muchas de sus juveniles reuniones no nos tomen en cuenta.

En fin... El punto es que, mientras Edgar Oceransky comentaba, yo me veía al lado de alguno de tantos aquellos a quienes mencionó y donde, en definitiva, hoy "me sostengo y permanezco en solitario" sin formar parte activa de ninguno de esos círculos donde los trovadores se desenvuelven y/o conviven.
Algunos de ellos me consultan; otros me invitan a sabiendas que tengo trabajo nocturno y no descanso los días que ellos sí... y a fin de cuentas no logro penetrar en sus perspectivas profesionales.

Yo quise, en su momento, ser tomado en cuenta más como músico que como compositor y quizá esa fue la razón por la cual fui "eliminado" de alguna posibilidad a futuro.
Algunos grupos versátiles se fijaron en mí; otros compañeros tecladistas me consideraban para hacer dupla bohemia en algún Piano-bar y mi "necesidad" de abarcar un poco más los ámbitos me han orillado, extrañamente, a seguir en solitario.


No sé, en resumen, a dónde más me acercaré musicalmente, quién me requerirá para su proyecto en alguna grabación o si seré de alguna vez por todas tomado en cuenta por aquella horda que convivió conmigo trovadoramente en el pasado pues, muchos de ellos, no han claudicado en su lucha por ocupar un lugar importante en el medio musical y, pareciera ser, que yo sólo los miro en su desarrollo.

Y no, no es una queja, reclamo o postura, es sólo una observación a todo este respecto.

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