jueves, 20 de junio de 2024

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En aquellos años solía ser más descriptivo, más detallado en cuanto a este pergamino blanco digital refiere.
Algunas veces, sé, supe desmembrar lo "desmembrable", corregir un tanto lo incorregible, repasar lo olvidado y recordar lo "irrecordable" conforme plasmaba grafías.

Aquellos quienes me leían entonces han emigrado ya a otros menesteres, a otras latitudes digitales, a los paquetes televisivos con contenido y programas más acordes al gusto personal y ese repasar de su vista por estas letras ya ha perdido gran sentido.

Mientras mi bebida la sigo consumiendo haciendo una pausa respectiva entre sorbo y sorbo, atisbo el "pergamino blanco digital" ahora más manchado con mi escrito... y a la vez siento "las manchas" sobre mí, sobre mi nombre, sobre la música que interpreto y sobre los espacios a los que acudo cotidianamente siendo así el consuetudinario semanal de mi quehacer mundano... muy en mi zona de confort.

Indiscutiblemente, nada a diario se repite... la tarde no deja de dibujarse diferente con cada ocaso, la mañana refresca desde su estación, el sol nos quema a su manera (y distinta con cada día) para esperar a la noche que, con o sin estrellas para mostrar, asoma inexorable con su luminosa luna y su luz en el interior de mi recámara a manera de fiel recordatorio amoroso.... recuerdo que apenas dura unos segundos y colocan nostalgia en mi ánimo.

La vida continúa sin "mirar atrás" mientras todos nos consumimos en lo cotidiano o trivial inmersos en el dédalo o paralelo a él... y tendrá qué llegar el momento preciso en que deje todo esto atrás y no pueda ser sino sólo un recuerdo para el mundo y en algunas personas.


Es y será siempre tan lamentable que, escondido entre letras, deba escribir un "escape" ante alguna palabra pues es: "decepción" la que hoy circunda mis días, que hoy satura mi razón y que no deja de mostrarse con ciertas acciones de aquel o éste para luego concluir y aferrarse en lo monetario, en lo económico... mandando todo a la mierda!
Que todo se torne incierto y me olvide por muchos momentos de ese atardecer, de esa melodía, de aquel último beso, de la caricia más tierna o del momento sexual más valioso desde mi última relación...

Olvidar o pasar desapercibido el azul del cielo, lo hermoso de la lluvia, de su petricor, de los tonos de las nubes y del alimento terrenal que siempre trae su presencia... mientras la palabra "decepción" sigue añejándose en mis barricas morales y sentimentales.