lunes, 19 de mayo de 2025

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Cómo es tan cierto que cada vida es un universo... que cada persona siente y refleja lo vivido a su manera... que cada catarsis debe ser experimentada por cada cual.

Lo cierto es que no deja de doler cuando tenemos de frente a aquel o aquella quien está padeciendo, quien está sufriendo su propio infierno sin que al parecer exista nada para mitigar un tanto el fuego que le devora... o en tanto que debemos permanecer inmunes ante dicho dolor (alguien tiene qué ser fuerte en esos momentos, dicen).

Cómo es pues que debemos estar al lado de aquel que sufre? Debemos permanecer en silencio y sólo escuchar? Debemos aparentar seguridad e intentar infectar al otro? Debemos estar ahí sólo para secar lágrimas y dejar que el río fluya? O debemos dejar que el terapeuta haga su profesional labor haciéndonos sentir más que inútiles...?

Quiero destacar aquí que es justamente por ello que existen profesionales en cada materia; que en ocasiones debemos dejar que ellos tomen la rienda del asunto y nosotros sólo fungir como el pequeño apoyo moral y de compañía para el dolido y, volviendo, qué mal se siente no poder hacer mucho o poco en quien padece y que, en ocasiones, nosotros ya pasamos por el mismo trance habiéndolo superado.

La vida es una gran escuela... mucho más poderosa que las propias instituciones educativas. Ese ir y venir constante siembra lo suficiente para después cosechar tanto amarguras como grandes recompensas. Todo va implícito ahí...


Qué chingados vamos a hacer en la cuarta dimensión si ahí no se fuma, no se bebe, no se come, no se hace el amor ni existe como tal el contacto físico...?
De qué se alimentará el amor ahí, qué se sembrará y qué se cosechará para vida de "pasar" a la siguiente?

Yo sé que más de alguno piensa regresar a esta tercera... los placeres y dichas que existen aquí son difíciles de no desear... aunque, quien sufre, no opine lo mismo en su momento.

P.D.
Aún en el recuerdo... volátil mariposa de Luz indeleble...  Ana-grama de Roma.